lunes, 19 de diciembre de 2011

Diario de sesiones

Nueva entrega de las deliberaciones de los parroquianos que forman el senado atlético que nos fue presentado en la entrada "Extracto del diario de sesiones"

Acta de la última sesión ordinaria del periodo 2011 celebrada por el Senado Atlético representativo y autóctono del Bar Casa Maxi.

10:00 horas: Se inicia la sesión del senado atlético dos horas antes del comienzo del partido a pesar de las protestas entre bostezos de algunas de sus señorías por no romper las costumbres de la cámara. Preside la misma el actual arrendatario del local, Don Maximiliano Autillos, y modera y administra Don Santos Tenderete por su condición de parroquiano más veterano al ocupar el mismo taburete en el local desde hace veintitrés años.

Asistentes:
Don Maximiliano Autillos
Don Santos Tenderete
Doña Adelaida Minucias
Don Epifanio López de Pantorrillas y Rocamora
Don Arístides Ventolera 

Asisten como invitados el señor del frac del que desconoce su gracia que lleva visitando diariamente durante el último mes al arrendatario del bar, Sr. Autillos, en reclamo las tres últimas mensualidades del alquiler del local y la doctora Viviana Daniela Philipauskas Sosa (ver la entrada Derechos de Autor) en su condición de terapeuta del Sr. Ventolera.

Orden del día:

·         Antes del inicio de la sesión, la doctora Philipauskas explica su presencia en base a un experimento sobre el terreno para intentar comprender el por qué de la bipolaridad que asedia a su cliente, Don Arístides Ventolera. La doctora aporta que su paciente muestra estados de depresión cuando el equipo juega allende el Calderón y alegrías contenidas cuando juega en el coliseo rojiblanco, no descartándose al respecto ninguna hipótesis de antemano.

·         Por primera vez en los veintitrés años transcurridos desde la construcción del local, Don Santos Tenderete se levanta de su asiento para ofrecerlo de manera galante a la doctora, hecho que causa sorpresa en los asistentes e indignación en Doña Adelaida Minucias, quien muchas veces solicitó por los conductos habituales al Sr. Tenderete un cambio de ubicación en base a las corrientes de aire.

·         La cámara solicita al arrendatario del local una adaptación al horario matutino de las ofertas que en horario de tarde tan bien son acogidas por la concurrencia, sugiriendo el cambio del popular 3x2 en tercios de Mahou por el más procedente 3x2 en cafelitos cortados o tisanas de menta poleo. El Sr. Autillos declina la oferta ante los abucheos del respetable pero rescata de manera graciosa una caja de polvorones comprados con motivo del viaje de paso del ecuador de la hija del Sr. Ventolera a Palma de Mallorca que guardaba en la cámara frigorífica. Ante la textura basáltica que han tomado los polvorones desde su adquisición, más de tres años según algunas fuentes, los miembros de la cámara se acogen a la enmienda de volver a las ofertas vespertinas, pidiendo tercios de cerveza al grito de “Que sea lo que Dios quiera”.

·         Como medida excepcional, los miembros masculinos del senado acuerdan unánimemente otorgar a la Dra. Philipauskas del título de Excelentísima Señora Doctora, por la que será conocida a partir de ahora, en reconocimiento a sus piernas. La doctora acepta el cumplido azorada, pero se niega en redondo a que el administrador y moderador le condecore en el alto muslo con una escarapela conmemorativa de tan alta mención.

Sin más asuntos que tratar, la sesión se levanta, como de costumbre, cuarto de hora antes del inicio del partido, estimándose un receso de dos horas en vez de las dos horas menos cinco minutos acostumbrados, en previsión de la demora que en la salida del estadio pueden ocasionar los gritos de los señores senadores en contra del actual entrenador y de los dos gerentes que de manera tan desahogada llevan las riendas del Club Atlético de Madrid. La cámara repara en que, durante esta sesión prepartido, no se ha tocado tema alguno concerniente al equipo, lo que ya no es de extrañar dadas las prestaciones del mismo. Cabe reseñar que, alegando un ataque de gota, esa enfermedad tan común en los de su clase, Don Epifanio López de Pantorrillas y Rocamora anuncia que se quedará en el bar viendo el partido con el Sr. Autillos, lo que es aprovechado por el señor del frac para hacerse, previa petición, con el abono del Sr. López de Pantorrillas.

Deben reflejarse fuera de acta los muy positivos comentarios que, una vez parroquianos e invitados desalojaron el hemiciclo, los señores Autillos y López de Pantorrillas dedicaron a la anatomía de la Excma. Sra. Doctora, quedando aceptado, sin ninguna oposición, el apelativo de “diosa de los cognitivo” como el que más se acerca para describirla.



12:07 horas: Se vuelve a levantar la sesión alcanzado el quórum necesario y contando de nuevo con la presencia de los invitados.

Disposiciones finales:

·         Por unanimidad se acuerda tramitar urgentemente, mediante correo certificado si es posible, escrito a las altas instancias de la sociedad, esto es el señor que da vueltas compulsivamente a la M-30 y sus dos representantes de cabecera, rogando la inmediata dedicación de los mismos a regentar una escudería de fórmula turismos en la que el susodicho premiado gestor ocupe la plaza de piloto habitual, que es lo que le llena realmente aparte de llenarse los bolsillos. Durante las siguientes sesiones se estudiara la idoneidad de habilitar huchas recaudatorias en lugares estratégicos para ayudar a la tan gravosa transición.

·         Asimismo, se acuerda ponerse en contacto con la oficina del INEM más cercana de cara a que vayan teniendo preparado el expediente del Sr. Manzano. Bien es sabido que todavía le queda un partido de gracia en base a las telarañas que habitan en la caja del club, pero lo de los cambios de hoy solo puede calificarse como una provocación para que le despidan fulminantemente.

·         Se acuerda por mayoría simple realizar mención especial al partido de Don Paulo Assunçao, jugador que por ser calladito, suele aguantar con estoicismo estancias incomprensibles en el banquillo cuando sus competidores demuestran en cada ocasión su incapacidad para pasar de la velocidad de trote.

·         Este senado no se explica el silencio de la grada durante los primeros sesenta minutos de partido. Durante el encendido debate, se baraja la posibilidad de atribuir a la masa memoria de pez y conformismo a partes iguales, para acabar, de nuevo recurriendo a la memoria, anunciando el estado de excepción que debe traer aparejado la clasificación del equipo. Se admite a trámite la propuesta del Sr. Ventolera quien, en un alarde de su pesimismo bipolar, califica la temporada de muy parecida a la del descenso.

·         Finalizando la sesión, la Excma. Doctora Philipauskas toma la palabra para argumentar con la superioridad que otorga estar aupada en tan excelentes piernas, que comprende por fin el quebranto de su paciente y que su diagnóstico se inclina hacia “la ansiedad provocada por el hecho volitivo que se enraíza profundamente en el yo omnisciente que tan bien estudió Fromm”, lo que al no ser entendido por ningún miembro del senado ni por el señor del frac, se aprueba unánimemente.

Sin más temas que tratar, se levanta la sesión hasta el próximo miércoles, día en el que se ha fijado la siguiente sesión extraordinaria copera.

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¡Qué piernas, Maxi! ¡Qué piernas! –añadió Santos Tenderete desde la atalaya de su taburete cuando la sala de plenos del senado atlético ya había sido desalojada –, anda, sirve una tapa de callos con garbanzos para mi y otra para el señor del frac, que se ha quedado algo compungido con el resultado….

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