Tumbado cuan largo era en el diván, Onofre se desnudaba interiormente ante la doctora Philipauskas, su psicoterapeuta. Había empezado a visitarla ante la sensación cada vez más intensa de que en su vida todo estaba prefijado, de que daba igual lo que hiciera, todo estaba escrito y no se podía cambiar nada.
– Este…¿Y qué tal esta mañana? ¿"Notás" la mejora con las "pastishas"? –preguntó la psicóloga mirando por encima de las innecesarias gafas, sólo presentes para dar un toque profesional.
– Sí doctora, salí de casa con la sonrisa puesta, hoy me he levantado contento de verdad.
– Este…gran noticia Onofre, ¿cómo luego "tenés" entonces la sensación de que todo se tuerce?
– Porque ya no puedo más, ya no puedo más, siempre se repite la misma historia. Estoy harto de rodar como una noria.
– Pero, "debés" pensar que "dominás" tu vida, "buscá" pensamientos positivos. Por cierto, ¿cómo fue con esa chica con la que salías?
– Ya no estamos juntos, un día, y sin previo aviso le dije, déjame, le dije que no volviera a mi lado, una vez estuve equivocado, pero ahora todo eso pasó, no queda nada de ese amor.
– Este…, también "podés" estar muy bien solo. "Tenés" que plantearte que a lo mejor es el momento de buscar un sitio para empezar de cero.
– Puede ser doctora, pero todo el mundo sabe que es difícil encontrar en la vida un lugar, donde el tiempo pase cadencioso sin pensar y el dolor sea fugaz.
– Puede ser doctora, pero todo el mundo sabe que es difícil encontrar en la vida un lugar, donde el tiempo pase cadencioso sin pensar y el dolor sea fugaz.
– Onofre, vos tenés un diagnóstico claro. Está claro que el trabajo como inspector de la SGAE te acarrea mucho stress. No puedes estar todo el día buscando violaciones en los derechos de autor –añadió mientras miraba el reloj de reojo–. El tiempo se agotó, nos veremos la semana que viene. Ya sabés que mi objetivo en las sesiones es ser capaz de conseguir tenerte alguna vez entretenido, hacerte por lo menos sonreír. Hasta la semana que viene –dijo la psicóloga mientras le acompañaba hacia la puerta.
– Adiós doctora…agradecido –se despidió Onofre poco convencido de que las cosas estuvieran mejorando.
El temprano horario del partido de ayer obligó a los atléticos a acortar siestas o a prolongar sobremesas. A sentarse delante de las pantallas de los bares, esos lugares tan gratos para conversar. Se presentaba el equipo a jugar ante el Almería en el estadio de los juegos del Mediterráneo, ese mar que se acerca y se va después de besar mi aldea. Salió el Atleti menos mandón que en los últimos partidos, a pesar de casi repetir protagonistas con respecto al partido de la semana pasada. Decimos casi, porque faltaba Domínguez, ese sospechoso habitual que acumula castigos técnicos o disciplinarios. Ese jugador cuya ausencia nota la defensa, ayer de nuevo blandita como canción de cantautor. De nuevo cometiendo errores de esos que generan miradas interrogatorias que preguntan dónde está nuestro error sin solución.
Poquito a poco entendiendo que no vale la pena correr por correr, el equipo se hizo con el partido. Con el medio campo más entonado, con Forlán más participativo y comprometido en su nuevo papel de enganche. Con Kun siempre oliendo a peligro. Fruto de un gran pase de Tiago y de un amago genial de Agüero al portero, se tomó ventaja en el marcador. Un gran gol, un gol de talento de esos que nos brinda el diez de vez en cuando, de los que nos hacen decir que hemos tenido suerte de llegarle a conocer.
Salió el equipo tras el descanso conservador, tal vez siguiendo las indicaciones de un banquillo siempre loco por incordiar, tal vez pensando en futuros partidos. Dejándose dominar. Encerrándose. Apostando por los malos tiempos para la lírica. Consecuencia de ello el Almería empató. Un empate y una actitud que hicieron que los aficionados pidieran otra ronda para estar preparados ante lo que podía venir con un vaso en la mano y un cigarrillo mentolado en la otra. Para tener puntos de apoyo a los que agarrarse acodados en las barras de bar, vertederos de amor.
Para sorpresa del personal, se volvió a tomar el control del juego. Creando ocasiones para desnivelar de nuevo. Sin pasar apuros. Con un Forlán al que lo mismo hemos echado de menos, lo mismo, que antes echábamos de más. Con un Reyes inspirado cuyo nombre sabe a hierba por la de veces que acaba en el suelo. Con un Tiago que acaba los partidos a ritmo lento de fado por su falta de gasolina. Y sobre todo con el yerno de Maradona, que no es una persona cualquiera, es un hombre pegado a una pelota de cuero que volvió a ponernos por delante cuando la defensa creía que le veía, pero cruzó ignorando la pared, hizo ¡chas! y apareció el balón al lado del portero, en la red.
Lejos de dar por cerrado el partido, se volvió a dar un paso atrás. Con la exasperante falta de ambición. Otra vez siguiendo la misma dirección, la difícil, la que usa el salmón. Y en estas estábamos cuando nos empataron de nuevo en un error de marcaje, en un nuevo capítulo en el que nuestra retaguardia queda sin documentos. A estas alturas del partido, litros de alcohol corrían por las venas de la parroquia para atenuar la nueva decepción. Pero la fuerza del destino nos hizo repetir en el dominio, ésta vez sin premio.
Coincidiendo con el pitido final los aficionado atléticos se agolparon en las barras para que les cobrasen, dispuesto a despejar los bares y el calor de su amor antes de que se incorporaran los aficionados del equipo que jugaba en el segundo turno. Mientras esperaban las vueltas vieron en la tele la cara de nuestro técnico, hablando de reacciones y de sensaciones, una canción que cualquier noche los gatos de mi callejón maullarán a gritos por repetida. Muchos de los nuestros se preguntaron el por qué de que Quique tenga más capacidad de influencia en las salas de prensa que en los partidos. Preguntando si cobrará derechos de autor por tanto hablar de sensaciones o si da la sensación de que es un autor que no da una a derechas. También muchos le querrían haber preguntado a Quique que dónde estaba entonces cuando tanto le necesitaba el equipo, pero se fueron para casa sin demorarse. Para arreglarse y salir de cena o al cine, para ir a casa de los suegros, para seguir viviendo. Porque la vida sigue igual.
Mi agradecimiento de corazón a Arturo Atletisoy por su ayuda a la hora de mejorar la imagen de la Agonía con la imagen que amablemente me ha cedido.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias de nuevo, amigo
Fantástico resumen de lo que fue el atlético en Almería. Me reconforta saber que hay alguien más que cree que demasiadas veces QSF es cobarde, como lo fueron los últimos entrenadores que tuvimos, con especial mención al mexicano Aguirre.
ResponderEliminarAntes de nada, bienvenido a la Agonía Don Enrique y gracias por participar.
ResponderEliminarPara mí, Quique es uno de los máximos exponentes de la cobardía como forma de entrenar. Lo inexplicable es que la prensa y la grada siguen confíando en él (aunque lo de la grada lo entiendo como daño colateral en la batalla mucho más importante que se está librando para desalojar a los okupas).
Aún así, lamento discrepar en lo de Aguirre. Comparado con QSF, el mexicano en Wenger. Aguirre jugaba con cuatro delanteros (contando los dos extremos), un mediocentro defensivo y Maniche, ese anarquista metido a organizador. El primo de Lolita acaba de atreverse a no poner dos mediocentros de contención porque ha sacrificado el extremo de Simao para darlo a Elías o Koke, jugadores que apoyan en el medio y ayudan mucho defensivamente.
Un saludo.
Don Emilio:
ResponderEliminarNo estoy muy de acuerdo con su crónica de hoy. Le noto muy pesimista.
Creo que el equipo jugó un partido entretenido y que podíamos haber ganado en varias ocasiones, pero, al final no pudo ser.
El Atleti no remata los partidos y eso sí que me parece un error que no se corrige ni aunque pasarán más de mil años, muchos más.
¿Dónde está nuestro error sin solución? Fuiste tú el culpable o lo fui yo se preguntan Perea y Godín. Y mientras lo deciden, nos marcan dos goles y nos empatan el partido.
Si esta fuera la quinta o sexta jornada de liga estaríamos diciendo que el equipo va progresando, pero ya es tarde para muchas cosas.
Un abrazo.
Puede que tenga razón Don Julio, pero no sé si me molesta más el partido en el que no se es capaz de crear juego por incapacidad o en el que, pudiendo salir con una victoria incontestable, se producen desconexiones que permiten a equipos que solo aportan empuje empatarnos y a veces ganarnos.
ResponderEliminarY ahí creo que mucho tiene que ver el técnico, esas consignas de "no estamos para toque y esas tonterías" hacen que el equipo se vuelva cagón (con perdón) e intente conservar resultados que en otras épocas serían sonrojantes.
Cada vez que veo una foto de Domínguez, le canto: "Quiero tener tu presenciaaaaaaaa...", no le digo más cómo ví a la defensa el sábado.
Un abrazo.
Que no se me enfade el señor Quique (el tertuliano, digo), que me perdone Don Emilio por saltar así ... pero es que manda narices invocar el nombre de D. Javier Aguirre. ¡Manda carallo!.
ResponderEliminarJustamente en estos días, vuelve a triunfar. Ahora en Zaragoza. Antes, en Osasuna (cuatro años, uno detrás del otro). Y enmedio, en el Atleti ... dos temporadas y medias, regreso a Europa el primer año, regreso a Champions en el segundo, una fase de grupos en Champions espléndida en el tercero, tercer puesto liguero al llegar a Navidades ... ¡hombre! ¡yo diría que eso es triunfar, ¿no?!.
Y siendo en este Club, más que triunfar, es para que te impongan la Gran Laureada de lo que sea.
Bueno, pues no. En el imaginario colectivo (selectivo, caprichoso, inexplicable, carente de criterio) resulta que a uno se le cantaba el "Aguirre-vete-ya" y al otro, precisamente el inspirador del cántico creado en Valencia (¡¡Quique vete ya, Quique vete yaaaa, Quique veeete yaaaaa!!) resulta que se le rescata el cántico de Antic.
Hay que vivir para verlo, señores.
Ni siquiera estaría de acuerdo el propio QSF, a quien hay que reconocer gallardía en el triunfo, cuando invocó el nombre de Aguirre en la sala de prensa, nada más ganar la Europa League. Porque él, como alguno de nosotros, y deberíamos ser todos, es el primero en saber que, aquí, la única huella reconocible, en décadas, la ha dejado Aguirre.
Y "no sabía a qué jugaba" ... pero es a lo mismo exactamente, a lo que seguimos jugando. ¿O es que Abel y Quique han aportado / variado algo?.
"Derechos de Autor", como titula el espléndido creador de este lugar. QSF debería pagárselos a Aguirre, tras escribir dos millones de veces la palabra "sensaciones" en la pizarra, en penitencia.
Yo ayer estuve viendo un rato el Rayo-Granada, don Emilio, y me quedé admirado de, cómo estando el equipo local en el descuento (de su situación laboral ya ni le cuento), sacó un balón perfectamente jugado desde atrás, llegó tocando el balón a ras del suelo hasta el área del rival, y apunto estuvo de conseguir el tanto de la victoria y todo en una jugada excelentemente trenzada.
ResponderEliminarOdio ver sacar a De Gea en largo. Odio las relajaciones de esta peña cuando consigue un tanto. Odio sus desconexiones regionales al limbo. Odio el ver recular a nuestros defensas, o ver cómo nuestros medios marcan con la mirada. Odio ver al Kun tan enfadado. Mucho me temo que, para el mes que viene, todos cantaremos eso de "Quién me ha robado el mes de Abril". Como tantos y tantos años.
Un abrazo.
Sí Don Fran, yo también creo que Aguirre ha sido uno de los entrenadores más injustamente tratados en la historia reciente del Atleti. Sirva como reivindicación y para quitar hierro al asunto sus gloriosas ruedas de prensa en las que a la pregunta de un periodista sobre si pensaba que debería haber sacado a Fulanito antes o no sacarle decía: "Pues puede que tenga razón", para no entrar al trapo. Y mire que poniéndome en la piel de los antiaguirristas podría llegar a comprender la contestación a algunas decisiones controvertidas en los partidos, eso sí, e incluso se debieran escuchar quejas del oyente en forma de petición de partidos menos locos, pero por lo menos se tomaban decisiones. Hemos pasado de la decisión a la sensación, fijense, pero el equipo sólo reconoce genéticamente el juego de Aguirre de memoria (juego por otra parte, desquiciante pero emocionante).
ResponderEliminarDon Tomi, ayer no ví el partido del Rayo pero he tenido la oportunidad de verlo tres o cuatro veces esta temporada y tiene razón. Del Rayo deberíamos aprender mucho también como aficionados en estos malos tiempos.Si un equipo de segunda puede proponer esa forma de jugar con esos jugadores, ¿cómo no va a poder hacerlo el Atleti?
Lo del tema del pelotazo clama al cielo: empezó el partido con alguno que otro dado por Perea, pero luego se intentó jugar a ras de suelo hasta que nos pusimos por delante en las dos ocasiones. ¿Qué hacemos? ¿Nos creemos que De Gea se asusta cuando va ganando y recurre al pelotazo? Vuelvo a reiterar, ¿no será una consigna como la de dar un paso atrás?
Dicen algunos iluminados que es en esas ocasiones cuando el equipo vuelve a su esencia, al contraataque. Mal iluminados andan, porque una cosa es contraataque (¡qué tiempos de Ivic!, por ejemplo)y otra amedrentarse.
Don Tomi, estamos teniendo suerte por lo mal que están los que nos preceden y se puede seguir vendiendo el muñeco a base de sensaciones, pero sí, todos odiamos cuando el equipo se pone en modo "Hombre del traje gris", sin objetivos, plano.
Un abrazo a los dos.
Toma ladrillo...
ResponderEliminarNunca di mi brazo a torcer, y mi nombre es Juan Antonio Cortes. Del atleti naci y de este equipo siendo socio morire...
ResponderEliminarFueragiles, fuerasusos y fueraquiques... Aunque este derbi, SI. Lo vamos a ganar.
Muy bien Don Anónimo, que se vayan y les ponemos en La Frontera
ResponderEliminarPerdone, Don Emilio, que vuelva a darle molino a una de nuestras obsesiones ... pero es que no me he podido resistir.
ResponderEliminarEl Mundo comenta la noticia de la destitución de Magath, de quien destacan su estilo marcial y rigor extremo (lo que me lleva a recordar a D. Max Mérkel-"Mister Látigo", entre paréntesis) y su apodo: "Torturador".
Y sobre el carácter, como entrenador, de uno de nuestros verdugos de aquella Recopa del 77, hablan dos de los españolitos:
- El ex-jugador de ese otro equipo de Madrid comenta: "Me hizo cinco años más joven con su entrenamiento con balones medicinales".
- Y a continuación, sobre nuestro fantasista favorito, dice el periodista (un cachondo): "Menos optimista se mostró su compatriota José Manuel Jurado: "En algunos entrenamientos se sufre bastante", admitió".
(Me he muerto de risa, lo reconozco).
Por cierto; el motivo del cese no es deportivo, sino "el sablazo a las finanzas del club". Concretamente, que diversos grupos de hinchas lanzaron campañas contra el entrenador y escribieron una carta abierta pidiendo salvar los "valores del club" y denunciando la megalomanía del técnico."Desde el punto de vista del Schalke, hay muy buenas razones para esta destitución", dijo el jefe del consejo de vigilancia del club.
(Ésto, aquí, mira que ya es complicado el alemán, pero nos suena a chino, lógicamente. ¡¡Menudo ejemplo!!.)
¡Qué cosas hay que oir Don Fran! Balones medicinales, camas con exceso de oxígeno, ozono y ácidos grasos, para que luego tengan la desfachatez de apuntar a otros lados cuando se habla de ayudas extradeportivas al rendimiento.
ResponderEliminarLo del trescuartista es impagable, éstos alemanes tan cuadriculados no saben entender el duende, el pellizco, el quejío (el que debía dar él ante tanto abdominal).
¿Consejo de vigilancia del club? En nuestro equipo hay una garita habilitada para estos menesteres, pero han empeñado el espartano mobiliario que tenía. ¡Qué cosas tiene usted, como si fuera tan fácil extrapolar modelos del Ruhr al Manzanares!
Eso es rigurosamente cierto, Don Emilio.
ResponderEliminarTanto, que esta es una de las contadísimas ocasiones en que tampoco se pueden poner de ejemplo los gloriosos viejos tiempos; porque les amamos, les veneramos, les idolatramos y así será siempre ... pero ni con Adelardo, Luis, Ayala, Irureta o el mismísimo Don José Eulogio Gárate, fueron extrapolables los métodos de "Míster Látigo", quien por lo visto, incluso les hacía subir las gradas (de cemento) para arriba y para abajo, entre otros supuestos excesos ... con lo cual ganaron la Liga ... pese a lo cual no siguió Merkel.
O sea que ni con Don Vicente, oigan.
La comparación es odiosa pero no debemos menospreciar a QSF, oiga. Que me acuerdo yo que él obligó a correr por el monte a la plantilla en un par de partidos después de alguna decepción.
ResponderEliminar¡Qué hombre indomable! ¡Genio y figura!