viernes, 23 de septiembre de 2016

Cuando muera

En mi declaración de últimas voluntades he dispuesto que, cuando muera, esparzan mis cenizas sobre algún partido como el de anteayer en Barcelona. A pesar de sus ratos de agobio y de sus fases de juego poco reluciente. No crean que no disfruto con las goleadas plácidas ni con los encuentros en los que el Atleti gana por agotamiento cuando a los rivales les llega el otoño a las piernas, pero es en este tipo de choques donde uno quiere reposar eternamente.

Es en ellos, cuando el barro llega a la cintura, cuando cada decisión del árbitro se protesta como si no hubiera mañana, donde me gustaría yacer. Saber que habitaré por siempre al lado de ese Atleti de dientes apretados, presión alta y latigazos traidores a la contra. El fútbol sería un pasatiempo para clases acomodadas sin estos encuentros de sobresaltos y latidos de corazón que se desacompasan. No encontraríamos razón ninguna para cuadrar las actividades del fin de semana con el horario del partido sin esos controles orientados de Correa sobre un campo de minas. Sin los viajes de Filipe por las carreteras secundarias de la banda izquierda y sin las mil artimañas de Koke para amansar la pelota estaríamos hablando de petanca.


Puestos a pedir, quisiera también, si no es molestia, nombrar a Savic, a Juanfran y a Godín albaceas de mi escasísima fortuna. Son tipos de honor. Gente de fiar. De esos que no abandonan a un compañero herido en la batalla. Como último capricho, quisiera que Gabi no se retirara jamás. Desearía verle siempre con la rojiblanca puesta, mostrando esa oblicua sonrisa llena de gravedad con la que entra en el bar apartando adversarios cuando los vasos ya han comenzado a volar.

Debo reconocer que a lo mejor pido mucho o tal vez poquísimo. Evaporarme mientras el Atleti, el de Simeone, se faja regando de sudor y sangre un tapete de césped infinito. 

4 comentarios:

  1. Risas, lágrimas y aplausos. La vida misma.

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  2. Esencia pura de lo que, y siempre desde ya debería se el Atlético de Madrid.
    PD/ Me ha caído una lagrimita :)

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  3. ¡BRAVO! (puesto en pie y descubierto, por supuesto).

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  4. No se descubran tan fácilmente, hagan el favor, que por las mañanas ya refresca (o al menos tocaría que refrescase)

    Gracias y abrazos para todos

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