jueves, 16 de mayo de 2013

Olores


A medida que se acerca el día de mañana, flota en el ambiente un aroma distinto, huele de una manera especial. Algunos románticos dirán que será la primavera, que ha estallado alocada y nos trae reminiscencias a azahar y a naranjo, pero uno, que es mucho más prosaico para estas cosas, sabe que en la capital la primavera trae olores a alcantarilla tupida y caca de perro, pero aún así sí que nota que huele de una manera diferente. Un olor tal vez difícil de identificar pero agradable. Huele a día grande.


Huele de la misma manera que debía oler cuando esos aficionados que acudían al estadio con su mejor traje aplaudían al ritmo acelerado de las imágenes del NODO y vitoreaban de forma mucho más comedida que en la actualidad las gambetas de Peiró, las galopadas de Collar y los remates de Jones. Huele como debía oler entonces: a linimento y sudor. A camiseta con botones. A fijador y a loción para después del afeitado. Huele al que gana saltándose los pronósticos. Huele a tomar el metro o el tranvía para mudar la celebración triunfante en dirección a lo conocido, a esas latitudes del sur de la ciudad que siempre fueron más nuestras.


Huele de la misma manera que olía cuando éste que suscribe era un jovenzuelo que se fue al fútbol dejando a sus padres indignados por ser la cita dos días antes del examen de selectividad. Huele como el mohín despechado de aquella novieta de cuyo nombre no quiero acordarme porque probablemente no me acordaría que no era capaz de entender el por qué de que el Atleti saliera ganador en la encrucijada planteada entre ella y la final. Huele a nervios, a saber sin saberlo del todo que uno recordará ese día mientras viva. Huele a brazos al cielo, huele a gol por la escuadra de Futre y a maestría en el lanzamiento de golpes francos de Schuster. Huele a los saludos de Solozábal a la grada y a un Superlópez menos sobrio. Huele mal también aunque parezca mentira, huele mal el señorío rancio de los de siempre cerrando los baños para que la afición rival no pudiera aliviarse como es debido. Huele a noche eterna de larga que fue, a ojeras de profundidad oceánica y a bostezos mañaneros frente al libro de Química. Huele a periódicos que se compran al día siguiente para ser guardados como tesoros que se enseñarán a los que vengan después. Periódicos que amarillean y que crujen cuando se vuelven a abrir con un escalofrío.




Huele como olerá el viernes con el sábado ya casi asomando. A abrazos con palmada en la espalda, que son mucho más abrazos, con esos vecinos de asiento que se convierten en hermanos. Huele a lágrimas, huele a esfuerzo. Huele a ganar, ganar y ganar. Huele al fijador que doma el contestatario tupé del Cholo. Huele a la colonia fresca pero discreta que se pone detrás de las corona Neptuno cuando sabe que los suyos van a ir a verle. Huele como olía ayer por la noche cuando elevamos a nivel de premonición eso de ver de nuevo a un pecoso de Fuenlabrada levantar otro título grande. Huele a Colombia, a Turquía y a Bélgica pero también a Leganés y a Alcobendas. Huele a Carabanchel y Embajadores. Huele a ese Madrid de dos colores. Huele al gesto torcido que se les quedará a los que, una vez más, ningunean a los nuestros y a nosotros mismos. Huele a la soberbia baldía del rival y huele al mismísimo coño de la Bernarda, que es como deben oler las redacciones de unos medios que analizan cómo se sientan en la mesa de un convite los de una acera soslayando lo que pasa en la otra. Huele a no me esperes levantada. Huele a mensajes de teléfono en manada. Huele al himno del Metropolitano rompiendo la noche. Huele a voces afónicas y a resacas. Huele a rojo y a blanco. Huele a como debía oler la colina que Robert Duvall había inundado de napalm en Apocalypse Now. Huele a victoria.


¡Forza Atleti!

19 comentarios:

  1. Impresionante escrito. Un escalofrío recorre mi espalda siquiera imaginando que todo lo que dices sea verdad. Una vez más después de tragar y tragar con insultos de necios que presumen saber de fútbol.

    La victoria mañana es algo más que necesaria o un deber. Es ganar o ganar. No puede ser otra cosa y llorar, reír, saltar, cantar lo que cada uno quiera con ella.

    No me vale esta vez con coraje y corazón, me vale la victoria, por ti, por todos nosotros, por los que somos, por los que fueron y por los que vendrán.

    Un abrazo rojiblanco

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  2. Me da en la nariz que esta vez vamos a vivir un día de esos. De los grandes, de los que recordaremos cuando nos duela la cadera. No queda otra.

    Un abrazo.

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  3. La madre que lo parió, qué emotivo y motivador joder. La otra vez su discurso sobre los navíos medievales que iban al abordaje no acabó funcionando, pero esto no es un derbi, es una FINAL. Neptuno le oiga...

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    1. Dicen los que han pasado por allí que Neptuno tiene una media sonrisa de lo más esperanzadora....Confiemos...

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  4. No puedo, D. Emilio, no puedo controlar estos nervios.
    Estoy embotado, cegado. Se me agolpan los recuerdos, unos buenos otros no tanto.
    No se que pasará. No se si habrá alegría o decepción, inmensa en ambos casos. Pero también le digo una cosa. Después de tantos años de mediocridad, de tierra de nadie y de quiero y no puedo, estos dias previos a una final son especiales y mas en una final como esta. Volver a vivir estos previos, de los que ya llevamos unos pocos desde 2010, es volver a rescatar un sentimiento que creía muerto y enterrado. O mejor dicho, robado junto con el Club, sustituido por un sucedáneo derrotista, tan cómodo para los que utilizan este equipo para su lucro personal.
    Aqui estamos. Somos ganadores. Merecemos un respeto. Merecemos que la historia nos devuelva lo perdido.
    La suerte está echada una vez mas. Hagan lo que hagan, que podamos sentirnos orgullosos.

    Buenos dias.
    Y mañana mejores.

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    1. Uno llevaba controlando los nervios toda la semana de manera académica, como si tuviera dentro una Supernanny redicha que hubiera podido mantenerlos a raya, pero nota que a partir de hoy la cosa se va a desbocar.
      Miedo me da mañana a estas horas cómo estará la cosa...

      Qué mejor ocasión para espantar los gafes, para romper la maldita racha y continuar con la victoriosa racha de finales en ese estadio con hechuras de centro comercial.

      Me quedo con lo último que usted pide, que no salgamos cabreados. Que salgamos exhaustos e incluso tristes a más no poder, pero con la cabeza alta.

      Buenos días...

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  5. Espero que en la grada huela a farias y a "cesped mordido" como en aquellos años...en los que los derbis existían y estaban igualados.

    Y luego en Neptuno se mezclen todos "nuestros" olores como si no hubiera mañana...

    Hay tanto olor a revancha, que me da que no. Abrazos rojiblancos/ Raquel.

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  6. Pues hale ya lo ha conseguido usted....a moco tendido tiene a uno...

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  7. En definitiva, va a oler todo a rojo y blanco....

    (a blanco solo nunca, que eso es de un simple que da pereza y reparo)

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  8. Don Emilio: allí estaremos para oler, ver, escuchar y casi casi saborear y tocar esa Copa. La décima, además.

    Un fuerte abrazo a usted y a todos los atléticos de bien que mañana van a tener un gran día

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  9. Ojalá tengan razón todos aquellos agoreros que hablaban del año de la décima. Una décima rojiblanca, claro, que es mucho más décima y más terrenal.

    Un abrazo y procure no sufrir mucho...

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  10. Hijo mío, hueles eso.
    Me gusta el olor a Napalm por las mañanas.

    Huele a liebrtad.

    Joder, empieza el run-run, las mariposas en el estómago. Es el día previo a los grandes partidos. Esta noche me costará dormirme. No buscaré información, sólo saborear esos momentos que han hecho que ser atlético sea una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida.

    He querido inhibirme de todo hasta mañana a las 5 de la tarde, pero no puedo.

    Gracias, Don Emilio, por saber reflejar lo que sentimos y por despejar cualquier duda o temor que pudiéramos tener.

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    1. Andan los nervios ya casi desatados, Don Perico. Mañana será un día de esos en los que pasan las horas con una lentitud desesperante, de esos en los que miras el reloj más veces de las normales...Y de repente todo será rápido, será un guiño a la historia.

      Gracias por su comentario, un placer....

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  11. Huele a que me he quitado el sombrero y no sé dónde lo he dejado, Don Emilio....y cuando lo encuentre me lo pongo y me lo vuelvo a quitar...dos veces por los dos goles que nos darán mañana la victoria. Un abrazo y sepa usted que se le echa de menos entre tomates y langostinos...

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    1. Se les echa de menos también desde este rincón, Don Jesús. A usted especialmente pero a todos esos atléticos de bien que se reunen con vinos chilenos como testigos mudos.

      Ya queda menos para la gloria

      Un abrazo

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  12. Hace una semana,no daba un duro por esta final. Pero desde hace un par de días, me ha empezado a venir un pálpito...algo así como abrir una botella de vino bueno y que te que llegue a lo más hondo ese aroma del 92.
    Tenemos que ganar. Esa copa no puede acabar debajo de un autobús porque un tarado no sepa tenerla entre las manos.

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  13. Ese estado de alerta, ese ir más deprisa de lo normal....Esos días en los que los nervios te agarran y no te sueltan...

    Buenos días damas y caballeros, ¿preparados para su cita con la historia?

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    1. Buenos dias, D. Emilio. Preparados, ansiosos y esperanzados de nuevo.

      17 de Mayo de 2013. Un dia para la historia del Atlético de Madrid. Ya vienen. Allá vamos.

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    2. Buenas,ojalá esta noche la Copa se vista de rojiblanco. ¡Vamos Atleti!
      www.atleti1903.blogspot.com

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