lunes, 6 de febrero de 2012

De sensaciones térmicas y poca memoria

Dicen los que saben de psicología que no tenemos memoria a largo plazo cuando del clima hablamos. Dicen que el ser humano repite cada invierno el mismo mantra: “Los fríos de este año son muy malos, nunca en 57 años he visto nada así”, faltando a la verdad desnuda de las estadísticas que revelan que hace un par de años hizo más frío que ahora. Tal vez ayuden a esa amnesia climatológica la pléyade de términos de nuevo cuño que manejan los aseados hombres y mujeres del tiempo. La audiencia tardó un tiempo apreciable en asumir que cuando a nuestros dominios se acerca una A mayúscula y grandota, eso es que viene calor, y que cuando lo que viene es una B barriguda y azulona, es que más vale sacar la chaqueta de cuello vuelto. Ahora, el pueblo llano introduce en su vocabulario con soltura de becario conceptos como humedades relativas, nubosidades de evolución y brumas matinales en los valles fluviales, cambiando con ello las tradicionales comparaciones basadas en la altura de vuelo del grajo y la consiguiente predicción de fríos sostenidos, más comúnmente llamados del carajo, con perdón. Aún así, el último grito en meteorología es la sensación térmica. A ustedes y a mí, cuando nos hablan de sensaciones nos vienen a la memoria ese técnico de ojera perpetua y jersey de cuello de pico con mucha más palabrería que trabajo táctico, pero no, no van por ahí los tiros (aunque los mereciera). La sensación térmica es el perfecto comodín para indicar que puedes tener frío aún a treinta grados. La sensación térmica explica el por qué ese jubilado gijonés se baña en la playa de San Lorenzo en enero aunque caigan chuzos de punta y sale ufano del agua mirando por encima del hombro al resto de la parroquia a los que tilda de blanditos. La sensación térmica aclara sin discusión las razones para llamar, en plena canícula, fresca a la vecina del tercero atendiendo a la superficie de tela de su vestido. Será por cosas como esta, la de la sensación térmica, que no se acaban de entender del todo por lo que la gente solo se acuerda del calor asfixiante cuando lo padece, del frío cuando le pican los sabañones y de Santa Bárbara cuando truena. Lo dicho, poca memoria.



En medio de una ola siberiana aderezada con vientos que ponen en aprietos a señoras con tocado y cooperadores con peluquín, el Atleti afrontaba el partido con el Valencia con una sensación térmica completamente distinta. En el interior había calor, un calor que emana de una ilusión recobrada aunque todavía endeble en su base. Animados por ese calor interior y pertrechados de petaca rellena de espirituoso y manta zamorana, muchos valientes se acercaron al estadio para ver a este equipo resucitado. Hasta la fecha, el Lázaro rojiblanco se las había visto con equipos de menor enjundia que los chés y era una oportunidad pintiparada para conocer la auténtica medida de la mejoría y engancharse con asiento propio al tren de los de arriba. El partido salió según lo esperado, dos contendientes de altas presiones, de luchas borrascosas en la zona ancha y de abrigadas zagas. Intercambio de golpes sin bajar guardias en ningún momento. Calores que se concentran en los cuerpos a base de pescozones, choques fortuitos y gallardía en la disputa del balón dividido.

Si de hablar de los nuestros se trata, desde la llegada de Simeone ha tornado en más difícil señalar, para bien o para mal, el juego de alguno. El mapa significativo que el Cholo plantea un buen tiempo generalizado en todas las zonas. Notable de nuevo la defensa, con un Miranda solvente a la hora de capear la marejada de ese delantero al que andan empeñados algunos en señalar como brillante por venir de donde viene, con un Juanfran que ayer aguantó el temporal de manera notable, con un Filipe que ha dejado atrás su congénita tibieza y con un Godín al que nunca le pitaron una falta en contra en la que acabara como si un tornado hubiera pasado sobre él.

Nubes y claros en el centro del campo. Claros en el trabajo, en la recuperación y en la presión. Nubes que encapotan a la hora de crear y de surtir de balones a los de arriba. A destacar el despliegue de Gabi y el compromiso de Arda, a mejorar la temperatura de Tiago, superado en ciertas fases por el choque y el conservadurismo de Diego a la hora de abusar del pase horizontal en vez del racheado, que es el pase que suele dejar heladas a las defensas. Arriba, Falcao y Adrián pelearon y ayer no acertaron, pudiera ser por el frío, que ya saben ustedes que los delanteros son muy de sensaciones, térmicas o no, y de rachas, como los aires que nos vienen de la estepa siberiana.

Queda en el ambiente una sensación térmica de frío ante las expectativas que se habían depositado en el partido, pero es un frío cercano, amigable, tal vez sea solo fresquito. Nada que ver con esas otras sensaciones que demasiadas veces hemos tenido, la de escalofríos por lo que habíamos presenciado. La de no ver romper a sudar a los nuestros incluso en días de sofocos y sangrías con su melocotón flotando en la superficie. La de atisbar un juego que, si llega, es a ráfagas de viento cortante. Ahora se ve otro carácter. Se ve una mejoría generalizada y un ascenso en los termómetros de la ilusión del personal. Probablemente se trate de un ascenso que se refleje en la tabla clasificatoria de manera menos fulminante a la que se esperaba antes del encuentro, donde quien más y quien menos sacaba calculadoras para certificar el acceso a la zona más caldeada, pero la recuperación existe. Reconociendo esta bonanza meteorológica, no se debe dejar de buscar en la generalizada poca memoria para reparar en la sequía del terreno que pisamos. Un terreno yermo en el que no se cumple ninguno de los pronósticos de los dos hechiceros prescritos que prometen vergeles y dejan desiertos. Seguro que, ahora que gracias a esos que mediante señales de humo denuncian sus atropellos, sus siguientes tropelías parecen torcerse, predecirán soles de justicia y hasta microclima para la Peineta. No hace falta que les diga que, cuando estos hombres del tiempo dicen eso, tengan el paraguas bien a mano. Es cuestión de sensaciones…aunque no sean térmicas.

14 comentarios:

  1. Cada vez que se habla de Champions, don Emilio, el equipo no gana. A ver si nos convencemos entre todos de estar calladitos y dejar que los chicos jueguen. Al fin y al cabo, de estar callados sabemos un rato; nos llevan veinticinco años ultrajando y casi no hemos dicho ni pío.

    Un abrazo y a seguir con buenas sensaciones.

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  2. De todas formas, tendremos que acabar hablando de Champions, D. Pablo. No porque acabemos luchando por ella, que también, sino por lo barato que está acudir a la máxima competición continental en esta liga nuestra cuyos gerifaltes están destruyendo a pasos agigantados.

    Es triste y significativo lo de que cuando los resultados acompañan, como afición nos olvidamos de los culpables durante largas temporadas, la verdad.

    Un abrazo desde la digestión de un rabo de toro destacable cuando menos.

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  3. Yo no creo en eso de que cada vez que se habla de Champions no se gana, y demás memeces (dicho con todo el cariño y respeto que me merece el Sr. Malagón, conste en Acta). Ayer no se ganó porque el Valencia está ahí por algo, es el tercero histórico en la liga, el Barsa no le ha gando en 2 partidos en que se han enfrentado en este año, el líder le ganó 2-3 y gracias. Tendemos muchas veces a menospreciar a los rivales, y, en este caso, es uno que por mucho que lo han debilitado han sabido ingeniárselas manteniendo, entre otras cosas, más de 4 años a un mismo entrenador en el puesto, y fichando hombres, y no nombres. Así que creo que el Valencia se merece un respeto por nuestra parte. Y aún así, se pudo ganar, e hicimos más méritos que e ellos para hacerlo.

    Por cierto, y no quiero dar el toque pesimista para nada, pero se nos han ido 4 jugadores de nuestra plantilla y no hemos traido más que a Mérida, que, como bien s aben, no es que venga precisamente de hacer la media temporada de su vida en Braga.

    Ahora empieza la Europa League, y ojalá y juguemos muchos partidos miércoles-sábados. Y crucemos los dedos con el tema de las lesiones, cansancio y demás. Es lo de siempre: como aquí el término Proyecto dEPORTIVO siempre es lo de menos ...

    Un fuerte abrazo, Don Emilio. Un placer, como siempre.

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  4. La plantilla es muy corta, pero no hay dinero para fichar. En estas condiciones, y con luz y taquígrafos si no es mucho pedir, se echaría en falta a alguna figura representativa del cluzz saliendo al paso para contar cuáles son los planes de la dirección deportiva (lo sé, es mucho pedir).

    No parece que la cantera sea la apuesta, viendo lo de Pulido y Joel por ejemplo, pero lo peor es que no somos capaces de saber cuál es la apuesta de estos fuera de llenarse los bolsillos.

    Un abrazo, el placer es mutuo.

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  5. Déjese, D. Emilio, de "sensaciones" térmicas, atérmicas o mediopensionistas, que me traen unos recuerdos...
    El Domingo tuve que salir corriendo de Cuenca con sensación de nieve. Ya en casita, con la tele, la cervecita y la manta me dispuse a contemplar a este Atleti del Cholo y debo de reconocer que me dejó con la misma sensación.
    Pero eso si, frío si, de nieve si. Pero no de muerte, que era la sensación que tenía hasta hace poco.
    Aunque para sensación de frio mortal, de "rigor mortis" la que me produce nuestra afición, oiga. Ya le contaré con tiempo la que han liado nuestros correligionarios que "acompañaron" al Balonmano Atlético a Valladolid este finde. De pena.

    Con un abrazo.

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  6. A mí no me dejó mala impresión, la verdad. Probablemente faltara fútbol en el equipo, pero es un precio que habrá que pagar contra rivales tan rocosos como el Valencia. De momento el equipo está creciendo desde atrás y desde el compromiso, pero compitió con el Valencia de tú a tú (jugando feo, de acuerdo, era el partido que ambos contendientes querían) en lo que debe ser un proceso de construcción al que le queda mucho...

    Evidentemente, todo lo que apunto en el párrafo anterior al ser leído por un antiguo aficionado atlético que aterrizara aquí después de haber estado aislado un cuarto de siglo, provocaría risas cuando menos. Pero, la verdad, desde dónde venimos no acaba de estar del todo mal.

    Cuente, cuente, a lo del balonmano me refiero...

    Abrazos desde el frío mesetario...

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  7. Nos podemos consolar con un "este valencia viene hace dos meses y nos caen tres" o exigirles una victoria contra un rival directo para objetivo, que era ser terceros o cuartos.

    Mientras la dinamica sea esta: trabajo, comrpomiso, solidez, etc.. podemos estar tranquilos, los resultados llegaran. Porque esto es la tan esperada regularidad. Empatas uno, ganas tres, empatas uno, ganas dos, pierdes uno, ganas tres, pierdes otro, ganas o empatas el siguiente.. y gira la noria. Eso es la regularidad, que no excelencia. Y eso es lo que hace falta para estar entre los cuatro primeros. Y logrando eso puede llegar un año que se roce la perfeccion y caiga el titulo (siempre que la liga se purgue y esa falla abismal entre los dos de arriba y los demas se estreche).

    Pero la competitividad no es negociable en club como el Atletico de Madrid. Eso se habia olvidado y por ahora el Cholo ha sabido transmitirlo. Nos queda la duda por lo que hemos visto en otras ocasiones, pero el camino parece ser ese. Regularidad sin dejar de lado la posibilidad de ir un poco mas lejos. Eso es el Atletico de Madrid que yo creia conocer y que en los ultimos años no hemos visto.

    Y todavia queda UEFA, que si nos ponemos soñadores puede ser nuestra gran alegria este año. Aunque no se gane algun partido epico contra rival grande de Europa. La esperanza a vuelto al Calderon, pese a Giles, Cerezos, Manzanos y alcornoques varios.

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  8. Le veo casi eufórico, Don Adrián. El trabajo del Cholo parece ilusionante en sus primeros pasos, pero pensar en títulos es ir más allá de Blade Runner en cuanto a la ciencia ficción. Mientras sigan institucionalizadas las actuales reglas de repartos, de figuras mercantiles, será casi imposible. Si a ese imposible le sumamos que, independientemente de que Simeone sea capaz de armar un equipo con los magros mimbres que posee, lo más probable es que se lo desmonten el próximo verano, la perspectiva es negra tirando a zahína.

    ¿Estará Diego el año que viene? ¿Courtois? ¿Se desechará alguna oferta? ¿Nos puede garantizar alguien que no todo está en venta?

    Buenos días...

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    1. No digo que vayamos a ganar titulos, digo que para ganar ligas primero hay que pasar de ser regulares a ser excelentes. Pero primero viene la regularidad. Y el Cholo ha traido eso en estos 5 partidos. Estoy de acuerdo en que la diferencia con los dos de primeros es abismal.Yo hablaba de la teoria en una liga equitativa.

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    2. El problema será el de siempre, cuando la cosa se asiente mínimamente y se empiece a atisbar un reflejo de excelencia venderán a cuatro o cinco para traer a unos iguales o mejores (sí, de esa manera tan sui generis de ser iguales o mejores, comparen a Salvio con cualquiera de los que se marchó, por poner un ejemplo)

      Don Adrián acaba de descubrirme un mundo ignoto, el de que se puede contestar sobre un comentario el particular, ¡qué torpeza la mía con estas cosas!

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    3. Otro que descubre este elemento de respuesta. Vaya página currada que tiene Vd. D. Emilio...

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    4. El problema con estos adelantos tecnológicos (fruto de mentes demoníacas, no hay duda), es que se producen paradojas espacio-temporales con comentarios anteriores...¡qué cosas! Empezamos hablando de Blade Runner y terminamos como Marty Mcfly

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  9. No me malinterprete, D. Emilio, no digo que no me guste lo que veo. Es mas, creo que por este camino, como bien apunta D. Adri Bul se puede dar alguna alegría. Pero esa presión, ese conjunto mordedor, firme y "rocoso" cuando no tiene balón, se convierte en sombras cuando se hace con el. O eso me pareció, claro...
    Lo del balonmano se lo puede imaginar. Este deporte, por menos numeroso, es mas selecto. Y aunque hayan momentos de tensión o malas formas (los Valladolid-León han tenido varios ejemplos), hay ciertas actitudes "futboleras" que no se deben permitir. Ya sabe, lanzamientos de objetos y otras humedades, enfrentamiento dialéctico y gestual con la afición de casa y burradas varias que, al parecer hicieron actuar a la policía. De todo punto lamentable, por lo que se ve. Y me fio del que me lo dijo.

    En fin. Sumado esto a las reacciones leidas tras la sentencia del TSJM...EA!, menos mal que quedan sitios como este

    Buenos Dias.

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  10. Ojalá tengan ustedes razón y me tenga que tragar mis escépticas palabras de pájaro de mal agüero (con perdón).

    Tengo ganas de escuchar un análisis al final de temporada por parte de los responsables de la sección que no es sección de balonmano sobre si les ha compensado o no el salir de Ciudad Real. Mi impresión (desde un gran desconocimiento, lo admito) es que el seguimiento no es el esperado tras ver el empujón nostálgico inicial. Si a eso le unimos el "afutbolamiento" del respetable y la escasa participación (¿quién iba a esperar otra cosa?) de los golfos gestores/apandadores, no sé si se estarán arrepintiendo de la mudanza, insistiendo siempre en que esta opinión es un pálpito sin mucha base de información.

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