lunes, 13 de febrero de 2012

Oportunidades perdidas

Como cada domingo, Ambrosio extendió la sábana raída que servía a la vez de escaparate y local al negocio de venta de variedades en una calle de las más aledañas a la periferia del Rastro. Como cada domingo, colocó con mimo la magra mercancía que pretendía expender guardando las distancias justas entre cada artículo, no más de tres dedos. Todas las jornadas acababan igual, recogiendo los mismos cachivaches para devolverlos al carrito de la compra que hacía las veces de almacén portátil para el stock de su ambulante empresa. Los mejores días, volvía con un elemento menos en el carro y con pocos euros en el bolsillo de su raído gabán. No era Ambrosio un vendedor devoto, ni mucho menos. Cuando algún transeúnte se encaprichaba de ese libro antiguo, él, antes de hablar de precios en los que medir el deseo de posesión del contrario, siempre interrogaba al cliente con maneras de comandante de puesto de guardia civil caminera:

– ¿Y qué uso le daría usted a este libro?

– Pues qué quiere que le diga. Lo quisiera acomodar en una estantería del living room. Con ese color de lomo tan bien conservado combinaría con la tapicería de mi butacón de brazos a las mil maravillas.

– Por favor, circule y no me haga perder más el tiempo –respondía alterado Ambrosio–. Sepa usted que este libro que para usted no es más que un complemento ornamental son las obras completas de Victor Hugo, faro y guía del romanticismo liberal. Ni por todo el oro del mundo permitiría servidor que esta edición en tapa dura y acabados en hilo de plata cayera en manos de un individuo de su pelaje. Usted sí que es un miserable y no los personajes que tan bien dibuja el autor en la obra que forma parte de esta antología del saber.

Así pasaba las mañanas dominicales Ambrosio. Increpando a todo aquel que osara acercarse a su callejero establecimiento. Tildando de frívolas a las damas y de alcornoques a los caballeros. Recorriendo árboles genealógicos de los interesados en algún ítem de su catálogo para afearles su irresponsable conducta. Por ahí no paso, no señor, decía siempre cuando algún compañero de comercio pretendía que relajara los modos en aras de cuadrar caja y llevarse una buena ración de caracoles en salsa al estómago.

Un día, el azar llevó delante del puesto de Ambrosio a una señora de perfil noble que se arrebujaba en un abrigo de pieles de calidad indiscutible. La señora, bien por snobismo o bien por estulticia, se interesó por la mercancía que ofertaba Ambrosio. La mujer supo responder a cada invectiva que le dedicó con saña nuestro protagonista saliendo airosa de cada prueba. Ese disco iba a formar parte de una colección cuidada de grandes clásicos del jazz progresivo, esa lámpara encontraría su último reposo sobre una mesilla de noche Luis XIV, aquel cuadro sería admirado por los clientes de un despacho de abogados de toga larga sito en la avenida más principal de un barrio de alcurnia. Ambrosio, por primera vez en su vida, quedó sin defensa para finiquitar la transacción de todo su género. La proximidad del cierre del trato hizo que vecinos de tenderete, modistillas que pasaban por allí y hasta carteristas de dedos largos se agolparan frente a la sábana expositora para ser testigos del histórico hito. Ya tenía la clienta un fajo de billetes que no cabía en sus cuidadas manos para dárselo a Ambrosio, ya su acompañante se disponía a agacharse para recoger los preciados artículos, ya todo parecía abocado a un final irremediable cuando Ambrosio, desoyendo una voz interior que le prometía un retiro en Torrevieja con el dinero que iba a recibir, formuló una última pregunta:

– Y usted, señora de mis entretelas, ¿con qué equipo simpatiza en lo que a cuestiones balompédicas se refiere?

– Pues mire, una no es muy de deportes de contacto y sudores, pero si tuviera que inclinarme por algún estandarte, sería sin duda por el del conjunto que pace Castellana arriba, que no en vano una fue mocita, madrileña y se tenía por risueña.

– No se hable más –cortó Ambrosio interponiéndose entre la sábana y el lacayo que pretendía recoger las culturales viandas–. Casi me la da usted con queso, señora, pero no ha nacido todavía quien engañe a Ambrosio Atalayas. Quítese de mi vista si no quiere que le espete lo que pienso de los de su condición, guarde usted su dinero, probablemente recaudado en desigual lid, y lleve usted tanta paz como deja en este establecimiento humilde pero de intachable moralidad. Mis pequeños tesoros solo pueden ser disfrutados por alguien que sienta la fe colchonera, no puede ser de otra manera.

Tras este episodio, volvió Ambrosio a sus costumbres, volvieron los clientes a salir espantados ante los epítetos que el singular tendero les dedicaba, volvieron los veranos en el pueblo en vez de en Torrevieja, volvió la sábana cada domingo a ser extendida en el pavimento y volvieron los vecinos de puesto a lamentarse por tantas oportunidades de venta, todas ellas perdidas.



Al igual que el protagonista de nuestra historia. La historia del partido del Atleti en Santander se puede resumir hablando de las oportunidades perdidas. También, al igual que Ambrosio, el equipo se dejó llevar por sus principios. Por esos principios que ha instaurado Simeone desde su llegada: la presión, la solidaridad, el compromiso, la seguridad defensiva y la eficiencia atacante. Ésta última, la eficiencia en el ataque, falló en Cantabria. Numerosas ocasiones creó el equipo en el mejor partido desde la llegada del Cholo. Todas y cada una de ellas acabaron muriendo en la madera, en el limbo o en los guantes de un portero al que los nuestros elevaron a los altares del racinguismo. No corrió en ningún momento peligro el crecimiento del minutaje que lleva el Atleti sin encajar un gol, si acaso alguna jugadita a balón parado resuelta con solvencia por el cedido belga y su defensa, esa que ha dejado de ser un fondo de inversión de riesgo para balones sueltos independientemente de quien la conforme.

Destacable el partido de Diego, que ayer salió con su mejor traje y que además de notable en movilidad y precisión, dedicó cinco minutos en los inicios de la segunda parte que merecieron el premio del gol o de ponerle su nombre a una rotonda ajardinada. No estuvieron mal tampoco Gabi en la presión, los laterales a la hora de sumarse al ataque y Arda, ése al que servidor mira con una debilidad especial, por ser algo contrahecho, talentoso y tener la pinta de ese amigo que todos tenemos que acaba cayendo antipático a madres y novias por informal y desahogado. Los delanteros no tuvieron su mejor día, bien es cierto que Adrián lo intentó proponiendo algo diferente, como siempre, pero a veces desconcierta su frialdad y esa estigmática, aunque a mi juicio exageradamente glosada, falta de gol. También es verdad que Falcao lucha, pelea y se faja como el que más, pero a un delantero de su caché se le debe pedir más finura a la hora de la definición. Entre los dos tuvieron ayer algunas de esas ocasiones que ponían a Fernando VII y no a Felipe II, como dicen algunos. A estas alturas de la película, los más y los menos ya sabrán que los delanteros son muy de rachas, como los vientos de componente sur, y hay días que están negados. Sirva este prefacio para apuntar de nuevo hacia una de las grandes mentiras de esta temporada: la mejoría de la plantilla en su globalidad. En días como estos, uno echa de menos a un Sabas, a un Negro Cabrera o a un Biagini. A alguien capaz de cambiar guiones o, simplemente, a un delantero más. Casi ya no se pide que ese delantero pueda ser o no un revulsivo. Si no fuera mucho pedir, nos conformaríamos con que hubiera uno solo más, aunque fuera bajito, calvo y pronunciara las erres con frenillo. Pero ya saben ustedes que no lo hay por mucho que la corrupta gerencia, sus satélites y los palmeros habituales del régimen hablen de completitud de plantillas y de objetivos grandilocuentes. Todos rezamos para que no se produzcan lesiones o sanciones y nos tenemos que tragar ese sapo de que Salvio o Pizzi pueden ser los revulsivos del equipo sin evitar que los más maledicentes quieran cambiar una v por una p al calificarlos.

Sin más ganas de extenderme, les voy a dejar con Ambrosio, ese atlético tan peculiar al que ya casi todos hemos cogido cariño. Más que nada para que cierre este artículo con la brillantez que a mí me faltaría.

Cuando el helador aliento del viento seguía azotando las aceras vacías sin firmar treguas y los viandantes todavía no habían tomado posesión de las calles que nacían en la Plaza de Cascorro, Serafina, vendedora ambulante que compartía espacio y sentimientos rojiblancos con Ambrosio se acercó al lugar en el que éste último ejercía su ministerio mercantil para preguntarle sobre sus impresiones sobre el partido del Atleti de la pasada tarde. Ambrosio esperó unos instantes, como hacía siempre antes de decir algo importante…

– Mira Serafina, el deporte rey y las matemáticas aplicadas están llenos de teoremas con unos condicionantes. En las lides futbolísticas, para llegar a buen puerto, mantener la portería a cero es condición necesaria pero no siempre suficiente. Dicho lo cual, si de despliegue de artes escénicas de borceguí hablamos, uno no puede dejar de mostrarse esperanzado ante el partido de nuestro equipo y pronostica que pocos se escaparán si se mantienen esas formas, aunque bien es verdad que yo hubiera sacado a Koke cuando se lesionó Tiago dadas las características del rival. 

16 comentarios:

  1. Gran entrada D. Emilio, un personaje peculiar y un análisis acertado.
    Se comprueba que al final se ha dejado llevar por el buen humor de la seguridad y la fortaleza que demuestra este nuevo Atleti y no fruncir el ceño ante las oportunidades perdidas. Además el punto no ha sido malo del todo, vistos los resultados.
    Aunque yo lo que espero ya es el inicio de la E.L., porque esta liga escocesa cada vez tiene menos interés.

    Con un saludo. Buenos dias.

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  2. Se agradece Don Carlos. Hilando con lo que usted comenta y las sensaciones (no se espanten, no son de las del ínclito estratega-rapsoda de cuello pico) que deja el partido, estuve a punto de decantarme en la crónica por un detallado análisis de los diferentes grados de cabreo que el aficionado rojiblanco puede llegar a experimentar. Debo reconocer que tras el pitido final, éste que suscribe se fue a la calle para sacar al perro más cabreado que una mona, mascullando por lo bajo y sin saludar a los vecinos de escalera. Aún así, se trata de un cabreo que, a medida que pasan las horas, deja buenos pálpitos y conclusiones positivas, nada que ver con esos cabreos que se producían antes de la llegada del Cholo, cabreos por incomparecencia, vamos...

    Lo más perjudicial de la jornada en cuanto a resultados es que el Valencia se escapa, no sé yo si tendremos margen para recortar tanto ahora que se nos vienen encima partidos entre semana...

    La Liga, en su parte de arriba, da mucha pereza oiga...

    Buenos días tenga usted...

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  3. Con permiso, primero de todo felicidades por el escrito Don Emilio, Ambrosio conquistó nuestros corazones.
    El año del doblete vino el Mérida en la primera vuelta, se echaron los 11 atras en el minuto 1, y encima marcaron en una contra, con lo cual ya adoptaron la táctica del murciélago. Tuvimos n ocasiones de gol y merecimos golear, pero al final empatamos a 1, gol de Correa, y Antic, que algo sabe de esto dijo que en esta situación empatar no le preocupaba, que jugando ellos como lo habían hecho y el contrario encerrado ganarían 9 de cada 10 partidos.
    El sábado la sensación fue la misma, hicimos todo para ganar, pero la pelotita no entró, mala suerte. Pero creo que de 10 partidos jugando asi ganaremos 8, empataremos 2 y perderemos 1 (por favor, que no sea el del Madrid), y entonces nos alegraremos cuando ganemos y cuando no lo hagamos por lo menos estaremos orgullosos de los chavales porque lo dieron todo.
    Saludos cordiales

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  4. Estoy con usted y me admiro de su buen memoria. Una de las facetas en las que el Simeonismo Revisado no había acabado de conquistarnos era en la continuidad. Los resultados acompañaban, la pinta era buena y muy mejorada pero se seguía funcionando a rachas. El otro día en Santander, durante casi toda la primera parte y el tramo central de la segunda, el Atleti fue un vendaval. Y si no lo fue durante toda la segunda parte fue, en mi humilde opinión, por el cambio de Arda, que dejó un hueco que Pizzi no fue capaz de llenar y por la ansiedad lógica de los últimos minutos en los que se dieron cuenta que se iban a escapar dos puntos a pesar de tanta superioridad.

    A mí me deja tranquilo, desde luego...

    Abrazos varios

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  5. Continúo que ando locuaz hoy: el único pero chiquitito que le puedo poner a Simeone, como comentaba Ambrosio, es el tema de la sustitución de Tiago. No es que Mario lo hiciera mal, pero con un rival que había demostrado lo que el Racing en la 1ª parte, a mí me hubiera pedido el cuerpo poner a Koke. Para ser benévolo, insisto dentro del crédito que se está ganando el Cholo, supongo que todavía no se encuentra tan seguro del sistema para "desequilibrarlo" de esa manera, pero creo que era lo que tocaba.

    Lo de no tener otro delantero, ya si quieren lo comentamos otro día, justo cuando algún Manolete diga que esto es una plantilla Champions...

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  6. Coincido en todo con usted, don Emilio. Gran partido del Atlético de Madrid que no se vio recompensado con el premio de los goles y por tanto, de los tres puntos.

    Confluyeron dos cuestiones: la gran actuación de Toño y la ceguera de Adrián y Falcao. Para solucionar el problema del gol, otros futbolistas deberían sumarse a semejante responsabilidad.

    El Atleti tiene muy buena pinta. Aunque echaremos de menos que haya algún jugador más para poder realizar algún cambio con garantías de cambiar algo, precisamente.

    Un saludo, amigo.

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  7. Sí, el que toca D. Julio es otro punto interesante, la necesidad de goles que vengan de centro del campo. De momento llevamos dos de Diego, uno de Arda y otro de Gabi. El tercer máximo goleador del equipo tras los delanteros es Domínguez con tres...A mí también me parece que falta algo, pero vayan ustedes a saber con tantos líos de nueves mentirosos y otros inventos caprichosos.

    Un abrazo

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  8. Aaaaah, la planificación deportiva, esa gran desconocida...

    Buenas tardes.

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  9. Sepa usted, Don Carlos, que cualquier sustantivo que coloque usted delante de deportiva cuando de nuestra gerencia se trata, pertenece al terreno de la ciencia ficción y del ocultismo más recalcitrante...

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  10. Qué curioso, Don Emilio, que ambos hayamos echado de menos a Sabitas. Y cómo me gustaba a mi el Negro Cabrera. Limitadito técnicamente, pero con el gol en la sangre. Anda que no nos ha resueto también partidos ni ná.

    A mi hay un jugador que me encantaba para ese rol tipo Sabas: era un tal Quero, que estaba en el Numancia y ahora me parece que anda por Córdoba. Ahí tienen una solución buena, bonita, y sobre todo, barata, aunque la opción de Zigic tampoco la miro con malos ojos, ni mucho menos.

    Y, viendo el estado de Diego Costa, tampoco hubiese sido descabellado haberse quedado con él, ¿Verdad? Yo le vi el partido que hizo en Zaragoza y trajo por la calle de la amargura a todos los maños.

    Un fuerte abrazo.

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  11. No conozco a Quero, pero desde luego Zigic nos hacía padres, aunque fuera solo por el miedo que produce en las defensas rivales cuando de bombear balones se refiere (¿recuerdan uds. aquella eliminatoria de EL en la que acabó desvestido por nuestros centrales?).

    Como escribí en su santa casa, siempre me ha gustado Zigic y, por extensión, cualquier delantero tanque. Creo que ya hemos glosado en ocasiones a Hrubesch, a Koller o a Jardel,jugadores de un perfil necesario y útil en un equipo en bastantes ocasiones.

    Ayer estuvimos Don Jesús y yo batallando dialécticamente en LVR con algunos que minusvaloraban la posibilidad de que Diego Costa o incluso Ibra se hubieran quedado en el equipo. Nos hubieran venido bien y esperemos no tener que acordarnos de ellos si algún percance ocurre con nuestros puntas. Solo pensar en Salvio como referente atacante hace que tenga que ir al armario para buscar las sales...

    Un abrazo enorme...

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  12. A mi es que Ibra me gustaba bastante. A ver si en Pamplona termina de estallar, porque es un chaval pero que muy interesante. Llámenme loco, pero yo le he visto cositas de un tal Drogba y todo ...

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  13. Sin entrar en comparaciones probablemente exageradas, Ibra es uno de los nuestros, que no es poco.

    De todas formas, ¿no se han preguntado ustedes nunca el por qué de que nuestros canteranos sean referencia en categorías inferiores y luego caigan en el ostracismo? Entre el "to el mundo es güeno" del Trampes y el "casi ninguno vale" de los nuestros debe haber un justo término medio.

    Ibra, Arizmendi, Borja, Keko, Cedric....

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  14. Todo esto es un desproposito. Lo de la planificación, digo.
    Siendo un maquiavelico y sutil torturador, imagínense ustedes que, después de un inicio de temporada con cositas, se pasa luego a un ridículo que, no por habitual, es menos espantoso y que da con el inefable alineador jienense con sus huesos en el paro. Le sigue el Cholo y la cosa parece que funciona...
    ¿A que se va todo al carajo, por la falta de jugadores que, además,están cedidos en otros equipos?.Cojan ustedes cualquier equipo y hagan una crónica similar de mitad de temporada...¿Que hemos hecho para merecer esto?.
    Buenos días.

    PS. Sí no entienden algo le echan la culpa a Sony Ericsson y a mi natural torpeza con su teclado...

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  15. Lo de que la planificación es de chufla lo sabemos desde hace un cuarto de siglo. Lo de que la plantilla es corta en ciertas posiciones lo tenemos claro desde el inicio de temporada. Mientras llevábamos un penoso deambular lo de la plantilla corta puede llegar a ser incluso un acicate para que salgan chavales del B a foguearse, ahora que las cosas parecen haber tomado un rumbo esperanzador, daría mucha rabia quedarse en la orilla por no tener alternativas.

    Es lo que hay, oigan...pero no se preocupen, que dice el de la peluca que con la bendición de Benito todo irá mejor.

    PS: No le eche la culpa a Sonny Ericsson (al que supongo concuñado de Anderson el pistolero aquel de Lyon, Trampes y Villareal), que ya está mayor y queda feo...

    Buenos días...

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  16. ¿Me permiten que se me acelere el pulso después de lo de hoy?. Un poquito...una pizquitina, oigan...
    Me ha gustado mucho. Ambición, garra y FUTBOL. Eso es lo que se ha visto en Roma. Y lo ha puesto el Atleti, quien lo diría hace unos meses.

    Buenas noches. Que me voy contento, oigan...

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