miércoles, 2 de abril de 2014

Plañideras y otras hierbas

No acababa todavía de pitar el árbitro el final del partido con la alevosía del que pretende ahorrar sustos y malos ratos indebidos al titular de la plaza cuando la legión de plañideras habituales empezó a extender su cenizo manto por la geografía patria: Ahora ya sí que no, sin Costa no va a haber manera de meterles mano a estos en la vuelta ¿Y la Liga? Lo de la Liga va a ser una pena, tanto nadar para morir cuando ya se ve la orilla en lontananza. La legión de plañideras y otras lloronas augura derrotas en todos y cada uno de los partidos que el Atleti afrontará de aquí a final de temporada y echa cuentas con una calculadora científica Casio de si se podrá conservar en el menos malo de los casos la tercera plaza, que si tenemos que ir a la Champions del año que viene vía fase previa, nos echa seguro un equipo esloveno de corte defensivo pero alegre en el despliegue gracias al talento de un mediapunta con el nombre lleno de consonantes que solo conocen Maldini, Axel Torres y el niño de la del quinto, que va por mal camino en la vida.

Yendo al meollo del asunto, al del partido me refiero, las plañideras, entre hipidos, apagaron los televisores cuando vieron al de Lagarto echarse mano al alto muslo y se fueron a la cama sin tomar postre, para castigarse más. Otros en cambio, preferimos trasladar el mantra del partido a partido a un entorno más local e impaciente para vivir el encuentro de ayer minuto a minuto, detalle a detalle. La lectura pesimista, esa lectura que parece sin motivo haber estado aparejada a la historia rojiblanca a pesar de ganar mucho más de lo que se perdió y de sonreír mucho más de lo que sufrió, mostraría que el Atleti no jugó demasiado, que se limitó a cerrarse de manera ordenada despreciando el balón la mayoría de las veces. Otras lecturas, las de servidor por ejemplo, resaltan con admiración la fortaleza mental de un equipo al que un tirón inoportuno y traidor derrumba el plan diseñado para abordar el castillo ajeno. El pinchazo en el muslo de Diego tiró por tierra la estrategia del balón largo y el ir a buscar al rival a sus terrenos y el equipo asumió el golpe con naturalidad, buscando otro camino, como siempre hizo cuando encontró una senda obstruida. Decidió El Cholo entonces esperar, ejecutar esa coreografía de líneas juntas que el equipo baila con tanta perfección y sincronía. Decidió Simeone cambiar de plan, dejar de ir a presionar a un portero con alma de corista de varietés, alejar un poco más a Villa de la portería que tan cerca estuvo de perforar cuando el partido recién nacía y uno está convencido de que si hubiera elegido otro plan, el C o el plan H, también hubiera acertado, como suele hacer siempre.   



Dirían las plañideras que tras los primeros minutos no se vio al Atleti y de nuevo estarían erradas. Se vio a un Atleti rocoso, denso, un Atleti que no lo pasó mal salvo en los cinco minutos posteriores al gol de Marimar aunque estuviera enfrente el equipo de la pretendida excelencia, el equipo de la delicadeza, de los entrantes servidos en cucharilla para descubrir mejor las diferentes texturas, ese equipo que tantas veces aburre y al que dan ganas de pitar pasivo sin necesidad de ponerse el traje de árbitro de balonmano. Dijo Simeone en la rueda de prensa de la víspera que el equipo competiría y de nuevo lo hizo, con sus armas, no con las de otros que pretenden pensar que solo hay un camino para llegar a Roma o a Lisboa.

Argumentarían las plañideras que el portero sacó un par de manos estratosféricas y uno coincide en eso y bendice el día en que Thibaut entró en nuestras vidas con su acné, su nariz de presidente de república francesa y su flequillo de estudiante de BUP, a la vez que maldice el día en que Londres le llame a filas de regreso sin que haya más que resistencia pacífica desde Madrid. Añadirían pañuelo en mano las plañideras que como el gol de Diego sale uno de un millón y otros pensamos que qué fortuna la nuestra de que haya salido en tan noble circunstancia. Es curioso que Diego, al que servidor aún le sigue viendo como accesorio, fuera el que dejara de lado su inclinación hacia el barroquismo y el control orientado algo exagerado para plasmar en tamaño zapatazo las enseñanzas absorbidas en la Bundesliga, competición en la que se venera el tiro a trallón.


Con el partido todavía caliente las plañideras se llevaban las manos a la cabeza pensando en las ausencias que habrá en la vuelta, en las cortedades de plantillas, en los ya te decía yo que estos no iban a aguantar, en los bastante lejos han llegado con la carita de hambre que traían y otras paparruchas semejantes. Basándose en tan aberrantes conclusiones asegurarán también comprender el porqué de jugar al límite del reglamento y otras atrocidades que los tertulianos de camiseta Zanussi perpetran pero habrá otros, y uno espera que sean muchos, que disfrutan de lo lindo de la temporada que nos ha tocado vivir. De los matices que uno encuentra en cada partido, de aquella nueva jugada de pizarra ensayada, de los planes B, C o H, de los titanes hispanobrasileños que se llevan la mano a donde el trasero empieza a perder la batalla de la gravedad y de los guardametas que se ponen más nerviosos en un examen de recuperación que ante un penalti.  Hace tantísimo tiempo que uno no veía la botella tan llena que le parece que todavía podría albergar un poco más de ese líquido que nos da la vida…y olvídense de las plañideras, leches… 

6 comentarios:

  1. Ja ja ja , buenos días Don Emilio, ya me ha sacado esa sonrisa tonta de nuevo. Esa sonrisa con cara de imbécil más tipica de José Luis López Vázquez cada vez que entraba a una chica en esas pelis de banda sonora de incalculable valor.

    Cansado, hastiado, aburrido, del insulto y vejación por parte de tanto vikingo insurrecto e insatisfecho me dedico a repetirles como el padrenuestros que el triplete es suyo, pero que me dejen en paz. Que sí, somos un equipo de violentos con un Godín asesino en serie, y un tal Gabi que rasca más que un nanas. Un delantero sucísimo que insulta, pega y escupe y con un portero del Madrid.

    De todo oye uno mire usted. Sin embargo yo sigo con esa sonrisa tonta e imborrable que denota confianza y fe ciega en un entrenador y sus guerreros que han recuperado el orgullo para todos nosotros.

    A mi no me engaña nadie, el Atleti ha vuelto y eso jode. Yo le dejo y felicito por la campaña de su equipo que es el mío y el de tantos otros sin que se me borre esa sonrisa idiota.

    Un abrazo rojiblanco enorme !!!

    Fernando Altarejos

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    1. Es duro para el adversario ver como el equipo simpático, el que regalaba oportunidades a diestro y siniestro en la tómbola defensiva de su propia área se ha convertido en esta perfecta máquina engrasada de presión, compromiso y sincronización.

      Dicen los estudiosos del Siglo de Oro que los de Fuenteovejuna al lado de este Atleti son el ejército de Pancho Villa.

      Un abrazo

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  2. ¡Ay, D. Emilio! (suspiro), que poco dura la alegría en la casa del pobre, ¿verdad?. Ya hemos empatado, se nos ha lesionado Costa y claro, pues ya no vamos a llegar a nada...
    ¡Pero que leches!. Ahí seguimos, oiga, y por ahora no tienen lo que hay que tener para echarnos. Nos estamos bebiendo sus licores, hemos puesto los pies encima de su mesa, nos hemos encendido uno de sus mejores puros y falta poquito para hacernos dueños de sus "legítimas"...

    Y todo ello con la filosofía del trabajo. Del esfuerzo. Discutía anoche con un amante del "futbol de salón", para el que el jugo de los del Cholo (WE TRUST, como siempre) no es mas que un compendio de patadas en pos del "resultadismo". La cosa no acabó en improperios como debiera, pero me hacen gracia estos gurús de la finura y del "buen gusto" futbolísticos. Memos...
    Anoche fué una demostración de lo que es un EQUIPO. Una mas. Se manejó el partido hasta que al Atleti pudo. Lo achacan a un cambio de estrategia del Barca (que puede ser), pero hay que sumarle el paso atrás que dimos cuando ya teníamos el botín en el zurrón. Aunque es muy cierto que apretaron de lo lindo al final, y que Courtois se ganó el sueldo, el entramado defensivo, la solidaridad, y el esfuerzo colectivo creo que no tienen parangón en toda Europa. Y eso se disfruta, vaya si se disfruta.
    Asi que no se hasta donde llegaremos, pero esta gente me tiene ganado para la causa. ¡Gracias a todos!

    Buenos dias.

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  3. ¡Qué afán tiene la canallesca de augurar que nos vamos a caer con todo el equipo! Esto nos lleva a lo que usted cuenta, como no acabamos de caer, hay que empezar a minusvalorar lo que se consigue y los medios para hacerlo.

    Sepa usted que, si se viera enfrascado en una discusión con un esteta del balón y le suelta usted un sopapo (consecuencia natural al intentar razonar con los epicúreos de la posesión) , la convención de Ginebra y las Naciones Unidas estarían de su lado por haber recetado una bofetada terapéutica a aquel que la necesitaba mucho más que usted.

    Buenos días..

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  4. Sí señor, Don Emilio, a las plañideras que les den. Y para que quede claro: hasta el gol de Marimar, nuestro Thibaut no tuvo que hacer ningún esfuerzo y las ocasiones que hubo fueron del Atleti, así que para esas plañideras: menos lobos, Caperucita.

    A eso vamos a añadir que ya se ha cumplido la mitad de mis deseos: empate a 1 en la ida. La otra mitad es el empate a 0 en la vuelta y que el Barça sufra en sus propias carnes lo que es quedarse sin caramelo sin haber perdido.
    Yo me veo en semifinales. Para ser del Atleti hay que ser optimista y yo soy del Atleti ;-)

    Buenas noches a todos los del Atleti!!

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    1. Esto empieza a tomar tintes de premonición, servidor también visualizaba el 1-1 en la ida, pero en la vuelta veo un gol de Gabi de esos en los que golpea el balón con las almas, la suya y la de los demás, todas juntas.

      Buenos días...

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