Artículo publicado en CTXT:
http://ctxt.es/es/20160720/Deportes/7315/delantero-Atletico-de-Madrid-fichaje-Simeone-choilismo-Mendes.htm
Al asunto del nueve del Atleti se le está poniendo cara de terceras elecciones. De poco sirvieron aquellas palabras, líquidas y calientes, de Simeone con la final de Champions recién muerta. Casi dos meses después, no acaba de atisbarse qué candidato se presentará a la investidura. Mientras tanto El Cholo completa los circuitos físicos ideados por el Profe Ortega al mismo ritmo que sus pupilos, quien sabe si para que las agujetas silencien las voces que en su interior gritan que algo no cuadra. Correr para olvidar, o algo parecido.
http://ctxt.es/es/20160720/Deportes/7315/delantero-Atletico-de-Madrid-fichaje-Simeone-choilismo-Mendes.htm
Al asunto del nueve del Atleti se le está poniendo cara de terceras elecciones. De poco sirvieron aquellas palabras, líquidas y calientes, de Simeone con la final de Champions recién muerta. Casi dos meses después, no acaba de atisbarse qué candidato se presentará a la investidura. Mientras tanto El Cholo completa los circuitos físicos ideados por el Profe Ortega al mismo ritmo que sus pupilos, quien sabe si para que las agujetas silencien las voces que en su interior gritan que algo no cuadra. Correr para olvidar, o algo parecido.
Higuaín,
Aubameyang, Gameiro, Cavani, Morata, Diego Costa…la flexibilidad de la lista es
tan infinita como insuficientes los plazos que el técnico se va a ver obligado
a manejar para que el elegido mame cholismo antes de que llegue la hora de la
verdad. Tal vez habría que instar a Cerezo a reformular uno de los mantras de
la casa: los jugadores juegan donde quieren, aunque a veces quieren jugar un
poco más lejos ¿Dónde está el problema? Entendiendo como atrayente el proyecto
deportivo que el subcampeón de Europa puede ofrecer a una figura de tronío solo
queda sospechar del vil metal. Quizás todo el dinero que se prometía para
fichar haya habido que desviarlo a la compra de cemento y hormigón: la Peineta
manda. Malamente puede llenarse un estadio, por muy cinco estrellas que vaya a
ser, sin goles.
Los más
crédulos optan por no dejar que los nervios gobiernen. Recuerdan como ejemplo
las llegadas tardías de Villa o de Falcao, pactos alcanzados con agosto bien
avanzado. Los más reticentes, entre los que servidor de ustedes se incluye,
temen el arribe de un punta con marchamo de desecho de tienta. Uno de esos
atacantes que permanecen sentados en su butaca contemplando cómo todos los
demás danzan ya sobre la pista. Es posible, incluso, que el nueve llegue de la
mano de Mendes y transmute de fea del baile a deseado con solo una leve capa de
maquillaje. Sería de esperar una presentación con banda de música arrancándose con
pasodobles para celebrar la llegada del susodicho antes de que el presidente
del pelo infinito pronuncie a trompicones el nombre del elegido. Un fichaje al
que se aceptará en segunda vuelta, con la abstención de ceja alzada de varios
grupos parlamentarios de lo rojiblanco. Dios y Jackson Martínez, puestos a
pedir, nos cojan confesados.
Pudiera
también darse el caso de que nada de lo anterior ocurriera. Pudiera presentarse
la competición de un día para otro, sin avisar casi, y obligar a configurar un
once sin demasiado gol. Un conjunto titular preñado de mediapuntas -¡ay!- con
el que afrontar los retos. Siempre nos quedará el buen hacer de Torres, haciendo
de delantero titular en funciones, y la ciega confianza en un Simeone al que se
visualiza machacándose físicamente para estar preparado para correr, por si
fuera preciso y hubiera unas cuartas elecciones de las que huir a la carrera.
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