lunes, 12 de diciembre de 2011

¡No más cuentos!

– Menos mal que ha llegado señora Fernández –dijo la azorada secretaria abordando en el pasillo a su jefa y responsable de asuntos laborales del colectivo de personajes y actores de historias moralizantes transmitidas por vía oral de generación en generación –. Tiene usted la antesala del despacho de bote en bote.

– No recuerdo yo tener tanto compromiso –dijo Argimira Fernández contrariada ante la imposibilidad de pasar su jornada laboral cultivando sus contactos en Facebook y resolviendo sudokus de dificultad apreciable.

– ¡Pues menudo día le espera! Primero tiene a La Bella Durmiente pidiendo un cambio de turno para así solucionar sus problemas de sueño. Dice no sé qué sobre los biorritmos y el síndrome de la soledad del vigilante nocturno. Luego, una representación del colectivo de madrastras indignadas sobre la dificultad a la hora de establecer comparaciones para saber quién es la más bella del reino si se siguen otorgando licencias de apertura a clínicas de estética regentadas por Rapunzel y su equipo de esteticiennes. Más tarde tiene un brunch ecológico con el colectivo de lobos vegetarianos en el que se ahondará en la posibilidad de acogerse a la objeción de conciencia gastronómica cuando toque comer cabritillos o abuelas postradas en cama acogidas a la ley de dependencia.

– ¡Me vas a dar la mañana Toñi! –exclamó abrumada la ocupada funcionaria.

– Y la tarde, no crea...Se han presentado sin previo aviso varios concesionarios de las viviendas sociales para cerditos que se construyeron mediente recalificación de terrenos rústicos. Ha habido que apuntalar las edificaciones, dicen los técnicos que un soplido las echaría abajo –añadió la eficiente administrativa…

– Gracias Toñi…ahora salgo.

Cerró la puerta de su despacho y se dejó caer en el sillón de orejas entrecerrando los ojos para localizar el punto exacto en el que se acababa de levantar en armas un terrible dolor de cabeza. Antes de pulsar el interfono para pedir a Toñi que pasara la primera visita recordó con añoranza tiempos pasados. Tiempos en los que el mayor problema era proporcionar una cesta con sujeciones apropiadas para no verter el contenido de la jarrita de miel a Caperucita Roja, quien por cierto había tramitado hace poco una petición para cambiar su denominación por la de Caperucita Progresista, sobrenombre con mucha menos carga ideológica. Tiempos pasados, tiempos felices. Tiempos en los que los cuentos eran más sencillos….



Durante la semana que comienza hoy oirán ustedes muchos cuentos: el cuento del lobo que finalmente vendrá a llevarse lejos a Manzano, el cuento de los príncipes azules que vendrán en el mercado de invierno para mejorar una plantilla de primera línea, el cuento de la lechera que nos intentará convencer de que los objetivos siguen a tiro, el cuento de la bruja que practica conjuras en la plantilla para sacar esto adelante y hasta el cuento de que viviremos felices y comeremos perdices escabechadas en un palacio deportivo que asoma tras la tan cacareada maqueta. Todo son cuentos. Y como cuentos que son, no se puede creer en ellos sin estar tocado por la candidez que se pierde con los años. Una candidez que muchos de nosotros perdimos hace veintitantos años.

Sin ganas siquiera de hablar de la recurrente pantomima a la que nuestro equipo nos invita con desesperante regularidad y que ayer volvió a alcanzar marcas históricas en Cornellá, como antes fue en Albacete, Getafe, etc., permítanme alertarles sobre la moraleja de todos estos cuentos: el Atleti, tal y como lo conocimos, está muerto…Y no valdrán esta vez besos de príncipes en los labios, no. Nadie debería creerse ese cuento. 

6 comentarios:

  1. Buenas tardes D. Emilio.

    La verdad es que este fin de semana la única alegría deportiva que me he llevado a sido cuando el Estudiantes (el equipo de mi colegio) le ganó al todopoderoso Real Madrid remontándole 17 puntos de diferencia.

    Mis hijos juegan al balonmano y nos invitaron al partido del sábado del BM Atlético de Madrid contra el Barça. ¡Vaya forma de animar y de hacer ruido! ¡Y vaya actitud de los jugadores! Perdieron por 2 goles pero nunca perdieron la cara y fue un partido de poder a poder.

    Claro que, en balonmano el Atleti sólo pone el nombre, el club es el antiguo Balonmano Ciudad Real y siguen siendo independientes de Cerezo y Gil. Aún así, como es un deporte más longevo que el fútbol, había jugadores en la cancha que
    padecieron el cierre de la antigua sección del balonmano, por obra y gracia de Gil padre en la conversión en SAD del cluz.

    Nada que ver con lo que ví ayer por la noche y que me hizo irme de mal humor a dormir. Como debo tener una vena masoca, vi el partido del ¿Atleti? por Canal +, y pagué las consecuencias.

    La otra cosa buena del fin de semana, es que como el trampas perdió en un partidazo de su actual bestia negra, están más callados que una tumba, muy ocupados lamiéndose las heridas, y no dan la brasa.

    Que tenga una buena tarde.

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  2. Grandioso el Estu...una lección sobre cómo se deben afrontar según qué citas.

    En cuanto a los nuestros de fútbol, una lección de cómo se afrontan casi todas las citas sin aprender la lección...

    Y la nave va...

    Descanse usted hoy lo que su enfado no le permitió ayer...

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  3. Pues todavía hay gente que se los cree. He visto encuestas, que evidentemente no son científicas, pero que reflejan que hay más del doble de personas que creen que Manzano es el máximo culpable, que personas que creen que los máximos responsables son los dirigentes. Áteme esa mosca por el rabo, don Emilio.

    Julio.

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  4. Yo creo que resultados así se sustentan en que hay un gran número de personas que única y exclusivamente consumen prensa mayoritaria, esa a la que le duele señalar a los culpables salvo honrosas excepciones...

    Dicho lo cual, Manzano se ha convertido en un problema, no el mayor, pero un problema al fin y al cabo.

    UN abrazo

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  5. Este año me he convertido en atlético de toda la vida, y aunque parece que he elegido mal momento, por lo menos puedo leer su fantásticos cuentos, D. Emilio. Me descubro. (Rambo)

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  6. Bienaventurados los que han visto la luz, aunque sea tarde....

    No se descubra usted mucho, que el tiempo no acompaña..

    Un saludo

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