lunes, 24 de octubre de 2011

Quien no se consola es porque no quiere

El director de la sucursal española de la multinacional del entretenimiento casero levantó la vista de unos papeles que no decían nada en particular. Tampoco los estaba leyendo, para qué nos vamos a engañar. Se trataba de escenificar su disgusto ante los probadores y programadores del juego de fútbol de inminente lanzamiento navideño. A pesar del calculadísimo ambiente informal que planeaba en la empresa, ejemplificado en la ausencia de corbatas y pantalones de tergal de tacto lija, de vez en cuando convenía mantener las distancias. De otra forma, las cosas podrían desmandarse.

– Contadme entonces –comenzó el gerente paseando la mirada con dureza ante los jovenzuelos de pelo descuidado y barba de tres pelos que suponían el músculo en España de la compañía.

– Pues mira Borja, resulta…

– Don Borja, si no os importa –cortó el responsable ensanchando más el terreno entre él y los genios de la programación.

– Eh…de acuerdo, Don Borja. Pues resulta que ayer, compilando las últimas rutinas del paquete de mejoras de la versión 5 punto 2 punto 3 punto 7 del juego, nos dimos cuenta de que hay problemas en un equipo. En el Atleti –explicó muy serio el más hablador de todos–. Nos pusimos a jugar un partido para verificar los fallos, elegimos aleatoriamente un equipo, el Mallorca, que no debería ser problemático. Eso sí, para que no fuera tan fácil la cosa, programamos un gol en contra nada más empezar el partido. De penalti tonto y a lo mejor injusto, que no queda bien manipular a base de código los parámetros vectoriales…

– Al grano, Óscar, al grano –se impacientaba el jefe ante la verborrea adornada de su empleado, lo que no sentó bien a la audiencia, no por la interrupción, a lo mejor merecida, sino por la alusión al grano, problema endémico en las frentes y mejillas de los trabajadores en nómina.

– Lo que le decía. A pesar de la desventaja de partida, las características del equipo rojiblanco deberían haber bastado para remontar el partido, pero ahí empezamos a detectar la incidencia. Como bien sabe usted, cada equipo tiene unas opciones de velocidad, resistencia, puntos defensivos y puntos ofensivos, habilidad y talento, pues bien, cuando un jugador elige al Atleti todas las opciones bajan al mínimo, a valores de un segunda B, para ser más claro.

– ¿Y eso? ¿Error de programación? ¿Un virus?

– Nosotros no comentemos errores de programación –dijo con una sonrisa suficiente otro de los empleados, un Mario Suárez por el pelo, pero con 50 kilos más–. Lo del virus también está descartado, hace unas semanas encontramos uno, llamado Fifa, que sí que baja los valores de las opciones reproduciendo sensaciones de pesadez en las funciones que calculan el rendimiento individual, pero ya está en cuarentena.

– Si me permites, eh…, permite Don Borja –retomó el speech el primero de ellos–, no crea que este bajón se refleja solo en las características grupales. También las características de cada jugador sufren una merma considerable. Por ponerle un ejemplo, el botón de pase adelantado o al hueco no funciona con normalidad, tampoco el de desmarque ventajoso, lo que hace que solo se pueda utilizar la combinación de teclas de pase al pie. La función de chut desde fuera del área, inutilizada también. Además, lo que no se explica es que, cuando parece que todo vuelve a su ser o su estar, que no en vano pertenecemos a una industria claramente anglófila, no puede mantenerse más de un ataque por jugador, siendo este un claro hándicap a la hora de buscar una continuidad en el juego. Es como si no pudieran jugar bien todos los jugadores a la vez.

– ¿Y el modo supermanager tampoco funciona? –preguntó cada vez más desanimado Borja María de Senovilla y Bradley, todo lo contrario a un hombre hecho a sí mismo.

– El supermanager falla más que una escopeta de feria, si me permite la expresión. El supermanager deshabilita el módulo de sustituciones que puedan cambiar el partido y acumula jugadores de banda que no juegan por la banda, entrando en un bucle infinito y estomagante de mediapuntas, todo sea dicho.

– Pues no va a salir nadie de aquí hasta que no se solucionen los problemas –bramó con el indicador de paciencia en rojo Don Borja–, no podemos permitirnos que la competencia nos tome la delantera en esto también.

– No, si la delantera no nos la van a coger, por eso no se preocupe. Les hemos llamado y ellos tienen el mismo problema con el lanzamiento que están preparando –intervino el doble obeso del blandito mediocentro colchonero–. No les funciona el Atleti, se les van los indicadores a cero, como a nosotros.



Borja Mari respiró un poco, ya se había visto teniendo que dejar el club de golf y las noches enológicas que a su superficial novia tan sugerentes le parecían. Aún así, intentó buscar alternativas poniendo en práctica las enseñanzas aprendidas en el master que Tita Cuqui le financió tan desinteresadamente.

– Pero, ¿lo habéis comprobado todo?

– Todo es poco Don Borja. Con decirle que Jonathan (el del pelo y cintura con exceso de volumen), se ha pasado el fin de semana en las oficinas para probar y para, a la vez, batir el record nacional de alimentación a base de pizzas de masa pan –añadió Óscar de manera gráfica.

– ¿Y no será que no hay ningún error? ¿No será que los valores del equipo y del manager no son para tanto? –intervino uno de los más callados de los genios, un mozalbete que no parecía tener más de trece años­–. Todos hemos asumido que por valores de jugadores y de equipo, el Atleti debería estar entre los cuatro primeros, pero…¿no será que realmente es un equipo para estar octavo o noveno?

Todos reflexionaron sobre lo que acababa de decir el precoz tecnólogo. Podría ser. A lo mejor los parámetros con los que los colchoneros estaban dotados en base de datos eran irreales. A lo mejor habían cogido datos históricos para programar y deberían hacer hecho un update de las últimas temporadas con sus respectivas características a la baja. No obstante, Borja Mari retomó el pulso de la reunión.

– Ok, compilad todo de nuevo y si no se ven errores seguimos con el plan establecido. Salimos al mercado aunque sea así. Probablemente tengáis razón, el Atleti lleva demasiado tiempo con los valores objetivos en rojo. Informadme cuando terminéis –finalizó el responsable dando la reunión por terminada.

Los programadores se dirigían a la puerta cuando fueron sorprendidos por Ainhoa, la única chica que trabajaba en la oficina, ganando a las carreras el espacio entre ella y la sala de reuniones.

– Jefe, chicos. He encontrado el problema. Se trata de un programa espía portugués. Se llama Mendes. Es como un troyano que se asocia con los ficheros corruptos que pueblan el núcleo directivo de los programas gerentes caraduras atacando de igual manera los sistemas operativos y los bancarios.

–Gracias Ainhoa. Buen trabajo –dijo Borja para romper el silencio ya que el resto de los presentes presentaba una coloración de cara que recorría todos los tonos del rojo hasta llegar al granate de Jonathan. Es lo que tienen los genios de la informática, tratan a los servidores y a los pixeles con total naturalidad pero no saben cómo se debe tratar a una dama. 

10 comentarios:

  1. Buenos días D. Emilio.

    Cuando uno se pone a rotar constantemente (es decir, dar vueltas sobre si mismo) puede acabar mareándose, poniéndose gris (al hilo de su entrada anterior), y perder la estabilidad, deambulando por el campo como un boxeador al que han dejado grogui, tirando golpes que no llegan al objetivo. Porque ocasiones para marcar no faltan ni posesión de la pelota (ahora que hemos recordado lo que es).

    También se sabe lo que pasa con algunos virus, sobre todo los que atacan el aparato digestivo, que uno se pone gris (¡otra vez!) antes de echar hasta la última papilla. Y esto es necesario para echar el virus.

    Como no sabemos cuál de las dos razones es la del efecto letal en el juego del equipo, empezaría por la más fácil de atacar (la otra se está demostrando francamente difícil con el paso de los años como si se tratase de una enfermedad crónica), dejaría de rotar a ver si con un poco de estabilidad afinamos la puntería. Por lo menos, dejaremos ese color gris macilento de los mareados (aunque no sé qué color recuperaremos).

    Un saludo y que tenga un buen día.

    ResponderEliminar
  2. Yo también creo, Don Alberto, que ahora mismo la búsqueda de un once fijo debe ser el camino hacia la estabilidad. Ya tendremos tiempo de dosificar los esfuerzos cuando llegue la primavera si es que llegamos a ella con necesidad de dosificar algo y no nos desangramos antes de las navidades, como de costumbre.

    Para mí, lo peor de ayer fue el tristemente conocido sentimiento de impotencia y de planicie en el juego. La no continuidad, la no lectura correcta de los tiempos de ciertos jugadores y la blandería de otros. Vale que te encuentras de cara con un penalty raro nada más sacar de centro pero que haya más, aunque sea un recurso chusco como bombear balones al área durante toda la segunda parte. Pero es que ni a base de empujones llegan las oportunidades (permítame discrepar en este punto). Los cambios mal y a deshora, las decisiones individuales de los que deben echarse el equipo a los hombros, discutibles cuando menos. Y, sobre todo, desesperación en muchos de los nuevos llegados que debieran ejercer ese rol. Mucho me temo que en breve se contagiarán de la abulia general reinante...

    Un saludo desde el pesimismo.

    ResponderEliminar
  3. Muy buenas, Don Emilio:

    ¿A cuánto pasan el gramo de morfina en el Calderón? Porque tras contemplar la grada ayer en la 2ª parte, yo creo que a los que van al campo, si en vez de 11 pibes, les pones 11 monos con la rojiblanca, ni se enteran ... ¿O sí? ¡MANZANO VETE YA! Pero qué triste es todo esto, macho ...

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Sí, es triste Don Tomi. Pero lo auténticamente triste es pensar (como hacen muchos entre los que me encuentro) que probablemente tenemos lo que nos merecemos.

    Uno mira al Rayo o al Betis, por poner ejemplos, y le corroe una insana envidia por haber sido capaces de sacudirse del yugo de los malos gestores...Nosotros, ahí llevamos más de veinte años empetando contra tantos escudos humanos como nos pongan. Triste, sí. Mucho.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Pues sí, don Emilio, lo triste es lo que comenta más arriba. Y no sólo el Rayo, o el Betis, ayer el Racing contra Pernía, y el Atleti ... No se entiende, serán las campañas de la Rushmore, Manolete, Sabina o que somos la peor afición (con las honrosas excepciones, que son los mejores, pero parece que desgraciadamente demasiado minoritarias).

    En fin, que cada año se te quitan las ganas antes de ver un partido del Atleti, yo he visto poco por cuestiones de trabajo, y la verdad es que casi me alegro. Quizás suene la flauta en la EL o en la copa, ojalá, pero parece bastante complicado.

    Un abrazo y pese a todo siempre Atlético!

    ResponderEliminar
  6. Volvemos a las andadas, don Emilio. ¿Qué les dirá don Manzano a los jugadores en el vestuario? No me diga que no pagaría lo que fuera por escucharlo! Nadie se entera de nada, ni el entrenador, ni los jugadores, ni la afición. Los únicos que saben lo que hacen son dos.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Si alguien me pidiera un por qué a la hora de no levantarse de manera masiva contra el cáncer que asola el club tengo claro uno de los principales factores: la prensa. Queramos o no, la mayoría de los aficionados consumen los grandes medios. Estos grandes medios mantienen un incomprensible idilio colaboracionista con el dúo dañino ergo la gran masa sigue apuntando a Manzano, a Pernía, a Forlán, al Kun o a la madre que parió al kioskero más cercano a la puerta 21.

    Ojalá me equivoque, de corazón lo digo, pero me parece que otro año de travesía por el desierto habemus.

    Un abrazo y forza atleti libre.

    ResponderEliminar
  8. Pues supongo Don Julio que les hablará de seguridades defensivas y de que están en números de no pasar apuros al final de temporada. Es lo que tiene una apuesta conocida y reservona.

    Es más de los mismo, lo que comentábamos antes del partido, primer escudo humano tocado. Luego se hundirá este y habrá que mirar a Caminero, etc...En fin, nada que no haya dicho usted en su genial entrada sobre el tráfico de la M-30 y su saturación.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  9. Como informático digo, que a lo mejor la especificación de requisitos del Atleti sufrió un cambio de alcance por problemas presupuestarios. Ante la incapacidad de replanificar el proyecto, a espera de tener presupuesto para una v2 y teniendo en cuenta que no hay un centro de información contra el que cargar el presupuesto para hacer un parche, creo que lo mejor va a ser la decisión que tomó Don Borja, ponerlo en producción tal y como está y que sea lo que Dios quiera...Aunque claro...Como esto lo tenga que arreglar el AM...Lo llevamos clarinete.

    ResponderEliminar
  10. Su conocimiento de la materia le delata Don Pitufo.

    Confiese que usted es de esos que va al trabajo con una camiseta de Star Trek sobre la que descansa una coleta descuidada y con las puntas algo abiertas. ¡Hágalo!, prometemos no ser demasiado duros con usted.

    ResponderEliminar