jueves, 22 de agosto de 2013

Las finales por fascículos

Jugaba el Atleti otra final y nos obligó a trasnochar de nuevo. Jugaba una final y uno no dejaba de preguntarse por el motivo de que estas finales se tengan que jugar a doble partido, la razón de entregar por fascículos títulos que pudieran dirimirse de una sentada. Uno no encuentra más respuesta a este dislate que la de que en el guión de este tipo de choques no se quiere dejar lugar a la sorpresa ni a los invitados inesperados, como el Atleti. Estas finales están diseñadas y concienzudamente preparadas para que las jueguen dos equipos y ninguno otro más. Así, se inicia la temporada de la manera que consideran ortodoxa gerifaltes federativos y periodistas de rodillera desgastada: con un par de partidos de los que enfrentan a los únicos contendientes que a su juicio interesan. Esos que, si por los que reparten y organizan estas cosas fuera, deberían dirimir los títulos en juego en un playoff a 37 partidos del siglo mientras los demás miran sin protestar por la migaja que se les otorga. Por eso nos regocija colarnos por méritos propios en la fiesta preparada para otros, esa fiesta que ayer noche vivió su primer episodio.

Salió el Atleti al campo con la alineación que en breve todos los niños se sabrán de carrerilla y salió el rival con camiseta de polo cítrico de dos sabores dejando en el banquillo a Marimar y a su peinado de gallina matada a escobazos. Salieron los entrenadores y de nuevo Simeone apostó por el negro riguroso mientras Martino apostaba por unos tonos que merecerían la creación de una plataforma de damnificados por la Semana Fantástica de El Corte Inglés. Salieron los dos contendientes junto al equipo arbitral y el besamanos se convirtió en una explosión de cariños sin tapujos: de casi todos sus antiguos compañeros a Villa, de Koke a sus nuevos compañeros de internacionalidad y hasta de Undiano Mallenco a Busquets, con quien estuvo detallista y atento toda la noche.

Sacó el rival de centro y el Atleti se puso a esperar. No un esperar amilanado sino un esperar activo. Consciente. Agazapado. Amenazador. Se disponían los de rojo y blanco en tres líneas prietas, con la principal variante de que Diego Costa cerraba la banda derecha, y lo hacían con la presión y la solidaridad como principales aliadas. Apretaban los nuestros no dejando jugar al contrario, llevándose cada balón dividido y salían a la contra con muy mala idea, sin duda poniendo en práctica las teorías aplicadas de Don Luis Aragonés en su cátedra de la facultad de Ciencias del Contraataque. Fruto de una de esas contras académicas, llegó el gol tras triangulación brillante entre un Koke proverbial, un Arda más entonado y un Villa que culminó la jugada rematando no se sabe muy bien si con el empeine o con la sed de revancha tras sus años de exilio pegado a la cal o a los asientos de los banquillos.



No cambió el guión tras el gol. Un rival que amasaba y cansaba al balón de tanto moverse sin sentido aparente y un Atleti enfervorecido. Heroico en la presión y en el sacrificio y más que aseado cuando el balón le pertenecía. De igual manera comenzó la segunda parte: achuchaba generoso el Atleti y pretendía controlar al desatado rival el equipo de la segunda equipación refrescante con la inclusión de Chés Fábregas y de, por fin, Marimar o como pone en su camiseta, Marimar Jr.

Seguían los nuestros a lo suyo: a pegar y retroceder. A no bajar la guardia. A querer luchar en los terrenos que le convenían cuando el árbitro perdonó amorosamente una segunda amarilla a Busquets, ese especialista de cine atrapado en el cuerpo de un mediocentro, que hubiera decantado la batalla y roto el partido definitivamente. Justo entonces, un balón colgado que no se cerró bien posiblemente porque las piernas estaban en la reserva, fue cabeceado a la red por Marimar Jr., aspecto que hoy destacarán los diarios afines al régimen como una muestra de genialidad sin precedentes de ese jugador con pinta de cobrador de atracción de feria. Poco más brindó el partido hasta el pitido final. Algún arranque racial de los suplentes a los que Simeone dio paso y algo de no perdamos en poco tiempo lo que tanto ha costado conseguir.

Dejó el partido un sabor agridulce. Raro. Por un lado, queda la sensación de orgullo ante el responder del Atleti ante este tipo de partidos y su tendencia a mostrarse respondón con el poderoso utilizando sus propias armas. Queda también cierto regusto a oportunidad perdida, a cosecha injusta. A partido de nivel altísimo que el rival empata sin merecimiento. Dentro de una semana más. El segundo capítulo de esta final fasciculada que de manera incomprensible se nos ofrece por entregas. Al fin y al cabo una final y, cuando de finales se trata, no parece prudente para los rivales fiarse del Atleti. 

6 comentarios:

  1. Yo también, don Emilio, vi muy bien al Atleti en la segunda parte. Equilibró el partido y transformó la defensiva primera parte en un juego más ambicioso. Lástima que no le saliera bien la jugada por el gol de Marimar, JAJAJA.

    Pero es el camino para ganar este tipo de partidos.

    Abrazos y es un placer, de nuevo, leer sus crónicas.

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  2. Me alegra que coincida usted con la percepción de que el Atleti, hasta el gol de Marimar, jugó una segunda parte desatada, con menos atadura en la disciplina táctica que la primera, uno lee los periódicos y hablan sobre un tiempo para cada equipo, algo en lo que discrepo.

    Lo mejor es ver que las distancias se acortan, como usted ha publicado en twitter, y la seguridad con la que se afrontan este tipo de partidos.

    Ya sabe que siempre es un placer contar con su visita..

    Un abrazo

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  3. Pues yo, D. Emilio, me fui a la cama con el pecho hinchado de orgullo. Y desvelado, oiga, que a esas horas un servidor debería estar ya relajadito...
    Porque, cuando los negros presagios predecían un paseo militar de estos reencarnados dioses del olimpo, renacidos de sus cenizas en una pretérita lid contra las hermanas ursulinas de la caridad caparrosiana, resulta que el trabajo, la presión, la solidaridad y una pizca de fútbol les pone el cuerpo revuelto. Vaya, vaya...
    Y claro, en este fútbol "moderlno" de cejas y piernas depiladas, y de peinados estrafalarios,de campos regaditos y cortados a la medida correcta (menos medio milímetro,oiga, que el balón tiene que correr a la velocidad adecuada para el tiki-taca...), de seguidores de ojos achinados por aquello de que les regalamos partidos en sus horários y viajes veraniegos, en este fútbol, digo, el que no mire cómo juegan a triangular entre unos y otros, parece que no sabe jugar.
    Pues resulta que esto también es fútbol. Tosco, quizás. No muy preciso, vale. Pero fútbol. Honesto, sacrificado y eficaz. Seguro que han tomado nota porque, para nuestra desgracia, parece que esta vez si que tienen entrenador.
    La cosa está complicada si. Pero no mucho mas que estaba con el 1-0. Se elimina la especulación. Tienen que salir a ganar y a fe que el Cholo (we trust) se lo grabará a fuego a cada uno de sus jugadores.

    Lamentablemente, D. Emilio, mis dudas van un poco mas a largo plazo. No se lo que va a durar esto con una plantilla que en mi impresión, es corta. Hay mucha exigencia, mucha mas que la temporada pasada, y un ritmo finde-miércoles a este ritmo...
    En fin, veremos.

    Casi buenas tardes ya...

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  4. Pues mire que a mí no solo no me parece tosco, sino que me parece divertido, apasionado, entregado y me toca la fibra por ser el fútbol con el que uno se ha criado desde pequeño. El fútbol que exprime tus armas intentando aniquilar las del rival y que plantea los partidos como batallas llenas de escaramuzas y trampas en las que caer.

    También me fui a la cama orgulloso y emocionado pero algo triste. Triste por el poco premio al gran partido de los nuestros y triste porque la lectura que el aficionado moderno y sus panfletos de cabecera harán de lo de ayer se reduzca a que Marimar se desvirgó como goleador, dejando de lado uno de los mejores partidos que el Atleti ha hecho en los últimos años.

    Buenas tardes...(¿Siesta hoy también?)

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    1. Calle, calle, que trajín. A mi que soy de siesta a lo Cela, ya sabe, pijama, padrenuestro y orinal, me han metido hoy sesión de Ikea y tiendas varias.
      Para morirse, oiga...

      Buenas noches.

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    2. ¡Sapristi! Ahora que el Atleti se está poniendo barroco en lo táctico se pasa usted a la sobriedad escandinava en el interiorismo....

      Buenos días

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