jueves, 23 de diciembre de 2010

La Copa Navideña

Supongo que a nadie de ustedes le habrá tocado la lotería, ¿no?
-No Don Emilio, sepa usted que a mí me ha tocado lo que jugaba en una participación de cinco euros que llevaba a medias con mi cuñado. Aunque bueno realmente solo jugábamos cuatro euros, el resto era donativo para el viaje de paso del Ecuador de mi sobrino, que estudia para higienista dental.
-Bueno, siempre los hay con suerte en la vida. Que usted lo gaste con juicio.
Pues dándo de antemano la enhorabuena a los premiados, vamos con la historia de hoy, evidentemente de tintes navideños:
El Sr. Guzmán, director de la empresa, accedía sólo una vez al año a mezclarse con el vulgo con motivo de la copa navideña. Le gustaba constatar que tradiciones como el “efecto paloma” seguían vigentes en el imperio que fundó su padre. La teoría del “efecto paloma” sentaba sus bases en el axioma de que si apareces con comida y bebida por la oficina, los empleados se arremolinan alrededor zureando, pero si por el contrario te acercas sigiloso con ánimo de que se tramite un pagaré o una nota de abono a 90 días se dispersan lo más rápido que pueden.
-López, póngame al tanto del estado de daños- exigió el director al pelota oficial antes de iniciar la ronda de brindis golpeando con su tenedor de plástico la copa de cava (de plástico también, claro).
-Señor Guzmán, con los datos recogidos hasta esta hora y teniendo en cuenta que no encontramos a nadie de Seguros en un estado de consciencia mínimamente presentable para reportar, la participación en el sarao ronda el 75 por ciento. Solo se han producido incidentes reseñables entre las mesas de los de Riesgos por una polémica sobre en cuál de ellas se había servido más queso curado. Por otra parte, se ha sorprendido en los lavabos y con claros síntomas de ajetreo al jefe de Ventas con su secretaria, la de usted vamos, dicen que repasando el balance de fin de ejercicio.
-Total, lo de siempre –respondió con hastío el jefe máximo–. Hable con los del catering, que no reparen en servir bebidas espirituosas.
El Sr. Guzmán tenía especial interés en que sus asalariados bebieran más de la cuenta en esta copa navideña porque tenía previsto comunicar la ejecución del ERE total que le habían autorizado los del ministerio. Aún así, como buen experto en comunicación y presentaciones efectivas había preparado un par de sorpresas adicionales: un grupo de bailarines y bailarinas de calendario (por llevar poca ropa, no por santos) y una cesta para cada empleado que incluía una paleta ibérica de cebo con muy buena pinta, que lo cortés no quita lo valiente.
Ya en el cenit de la fiesta, con corbatas anudadas a la cabeza y constantes vivas al señor director, a su difunto padre y fundador y a la madre que los parió, el Sr. Guzmán se levantó para dar la terrible noticia…
-Coño López, tantos años peloteando y a ti también te han echado –comentó alguien de Impagados con bastante sorna.
-Hombre, echarme sí, pero mira que lata de espárragos de Navarra viene en la cesta, esto no lo he catado yo en la vida. Y fíjate, he conseguido el teléfono de dos de las strippers ¡Vaya detalle el del señor Guzmán!
-López, estás tonto, ¿no te das cuenta que estamos en la puta calle?
-Lo que tú quieras, pero siempre nos quedará el recuerdo de esta copa.
¿Les suena a algo mis queridos lectores? Venta de titulares con nocturnidad, alevosía y casi fuera de plazo, cortinas de humo con forma de fichajes de baratillo que intentan taparlas, caramelos envenenados para que los niños no reflexionen sobre si esa gestión está destinada a distraer las vergüenzas. Copas navideñas que ocultan segundas o terceras intenciones. Muchos López que asistimos a lo que nos echen contentos e impávidos. Pero vayamos a la actualidad, al fútbol. Vayamos a la Copa, a lo que nos queda. Vayamos a la competición a la que debemos agarrarnos como a la fruta escarchada de la cesta.
La función navideña empezó sin que muchos padres hubieran llegado al campo por el tráfico o por el cierre de los comercios (que es una variable que como saben afecta al fútbol una barbaridad). De entrada Osvaldo empezó bordando su papel de Herodes, metiendo miedo a los pastorcillos de la defensa y en especial a Perea, que daba claros síntomas de no saberse bien el papel. Pero poco a poco la cosa se fue entonando, cada vez los nuestros actuaban mejor, no con brillantez, no crean, que a fin de cuentas esto es una función escolar, pero serios y sin tartamudeos ni dudas. También el árbitro cumplió con su doble papel, por un lado Rey Mago concediendo un penalti que tal vez fuera falta y por otro lado caganet con diarrea de criterio.
Hay que destacar también el papel en la representación de varios protagonistas más: el Niño del Portal, De Gea, que a pesar de estar dolorido por culpa de Herodes hizo un milagro en forma de parada a remate de cabeza a bocajarro. El figurante que cruza el río de papel Albal y que casi no tiene frase, o sea Assunçao, cuya presencia siempre da equilibrio entre las dos orillas del puente, defensa y delantera. Luego estuvo Reyes, que hizo el papel de pavo, sí, sí, de ese pavo que se compra en octubre con ánimo de cebarlo para luego ser sacrificado. Por un lado, al pavo se le coge cariño por el roce, se le mira como a una mascota que levanta la patita cuando le tiras un altramuz pero por otro lado te das cuenta que al final será un pavo siempre y que su fin es acabar rodeado de patatas y lombarda. Muy bien Kun, que ayer ayudó en la puerta cortando entradas y dando los programas, se encargó de las luces, echó una mano como atrezzista y responsable de vestuario y acabó extenuado por el bien de la función.
Pero si alguien lució ayer en la representación fue Simao. El público no paró de grabar la actuación del luso con sus cámaras traídas de antiguos viajes a Andorra porque se sabía que iba a ser su última función en el colegio. Los más malpensados insinuaban que Simao seguro que no forzaría la garganta al declamar su texto por eso de que se va, pero se equivocaban. Incluso protagonizó el momento cumbre de la función, lo que le hizo tener que salir a saludar tras la bajada de telón ante la aclamación popular. Se va un profesional de la actuación, sí señor, ojalá que le vaya muy bien.  
Una vez todo el público se había ido, entre bambalinas se comentaba que no había tocado ni una maldita pedrea de esos décimos comprados en la Puerta del Sol. Valera, siempre oportuno, adujo que lo importante era la salud mientras Forlán con la pierna en alto por un golpe que se había dado al bajar de la escalera a la que se había subido para una mejor ambientación de su papel de Ángel Anunciador, maldecía entre dientes fulminándolo con la mirada.

11 comentarios:

  1. A mí la expulsión de Reyes me parece excesiva, que quiere que le diga. Tenga en cuenta que en la jugada precedente, le propinaron dos patadas y un balonazo. Luego, el andaluz, se revolvió, sin duda, pero creo que esos momentos hay que tener en cuenta los precedentes.

    El Kun, soberbio, el portero, fantástico y Simao, pues que me da pena que se vaya: buen futbolista y mejor persona.

    Un abrazo, don Emilio y Feliz Navidad.

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  2. Don Julio, estoy de acuerdo en que a Reyes no se le protege lo que a otros y en que sólo la incompetencia del árbitro hizo que Dátolo se fuera de la jugada de rositas (o lo que es lo mismo con sólo una amarilla).
    Lo que no puedo explicarme es que no aprenda, es ya la tercera o cuarta expulsión parecida de Jozean, hecho que desmiente para ciertos humanos las teorías de aprendizaje condicionado de monos y roedores tan extendidas.
    El desquiciar al niño de Utrera se va a convertir en un clásico en nuestras pantallas, porque el beneficio para el equipo contrario es exponencial.

    Féliz Navidad Don Julio, un abrazo.

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  3. Y me temo que no aprenderá, Don Emilio. Pero esta vez yo estoy mucho con Don Julio, aparte ... ¿Tu te crees que en Inglaterra expulsan a un jugador por eso, joder? Ni de coña, hombre. Ni de coña. Anda y que no tenemos que aprender de ellos ni ná ...

    En cuanto a lo de Simao pues nada. Darle las gracias de todo corazón, y disfrutar todo lo que pueda de sus tantos que tengo grabados en mi retina, como aquel que le metió al Villareal en el Calderón, maravilloso donde los haya, en un partido bonito de verdad que terminamos palmando, o el que metió en Turquía el año pasado, o al Barsa de falta, o ese pase medido al Kun, de auténtico tiralíneas, que le puso en la final de la Supercopa ...

    Es cierto que ha tenido sus altibajos en el rendimiento (como todos los jugadores, ¡qué cojones! ¿Acaso hay alguno que juege todos los partidos bien o qué?) pero yo, desde luego, le voy a echar, y mucho, de menos. Y me temo que no voy a ser el único.

    Y ya sé que el faraonito no es santo de su devoción, pero, la verdad, tampoco es que le pongan las cosas demasiado fáciles desde donde se las deberían de poner a huevo. Asco de directiva.

    Pero bueno, que quiero aprovechar para felicitarle las pascuas a usted, Don Emilio, el gran descubrimiento para mi en este año en este mundillo de bloguerros en el que andamos metidos. Le deseo lo mejor de lo mejor. ¡Felices fiestas, pues!

    Un fuerte abrazo.

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  4. Don Tomi, está claro que Reyes es una víctima del lance, no el culpable, pero ya no es un niño de 19 años para estas faltas de picardía.

    No se dónde lo he leido hoy, pero estoy de acuerod, si se queda en el suelo retorciéndose de dolor, es probable que hubiéran expulsado a Dátolo.

    A Simao, agradecimiento y reconocimiento por poder salir con la cabeza alta del equipo, algo que no es fácil en el fútbol actual.

    Cuando escribía la entrada he pensado que estaba siendo injusto con el sobrino del Pescailla por no reconocer que ayer el equipo no se descompuso tras la expulsión, y eso señores, es exclusivamente mérito suyo. De hecho, fueron capaces de no pasar demasiados apuros en la segunda parte (salvo algún balón parado).

    Féliz Navidad Don Tomi, no me extiendo más en felicitaciones porque ya le he dejado una en su casa.

    Un abrazo.

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  5. Reyes vuelve a picar como un pardillo. Os deseo a todos, feliz Navidad y recordad que Papá Noel es del Atleti, sólo hay que verlo como va vestido

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  6. Un gustazo(como siempre)leer sus textos,D.Emilio.

    Emocionante la despedida del sr.Sabrosa,al que se le desea mucha suerte en su futuro.Ejemplo de profesionalidad de los que ya no abundan.

    (Fantaseaba yo con la posibilidad de esta fusión: las características futbolísticas de Reyes,con el carácter y buena cabeza de Simao.¡Qué gran jugador saldría!)

    Felices días,para ud.,y para todos los que,por aqui se dejan caer.

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  7. Felices fiestas Don Charly, nos vemos por aquí en el 2011.

    Interesante fusión luso-utrerana siempre que metiéramos genes de alguien con algo de gusto a la hora de vestir, ¡qué chaqueta y que peinado ha elegido para despedirse el soldado Simon Tasty!

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  8. Estoy muy de acuerdo en que debemos agarrarnos a esta competición. La Copa puede ser una buena oportunidad para derrotar al Real Madrid de una vez por todas... Aunque será muy duro y complicado.
    Hay que volver a la obligación de luchar por títulos cada año. El cuarto puesto de 2008, tras 11 años sin Champions, fue bonito. Pero ya no me llena ni es para celebrarlo.

    Últimamente lo de esta directiva me indigna. Nunca han tenido una gestión ejemplar, pero las ventas a última hora de Heitinga y Jurado, y las salidas por la puerta de atrás de gente de peso como Maxi y Simao ya son el colmo.

    Se hace todo con improvisación y da la sensación de que somos un equipo que está deseando vender y lo hace a última hora en cuanto que llega la oferta de las rebajas...

    Sólo espero que no acaben haciendo lo mismo con el Kun.

    Un abrazo!

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  9. Don José, suscribo toda su intervención menos lo relativo al "Fantassista". Ya sabe, fobias que tiene uno.

    Un abrazo.

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  10. Sobre vestimentas habría mucho que debatir,efectivamente.Ahora,sobre peinados,reconozco que,a estas alturas ya observo con envidia cualquier pelambrera que cubra el cuero cabelludo.

    Incluso aceptaría el mal gusto de alguno,a la hora de adecuar su pelo,a cambio de algo de éste.

    Que le vamos a hacer!,cosas de la edad y la genética.

    Hala,a prepararse para la cena de hoy.

    ¡ Feliz noche,y Navidad !

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  11. ¡Qué me va a contar Don Charly!, no recuerdo ya desde cuándo sigo los dictados capilares de Torrisi o Movilla.

    Que lo pasen ustedes bien, hagan los excesos que consideren y no olviden la sal de frutas.

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