Artículo publicado en CTXT:
http://ctxt.es/es/20160413/Deportes/5436/Atletico-de-Madrid-epica-aficion-Champions-League-FC-Barcelona-La-Colchoner%C3%ADa-La-agon%C3%ADa-del-mediapunta.htm
Andaba uno, tras el partido, intentando ralentizar los pulsos que seguían a punto de nieve. La cuestión era encontrar una pizca de serenidad para irse a la cama con ciertas garantías. Dado que la empresa se antojaba complicada, cuando no imposible, servidor de ustedes tuvo la necesidad de sentarse frente a un papel en blanco. Escribir. Contar, dentro de mis posibilidades, lo vivido a lo largo de otra noche ya guardada en la memoria, en la estantería de los recuerdos que perdurarán. Las palabras brotaban fluidamente pero, mediado ya el primer párrafo, me di cuenta de que no encontraba ningún adjetivo que pudiera explicar lo que había ocurrido en el Calderón.
http://ctxt.es/es/20160413/Deportes/5436/Atletico-de-Madrid-epica-aficion-Champions-League-FC-Barcelona-La-Colchoner%C3%ADa-La-agon%C3%ADa-del-mediapunta.htm
Andaba uno, tras el partido, intentando ralentizar los pulsos que seguían a punto de nieve. La cuestión era encontrar una pizca de serenidad para irse a la cama con ciertas garantías. Dado que la empresa se antojaba complicada, cuando no imposible, servidor de ustedes tuvo la necesidad de sentarse frente a un papel en blanco. Escribir. Contar, dentro de mis posibilidades, lo vivido a lo largo de otra noche ya guardada en la memoria, en la estantería de los recuerdos que perdurarán. Las palabras brotaban fluidamente pero, mediado ya el primer párrafo, me di cuenta de que no encontraba ningún adjetivo que pudiera explicar lo que había ocurrido en el Calderón.
Busqué en
los cajones en los que suelo guardar los adjetivos y encontré todo tipo de
palabras: verbos, sustantivos y artículos se apelotonaban allí, más no fui
capaz de encontrar ningún adjetivo. Me dirigí a la cocina, no fuera ser que hubiera
puesto los adjetivos, sin darme cuenta, en el jarrón en el que confino a las
monedas de uno y dos céntimos. Nada. Ni rastro. Volví al salón turbado ¿De qué
manera puede uno describir la belleza del estadio, la comunión entre jugadores
y afición, el orgullo que destila cada uno de los seguidores atléticos cuando
ve cómo defienden la camiseta los integrantes del grupo creado y dirigido por
Simeone sin servirse de adjetivos?
Reflexionaba sobre la levedad de un texto
desadjetivado cuando desde la mesa del comedor llamaron mi atención. Eran dos
adjetivos de uso infrecuente. Se presentaron educadamente como portavoces de todos los adjetivos usados y por usar que pueblan los textos de juntaletras
de toda condición. Ante mi sorpresa, expresaron su disconformidad por las
condiciones laborales de sus compañeros cuando tienen que trabajar en un texto
que glosa los méritos del Atleti. Continuaron su alegato exponiendo que los
adjetivos que acompañan las aventuras de este Atleti de nuestros amores se
sentían insuficientes nada más posarse sobre cualquier papel o procesador de
textos. Reivindicaban una revisión salarial y la concesión de un complemento de
peligrosidad revisable, dada la posibilidad, nada desdeñable, de tener un
accidente por redundancia a la vuelta de cualquier artículo. Se acogieron a su
derecho de huelga sin ocultar su malestar por el abuso al que les sometíamos
los que narramos las hazañas del equipo rojiblanco: demasiados épicos, muchos
heroicos, un montón de grandiosos y gloriosos salpican las páginas que del
Atleti estamos escribiendo.
Todavía
impactado, les di la razón, no podía ser de otra manera. A modo de disculpa
argumenté que los hitos a los que nos está llevando el equipo colchonero tienen
aparejados esos riesgos. Es cierto que los que intentamos poner palabras a las
proezas de los pupilos del Cholo nos excedemos con los adjetivos, que los
repetimos hasta la saciedad y que notamos, nada más usarlos, que se quedan
cortísimos ante tanta gesta. Presa del arrepentimiento, aun tuve la osadía de
rogarles que, solo por esta vez y como servicios mínimos adjetivales, me
dejaran utilizar alguno como legendario, como fabuloso o como maravilloso.
Estaba convencido de que no habría manera de poder transmitir lo de anoche de
otra forma. No sería posible reproducir las sensaciones. No existiría otro
medio para ilustrar la piel de gallina que no se había marchado, la ronquera
heredada tras los gritos de celebración, los innumerables abrazos recibidos,
sin adornar esas vivencias con adjetivos. Se negaron firmemente y se
despidieron, no sin antes advertir que los paros se prolongarían
indefinidamente hasta que articulistas, blogueros y toda clase de plumillas, fuéramos
capaces de crear oraciones y frases que pudieran glosar cada una de las
epopeyas rojiblancas sin que los adjetivos que las poblaran se sintieran tan
insuficientes y tan manoseados.
Les vi
alejarse y a pesar del desánimo, terminé este artículo sin adjetivos que ahora ustedes tienen
entre manos de forma precipitada, con el sueño apretando firmemente. Una vez lo
di por concluido, comprendí el enfado de los representantes sindicales de los adjetivos
y acepté que tenían toda la razón. Aquellos que estamos intentando dibujar con
palabras el viaje del Atleti por las distintas competiciones estamos condenados
a quedarnos cortísimos. Como cualquiera de los adjetivos que utilicemos.
Yo soy muy de cojonudo. Recio, viril, contundente.
ResponderEliminarUn abrazo.
...y simétrico...
ResponderEliminarYo soy de sensacional o de brutal. Un exagerado más, vamos...
Un abrazo
Si me permite, D. Emilio, yo dejaría los adjetivos tranquilos por esta vez. Creo que solo hay una palabra que pueda englobarlo todo: FÚTBOL.
ResponderEliminarSin mas.
Buenos días.
Puede que sea lo más sensato, Don Carlos. En el caso del Atleti los adjetivos adornan, pero la sustancia (de ahí viene sustantivo) está en llamar las cosas como es debido: Fútbol, equipo, esfuerzo...tenemos el diccionario cholista lleno de definiciones que se ajustan como guantes.
ResponderEliminarBuenos días..
Cholistas. Con su permiso, mi adjetivo: cholistas.
ResponderEliminarCholistas los jugadores, cholistas los atléticos y, ahora, cholistas hasta los Giles. Es como el virus de la gripe que lo pilla uno y se contagia toda la familia.
Es un placer ver a este hombre como vive los partidos. Está en todo; en el juego, en los árbitros, en la grada, en los recogepelotas….. en todo.
Llegará un día, por desgracia bastante frecuente en este Club, que le lleguen a cantar eso de ……ya!. Le aseguro que no seré uno de esos. Mientras tanto, no se les está reconociendo ni al Cholo ni al Atléti los éxitos de estos últimos cuatro años. Porque ha ganado una liga a los dos mejores equipos del mundo –según los diarios de economía As y Marca en sus páginas de deportes- se plantó en una final de Champions, está otra vez en semifinales y, como se descuide el “mejor”, igual cae otra Liga.
¿Se me nota mucho el Cholismo?
Saludos y buenos días.
Fernandoté.
(Tenga cuidado con el jarrón que se lo pueden llevar de adorno para el norte)
Cholista: Empapado del Cholismo
ResponderEliminarCholismo: Corriente filosófica total explicable desde el hecho diferencial rojiblanco, partido a partido, eso sí...
Uno fue capaz de soportar los cánticos a Sánchez Flores y la petición de selección para Reyes, pero el día que a Simeone se le cante para pedir su salida, me borraré de esto.
Saludos y buenos días
Hoy hace un día choleado. Espero que tengan ustedes una semana cholonuda.
ResponderEliminar¡FORZA ATLETI SIEMPRE!
..y ahora, a pensar cholo en el miércoles.
ResponderEliminarhay que agarrar a esta liga por las cholapas....