lunes, 19 de mayo de 2014

Hace unos años....

Pisa (Italia), un día cualquiera del año 1.187, año más o año menos, que después de tanto tiempo casi lo mismo da.

- Pues ustedes dirán lo que quieran, pero me da a mí que esta torre acabará cayendo

- Vayamos partido a partido.



Hace unos años, demasiados a juicio del que suscribe, tras el pitido final de un partido celebrado en una tarde calurosa y gloriosa en la que nuestro actual entrenador abrió la puerta de la victoria y Narváez Machón, de nombre Francisco Miguel, la agrandó para que cupiera el éxtasis de toda la parroquia rojiblanca, servidor de ustedes salió del estadio abrazándose a cualquiera que se encontrara transitando las calles aledañas al Calderón y se encaminó a Neptuno con una bandera rojiblanca anudada a la cintura y una bufanda en la frente a la manera baturra, aspecto éste que sirvió para que muchos de los que se cruzaron en el camino no acertaran a decidir si era éste un gesto de homenaje a Luís dado su apellido, un guiño al primer título del doblete histórico conseguido en la ciudad maña o una gilipollez de tamaño apreciable dado el calor que hacía. Más allá de condicionantes estéticos, uno se bebió una noche que descansaba rendida a los pies de la causa colchonera, una noche que cayó presa del equipo que había fabricado Antic para plantar cara a unos rivales que contaban con muchos más medios y más soberbia también. Aquella noche de hace unos años, demasiados seguramente, fue una de esas que se alarga por antojarse cortísima, una de esas que uno recuerda con más cariño pese a que el tiempo haya difuminado muchos detalles. Eso sí, uno recuerda que fue el amanecer quien aconsejó tocar retirada con la voz rota pero el ánimo inquebrantable, y con la bufanda puesta en la frente a la manera baturra, claro…




Poco puede uno añadir a todo lo que se ha dicho del partido del sábado. Tal vez podríamos hablar del deseo de conseguir algo que mostraron un grupo de jugadores por los que nadie hubiera dado un duro hace unos meses, ya caerán decían los profetas adscritos al régimen establecido, y la aliviada decepción que produjo en el espectador la actitud de un rival superado y entregado, de un rival en claro estado de descomposición al que parecía valerle el empate que valía a los nuestros en muchas fases del encuentro. Sería injusto hablar de uno más que de otro, aunque ese uno fuera Godín, autor del gol y por tanto protagonista del recuerdo que tendrán los atléticos del futuro cuando muchos otros detalles se hayan difuminado por el paso del tiempo. No se podría analizar el partido sin las lesiones de Costa y Arda, sin esos sollozos entre los que ambos se fueron al banquillo, sin esas lágrimas que se convirtieron en la gasolina que impulsaba a sus compañeros cuando los depósitos habían agotado la reserva de largo. Muchos de los que vieron el partido del sábado pero no han visto la mayoría de los partidos de este Atleti esta temporada quedaron admirados de la lucha, de la entrega de unos jugadores que han dejado a los habitantes de Fuenteovejuna en una panda de egoístas que van cada uno a la suya. Decía Simeone ayer que esto no es solo fútbol, que cuando alguien cree y trabaja para ello, se puede y probablemente esa sea la mejor enseñanza que uno puede sacar de todo esto. A ustedes y a mí, que hemos visto todos los partidos salvo aquel que no pudimos porque se casaba el primo Nicomedes con su novio de toda la vida en lo que era la primera boda gay del pueblo, evento que como comprenderán uno no iba a perderse, nos parece igual de admirable el equipo que en las otras 37 jornadas. Se pasó mal, eso sí. Se pasó mal por la cortedad de un resultado rácano con los méritos mostrados por los nuestros durante el partido y a lo largo del campeonato y por la emoción y trascendencia del momento, pero uno sabía que nada malo podía pasar. Llámenlo confianza en la justicia divina, llámenlo creer en el destino, llámenlo pensar que está escrito en los astros, llámenlo como quieran pero esta liga tenía que ser del Atleti, no podía ser de otra manera.


Hace un día, y les aseguro que parece mucho más, tras el pitido final de un partido celebrado en Barcelona en el que el Atleti conquistó con justicia su décima liga, uno se fue a abrazar a su hijo y pensó que era una pena que el pequeño no fuera un poco más mayor para poder comprender qué estaba pasando, para saber porque su padre tenía los ojos anegados en lágrimas. Deambulaba uno por la casa sin saber a qué habitación ir, sin saber si gritar o saltar, sin saber qué hacer con unos nervios que habían alcanzado dimensiones de buey de arrastre. Decidió uno salir a la calle y celebrar el título con sus iguales. Bajó y volvió a subir varias veces, comió excesivamente y bebió más de la cuenta y hasta tuvo tiempo para afear la condescendencia de aquellos que tienen la desfachatez de decir que se alegraban por nosotros cuando nuestros triunfos les reconcomen desde tiempos inmemoriales. Dejó pasar las horas soltando la adrenalina que se empeñaba en acuartelarse en tripas y corazón y de vez en cuando se pellizcaba en el antebrazo sin retorcer demasiado. Ya con la noche ganada y la familia en la cama, uno, al que los nervios tamaño familiar le impedían plantear una armisticio con el sueño, vio el partido de nuevo, cambiaba de canal compulsivamente buscando imágenes de la vuelta de los héroes y contaba las horas para poder salir con el alba para comprar los periódicos que glosaran la gesta rojiblanca, la de todo un año, la de un equipo fabricado a imagen y semejanza de Simeone con el que se ha sido capaz de hacer frente a los rivales, siempre, tanto ayer como hoy, tan soberbios. Fue entonces cuando servidor de ustedes decidió cerrar un círculo que se empezó a trazar hace unos años, tal vez demasiados, y, como homenaje a Luis y su apellido, se puso una bufanda en la frente a la manera baturra, claro…

11 comentarios:

  1. Permitame ser el primero en felicitarle don Emilio.

    Gran Atleti y gran crónica. Le soltaría alguna tontería o juego de palabras, pero ya he empezado mi concentración previa a la final de Lisboa, y no me salen. Un gran abrazo

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    1. ¡Que sería de las concentraciones previas a las citas importantes sin tonterías, juegos de palabras o sentidos recuerdos a la familia directa de María José Gutiérrez, Guti!

      Rebusque algo en la chistera, aunque lleve algún tiempo allí....

      Un abrazo.

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  2. Bonitos recuerdos, sin duda. Yo también estaba allí, haciendo la ola, viendo al cholo subido en el travesaño, pasando un calor sofocante, poniendome un gorrito de cartón duro de noseque' panfleto merengue, con la carrera recien terminada y la mujer de mi vida recién elegida...
    Llorando como una magdalena, ante un Albacete que curiosamente nos devolvió a la vida junto al cholo hace menos de dos años...
    Fue uno de los tres o cuatro mejores días de mi vida.

    Hemos vuelto, Emilio. Hemos cerrado un circulo vergonzoso de 18 años en lo institucional. Y espero que su hijo vea como cerramos otro circulo de 40 años. Espero de esperanza, de creencia y de confianza en el equipo del cholo. A por la séptima visita en cuatro años. Nos vemos en Neptuno, baturros, en honor a Aragonés.
    Llega su copa, sabe ??

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  3. Sí, yo también lo recuerdo como un día muy especial y muy distinto al del sábado, probablemente sea una cuestión de años.

    Desgraciadamente no hemos cerrado el vergonzoso círculo, si ayer alguno de ustedes escuchó la entrevista a Cerezo en la radio, se daría cuenta de que poco tenemos que agradecer al palco por los milagros que se están sucediendo en el terreno de juego (¿cómo puede una persona decir tantas veces "de que" como inicio de una frase?)

    Ojalá nos veamos en Neptuno, sea a la baturra o a cabeza descubierta (cosa que hace unos años no dejaba ver calvas, como ahora...) para cobrarnos esa que el destino nos debe, le debe a ese señor de patillas desiguales y barba mal afeitada que cogía de la pechera a los jugadores díscolos...

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  4. Yo también tenía, D. Emilio, la costumbre de enrrollarme la bandera a lo pareo y la bufanda a lo baturro. Y eso que, como bien apunta, en aquellos años aún podía presumir de pelazo...
    La descripción del post partido del sábado, bien coincide con la mia. No pude conciliar el sueño ni a tiros y al dia siguiente que tuve que trabajar (el deber no conoce de sacrilegios) sólo pude aguantar a base de repeticiones e imágenes de una fiesta a la que no pude asistir.
    Son tantos los años transcurridos entre las dos Ligas que me dejaría demasiados en el tintero a los que recordar, para bien y para mal. Es por ello que no puedo dejar de mentar a los que todavía están al frente entonces y ahora. Esos mismos que nos hicieron olvidar el sabor de la victoria, sustituyéndolo por el "orgullo del sufridor". Entraron en el Atléti,pero el Atlético no entró en ellos (R. Uría dixit). Que sepáis, indignos, que esto no es por vosotros, es A PESAR de vosotros.

    En fin, D. Emilio. Enhorabuena a todos los que hemos vivido la travesía del desierto con estoica paciencia. El Cholo (we trust) nos ha devuelto a la victoria en el torneo de la regularidad. Ese torneo imposible, ese coto privado. Falta la guinda. ¡Qué digo guinda, guindazo!. Y yo, particularmente, sigo creyendo...

    Buenos dias.

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  5. Aúpa http://laagoniadelmediapunta.blogspot.com/

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  6. El Tio Calambres también anima.. https://www.youtube.com/watch?v=sAAyjY1QPFA

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  7. Es que la bandera a lo pareo y el pañuelo baturro estilizan una barbaridad, es un must para los que empezamos a echar tripa de manera alarmante.

    Andaba uno en otros foros amigos ponderando sobre la dificultad de esta liga con respecto a la anterior y uno cree que ésta es infinitamente más complicada por el abismo que el reparto televisivo y el resto de zarandajas ha abierto entre Pili, Mili y los demás.

    Héroes, son héroes. Guerreros que abrazaron la fe cholista como la única verdadera...

    Buenas tardes..

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  8. Estupendo post, amigo Don Emilio. Ha merecido la pena por muchas cosas, entre otras el ver a mi hijo (15 años) llorando emocionado y nervioso, muy nevioso porque nuestro Atleti había ganado esta liga que se merecía, que nos merecíamos.

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  9. Esperemos Don Enrique que no haya que esperar tantos años para sentir esta emoción y estos nervios tan tremebundos que traen las ligas bajo la axila.

    Saludos

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  10. Una vez más sabe tocar la fibra Don Emilio. Dada mi edad, que no es corta, recuerdo aquella Liga y aunque sean el mismo título dista casi un abismo entre ambos conjuntos si no fuera porque algunos de aquellos están hoy en dicho Club.

    Sería capaz de recitar aquel once: Molina, Geli, Santi, Solozábal, Toni, Pantic, Vizcaíno, Simeone, Caminero, Penev y Kiko, como jugador número doce: López. Tres de ellos están hoy en el Club. Aunque el autor de todo esto sea Simeone.

    Aquellos Barça y Madrid eran ya dos mastodontes pero no de las dimensiones de hoy día. El Valencia de nuestro Luis terminó segundo disputando la Liga hasta la última jornada. Las diferencias de puntos no eran como hoy en día. El Atleti ha ganado la Liga sacando 20 puntos al cuarto y 27 al quinto. En aquella Liga se le metieron 13 puntos al cuarto (Espanyol) y 15 puntos al quinto (Tenerife).

    Quiero darle las gracias por su colaboración inestimable con la web la vida en rojiblanco. Hoy toca subir su crónica, no puede faltar uno de los mejores colaboradores que tenemos en ella y se le echaba de menos. Su último artículo gustó y mucho, como siempre se vuelve a lucir con este escrito.

    Gracias por describir de esa manera el sentir rojiblanco y gracias por dejarnos disfrutar de este triunfo a su lado virtualmente hablando.

    Un abrazo rojiblanco inmenso. Somos los Campeones de Ligaaaa !!!

    Fernando A.

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