miércoles, 25 de mayo de 2011

La comunidad

Después de luchar a brazo partido con el tom-tom del coche y ganar la pelea a los puntos, Magdalena aparcó enfrente del portal de la finca a la que su amiga se acababa de mudar. Subió con reparo en el vetusto ascensor. Hombre, pues sí, la comunidad tenía una fachada peculiar. Estaba claro que en el momento de su construcción sin duda habría sido uno de los edificios más bellos de la ciudad, ¡qué digo ciudad, del país entero! Ahora no, ahora poseía una belleza decadente. Una belleza difícil de digerir. Una belleza, o más bien fealdad resultona, que casi dolía. Su amiga le había dicho que, aunque estuvieran para reformar y se entregaran sucios, llovían tortas por alquilar un piso en la comunidad. Ella, sinceramente, agradecería que algún amigo le cosiera a bofetadas si algún día tenía la tentación de vivir en un sitio como aquel.

El ascensor se detuvo con un frenazo demasiado brusco, un frenazo de esos que solo se soportan si posees cuello de piloto de fórmula uno. Al abrir la puerta de tijera, Magdalena fue golpeada por un olor a comida rancia mezclado con humedad y dejadez. No osó a buscar el interruptor de la luz palpando porque la poca claridad que filtraba un tragaluz situado varias plantas más arriba, dejaba ver una pared mohosa y agrietada. Finalmente, llamó a la puerta descascarillada golpeando con los nudillos desconfiando de los cables pelados que asomaban tras el aplique del timbre.

– Hola Magda, ¡por fin has llegado!, ¿qué te parece? –saludó su amiga con una sonrisa de oreja o oreja.

– Bueno…bien, sí, bien –dijo Magdalena mirando alternativamente al suelo del recibidor anegado por un palmo de aguas fecales y a las botas de agua que calzaba su anfitriona.

– Tal vez he exagerado un poquito cuando os lo describí, pero no me digas que no es el piso ideal –explicó con despreocupación mientras esquivaba cajas flotantes y masas de morfología y procedencia igual de indefinida–.  Ya te dije que hemos tenido una suerte bárbara. Ayer me dijo el administrador que hay 800 inquilinos que han solicitado el alquiler para el año que viene, ¡ya ves, qué cosas!

– Pero… ¿y este agua? –preguntó la visitante sin dar crédito a lo que veía.

– Pequeñeces, es que tenemos alguna fuga en la instalación. Se producen fugas de agua, fugas de gas, fugas de delanteros centros pecosos, fugas de capitanes internacionales, fugas de mediapuntas de pelo fosco y talento discutible, fugas de estrellas con potente tren inferior, fugas de cancerberos jóvenes pecosos…Ahora que lo pienso, ¿no será esto culpa de la gente pecosa? –se preguntó–. Pero dice el administrador que las fugas se producen porque no se puede retener ciertas cosas. Los fugados juegan donde ellos quieren.

– No te reconozco ¿Cómo podéis vivir aquí? ¿No te das cuenta de que es un foco de insalubridad?

– ¡Qué exagerada eres! Son minucias. Una vez que estás instalado te acostumbras. Hay gente que lleva casi un cuarto de siglo aquí arrendados. Además, los peritos que informan sobre el estado del edificio diariamente nos dicen que estemos tranquilos, que el edificio está fuerte como un roble y que durante el próximo verano se acometerán reformas estructurales que lo dejarán de nuevo a la vanguardia de las comunidades de vecinos. Claro, que a lo mejor tiene que ver lo bien que se llevan con el administrador y con el portero.

– Siento tener que marcharme así, pero es que tengo que recoger a los niños de la clase de taekwondo –cortó Magdalena dispuesta a poner fin a la visita al notar que algo con vida propia le rozaba la pierna–. Te llamo luego por teléfono y seguimos hablando

– ¡Madre mía, qué precipitado todo! Bueno, pues nada, ya sabes dónde tienes tu casa ¡Ah!, mejor llama el móvil, que no nos llega la línea del fijo, no sé qué problema hay.

Magdalena ganó la calle rápido, sin querer detenerse a mirar alrededor mientras bajaba los escalones de tres en tres. Cruzó la calzada y se detuvo en la acera de enfrente para volver a mirar el edificio. El poco encanto que atesoraba hace unos minutos se había desvanecido. Ya no existía belleza de ningún tipo. Después de haberlo visto por dentro solo emanaba ruina.

– Una pena, ¿eh? –se dirigió a ella un anciano de mirada viva–. ¿Sabe? Yo viví ahí muchos años pero me tuve que ir. Éste era un edificio admirable y admirado pero, hace ya demasiado tiempo, se hicieron cargo de él un administrador y un portero que son un par de sinvergüenzas. Ahora cualquier día se viene abajo. Está para el derribo.

– Lo que dice usted. Una pena –admitió Magdalena paseando por última vez la mirada por la fachada. Por esa fachada tan peculiar pintada de rojo y de blanco.

13 comentarios:

  1. Es una pena, Don Emilio. El Atleti no se muere, lo están matando.

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  2. Don Jorge, llevaba tiempo muriéndose. Lo de estos días es apuntillarlo en toda regla.

    Vayamos comprando la corbata negra, lo de ir al funeral parece inevitable.

    Un abrazo.

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  3. Buenas noches,srs.Requiem por un club histórico.

    Visto lo visto,no creo que pueda ser reprochable que los inquilinos,cansados de tanta immundicia,quieran buscar algún otro edificio más habitable,no?

    Esta corriente que está surgiendo(esta película ya la he visto antes),de "Agüero Mercenario",me demuestra la poca altura de miras de parte de la afición.El chico habrá tenido sus deslices,en materia de declaraciones incongruentes,pero,en el fondo,todos nos esperábamos que esto sucediera tarde o temprano.Repito,por mi parte,nada que reprochar,incluso en el caso de que se una a los innombrables.

    Enhorabuena por el artículo.Perfecta metáfora.

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  4. Que digooo, queridoooo, que los inquilinos alquilan donde quieren...

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  5. Gracias Don Charly, Agüero es un chico mal aconsejado del que puedo comprender su hartazgo ante la perspectiva deportiva que se avecina.

    Dicho esto, parece mentira la estrategia del desmayo que están siguiendo los golfos y sus adláteres: "No nos lo esperábamos" tienen los huevos de decir ¿Quién fue quien le bajó la cláusula? Pero, ¿de verdad alguien piensa que la afición del Atleti puede llegar a tener tan poca memoria como para olvidar la secuencia de los hechos?.....

    Pues sí, vean ustedes declaraciones de foros y comentarios de publicaciones y verán que sí, que ahora el problema es que es un mercenario.

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  6. Hombre Don Jugger, veo que ha superado sus reticencias y se pasa por aquí. Pues nada, bienvenido.

    ¿Y usted cree que así se acabarían los males? ¿Dándonos de baja todos? Me parece una opción respetable pero no la solución. Creo que la afición es un mal necesario para los golfos. De hecho, apuesto que su ideal sería un escenario lleno de pinchazos televisivos y ninguna asistencia en la grada, no vaya a ser que alguien píe más de la cuenta.

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  7. Buenos días D. Emilio.

    Pues para que salgan más baratos los pinchazos televisivos, que paren las obras de La Peineta y se ahorren la pasta.

    En cuanto a Agüero, el proceso ha sido el mismo que el del Niño Torres (el otro niño del Atleti creo que era Collar). Primero te renuevo bajando la claúsula y tu haces profesión de fé rojiblanca y luego aceptamos un traspaso y decimos eso de "no nos lo esperábamos", "los jugadores juegan donde quieren", etc. Lo que yo creo que no se esperaban ni por el forro era que se fuera al Madrid.

    De todas formas, igual que hizo Torres, ha aguantado más de lo que hubiéramos hecho mucho con las promesas de hacer un equipo competitivo. Se trata de grandes jugadores cuya ambición es llegar al máximo y, si no lo consiguen en un equipo, se buscan otro. Cada uno en nuestra profesión buscamos lo mismo (profesional y económicamente), al menos hasta una cierta edad, la diferencia es que para unos la carrera es de larga distancia (cada vez más gracias a ZParo) y para otros se les acaba casi cuando los demás empezamos.

    Igual que le estoy agradecido a Torres por las alegrías que me dio en el Atleti (y en el Liverpool y espero que en el Chelsea), le estoy agradecido a Agüero por no haber escatimado esfuerzos hasta su despedida, aunque no le desee el éxito a su nuevo club (salvo que se trate del Chelsea).

    Por cierto, como no soporto la soberbia del entrenador culé y del más que un club que no se considera español, espero que el ManU les baje los humos esta noche.

    ¡Forza Atleti! Mientras exista...

    Alberto

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  8. Don Emilio, en su, como siempre, magnífico relato, yo me siento plenamente identificado con el anciano de mirada viva. De hecho, ya el año pasado abandoné el piso. Lo único que pago es la comunidad, eso sí, porque un 1869 no quiero todavía, y a pesar de todo, tirarlo por la borda ... Mientras me dejen, claro está.

    Un abrazo.

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  9. Lo veo exactamente igual que usted Don Alberto, el proceso es idéntico, con lo que no me puedo creer que siga colando años después. En pos de la originalidad podrían haber adornado la historia con tintes vodevilescos: suegro en proceso de desintoxicación necesita cambio de aires para no frecuentar amistades poco recomendables, por poner un ejemplo, vamos.

    En cuanto a lo que me llevo de cada uno de ellos,difiero. Agradezco a Kun sus años atléticos y le pegaría un tirón de orejas en las formas a la hora de escenificar la despedida pero nada en su profesionalidad. Torres para mí es la esencia de lo que debería ser el club (que no el cluzz), un modelo de comportamiento estando dentro y tras haberse marchado.

    El ManU no me cae demasiado bien tampoco, pero creo que veré el partido sin demasiado partidismo. Si ganan unos me hará gracia por ver más de una cara amarilla por aquí, si gana el otro pues no se engrandecerá una leyenda con las patitas cortas.

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  10. Don Tomi, ¡qué triste es que tanto atlético de bien haya decidido abandonar la que siempre fue su casa!

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  11. Tengo que decirle don Emilio, que la puntilla de la semana me la dio don Tomi, cuando me dijo que había dejado de ser abonado. Para mí don Tomi es una referencia y que estos buscavidas le hayan hecho darse de baja me hiela la sangre.

    Esto no para. Después de la entrevista que GilMar en R Marca diciéndonos que la base del equipo está hecha con los que se quedan más las incorporaciones de Miranda, Adrián y Silvio ya me he quedado más tranquilo: el Atleti está en proceso de derribo.

    Un abrazo.

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  12. Ahora estamos instalados en la tristeza Don Julio, de ahí a la indiferencia hay un salto muy pequeño.

    Hay una frase de la entrevista que ha sido demoledora (sí, le he escuchado. Es uno de los principios del arte de la guerra: conocer a tu enemigo): "No hace falta traer un crack. Con el dinero de Agüero traeremos dos o tres jugadores". Es decir, más medianías infladas de comisión.

    Ya no sé si solo debemos esperar a que el derribo sea rápido.

    Un abrazo Don Julio.

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  13. Chapeau. Simplemente. El símil acertadísimo deja claro en qué nos hemos convertido. Una pena. Nos cuentan la misma milonga todos los años y los aficinados no aprendemos. Creo que ahora mismo lo mejor sería no renovar los abonos y, por mucho que nos duela, sólo ver los partidos en abierto. El resto a tirar de "arradio". De alguna forma hay que hacer que desaparezca el duo prescrito.
    Un abrazo, don Emilio.

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