jueves, 27 de diciembre de 2012

¡Si me queréis, irse...!


Hace pocos días tropecé con una de esas imágenes que todos tenemos metidas en lo que los más finos llaman la memoria colectiva. Asomó así, como de casualidad, escondida en un programa de esos que copia, corta y pega vídeos a troche y moche. Un espacio resumen de fácil digestión. Un pastiche que rellena tiempos muertos, un programa con vocación de sal de frutas entre comilona y comilona navideña. Un activador de recuerdos, un recordador de peinados con sobredosis de laca y de estilismos imposibles. Allí, entre las empanadillas de Móstoles, entre la falda de Bosé, entre Doña Rogelia, Macario y las Mama Chicho mostrando muslamen, apareció la imagen de la que les hablo.

Para que se pongan en situación, la imagen muestra una iglesia abarrotada, con gente colgada hasta de las lámparas, hasta los topes, vamos. En primer plano, Lola, en tonos salmón vaporosos. Lola, la única. A su lado Lolita, con cara de no enterarse muy bien de lo que pasaba, como si fuera un recién aterrizado mediapunta con poca llegada de esos que tantos se han presentado en nuestra casa, caídas de culo incluidas. Cerca también un novio, en este caso argentino, pero perfectamente intercambiable con otro que hubiera sido paraguayo o mejor letón, que no hubiera ocupado plaza de extracomunitario. Completa el cuadro el padrino, El Cordobés, luciendo para la ocasión sonrisa fronteriza con la esquizofrenia y despeinado académico. Dijo Lola en la víspera que todo el mundo estaba invitado al enlace, ¡que se casa mi niña, coño! Todo Marbella (¡qué casualidad!) le tomó la palabra y quiso asistir. La Faraona, micrófono en mano intentaba dispersar a la muchedumbre a su manera: excesiva y genial. Con sus innumerables grandezas y sus no pocas miserias (“si cada español diera una peseta para que yo no fuera a la cárcel”, soltó tan pancha cuando hacienda le quiso meter mano por debajo de la bata de cola defraudadora). Derrochando por arrobas ese arte que de ninguna forma heredó su sobrino Quique, el hijo rarito de Carmen, Lola, que era esa España, se dirigió a la multitud dejando para la historia una de las frases más gloriosas que uno recuerda:

– ¡Si me queréis, irse….!



Hace unos días también, servidor se tropezó con otro conjunto de imágenes de esas que ya se han instalado en la memoria colectiva del aficionado rojiblanco. Asomaron así, como de casualidad, formando parte de un programa resumen de esos que copia, corta y pega vídeos a troche y moche. Un espacio de fácil digestión que pretendía sintetizar los mejores momentos, que no fueron pocos, de la temporada atlética. Sirvieron para reavivar recuerdos, para volver a vivir. Allí, entre fotogramas de Bucarest y Mónaco, asomó la imagen de la que quiero hablarles.

Para que se pongan en situación, la imagen muestra a un Simeone que tras el pitido final de Bucarest, se echa a un lado. Los jugadores celebran y la afición enloquece pero él se aparta para reflexionar, para buscar un minuto consigo mismo. Pasan unos segundos y Cholo se dirige andando despacio a la grada donde ondean los colores rojiblancos y se queda mirando a los suyos, a los nuestros, con el mismo brillo en los ojos que teníamos todos en ese instante. Continuaba el reportaje discurriendo por todos esos momentos que él, principalmente él, nos ha hecho vivir. Se recordaban las victorias, las ruedas de prensa académicas, la templanza calibrada, la exaltación contagiosa y los guiños a la afición cuando proceden. Siempre con Simeone como gran protagonista del año. También salían los goles de Falcao, las diabluras de Arda, la reconversión de Juanfran, un Koke que parece haber crecido cuatro años en uno, la presencia del recordado Diego, sí, salía todo eso también, pero principalmente salía el Cholo. Cholo con toda la afición detrás, con él. Asomaban también por el resumen los dos que ustedes saben y sufren. Siempre con las declaraciones inoportunas, siempre con los papeles bien distribuidos, el enterrador bueno y el enterrador malo. Uno siempre hablando por hablar, con el chiste fácil por bandera. Otro, siempre ejecutando, con la venta y el desmontaje fácil de la institución por bandera. La misma ruina presente en este resumen y tantos como se han hecho desde hace un cuarto de siglo.



El que suscribe imagina cómo será el resumen del año que en breve empezará. Será, como de costumbre, un compendio de imágenes que uno desearía que se instalaran para siempre en la memoria colectiva atlética. Uno espera más victorias. Más títulos si son posibles. Uno espera seguir creyendo en este Atleti que le ha devuelto la fe pero, sobre todo, cree en Simeone y espera que siga a nuestro lado muchos años más. Los que él quiera o le dejen. Con sus cosas buenas y las malas, con sus muchas grandezas y esas miserias que todos tenemos y a él casi se le desconocen. Con sus celebraciones que algunos tildan de exageradas y con su dominio de los tiempos para con la grada. Eso sí, más que ninguna espera otra imagen. La de los enterradores habituales con las maletas en la mano. La de la certeza de haber extirpado el mal que comía la salud y el patrimonio. Uno visualiza la imagen con el Cholo en primer plano, detrás de él la afición, proverbialmente unida en torno a su figura. Completan el encuadre un grupo de jugadores sin esa tendencia pretérita a ser aves de paso. Jugadores de primera fila que quieren quedarse y a los que los que mandan no pretenden malvender. Entonces, solo entonces, Cholo, que más que saber qué es el Atleti, podría decirse que es el Atleti presente, toma el micrófono y, señalando la puerta de salida, deja para la historia colchonera una de las frases más gloriosas que uno recuerda:

– ¡Si me queréis, irse….!

5 comentarios:

  1. Un gran año sin duda, D. Emilio. Un gran año y una comunión perfecta entre el equipo y la grada que nos hace soñar en un esplendoroso futuro, ¿verdad?.
    Pero poco dura la alegría en la casa del pobre. Por lo pronto mi Ardaturanismo se me está desmontando, a la espera de una explicación a sus palabras (y a las de su representante).
    La realidad es la que es, por mor de una indirigencia mas preocupada en otros menesteres. Y es que falta mucho para que se nos tome en serio, tanto en España como fuera de ella. Prensa, representantes, jugadores...todos piensan que este año ha tenido un tanto por ciento importante de casualidad. Todos saben que, yendo bien o mal, este equipo se desmontará tarde o temprano. Y es por esto (y por otras cosas) que se ve con naturalidad que nuestros mejores jugadores tengan "aspiraciones" de mayor calado.
    Y la afición encantada con la "magnífica gestión". Ahora bien, cuando se tuerza ya nos diran lo que se dice en nuestra tierra "Tu, nene, joete y trilla"...
    En fin, D. Emilio, que no son fechas de andar mohíno. Feliz año para usted y su familia y que en 2013 se cumplan todos nuestros deseos.
    Con un abrazo.
    Buenos dias.

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  2. Un gran año con el acostumbrado lunar, la recurrente volatilidad del proyecto (¡ay, el proyecto!).

    La impunidad con la que representantes, jugadores más o menos arribistas y padres con vocación de representante de folclórica se despachan ninguneando al club que les paga (o eso se supone) es directamente proporcional a la poca autoridad moral de los dirigentes. ¿Con qué cara se va a sancionar a alguien que saque los pies del tiesto si ellos mismos les ponen precio y el cartel de oferta?

    Lo de Arda decepciona, sí, pero no asombra por ser más de lo mismo. Solamente la anestesia de los resultados disfraza un poco la podredumbre interior, pero acabará asomando la patita, por supuesto.

    Un abrazo enorme, Don Carlos, espero que pase usted estos días de la mejor manera posible y que 2013 le traiga a usted y los suyos todo tipo de venturas.

    Buenas tardes....

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  3. Hola, acabo de abrir un blog de fútbol y me gustaría intercambiar enlaces contigo. De todas formas, yo ya te he añadido a mi lista de blogs. Un saludo.

    http://mundo-futbol.blogspot.com.es/

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  4. Duro golpe para el ardaturanismo ilustrado.

    Y gran oportunidad para Simenone de pasar a la historia construyendo un equipo ganador a base de Kokes y Pulidos, que son los que realmente querrán quedarse por lo que significa para ellos haber ascendido a la primera plantilla del Atlético de Madrid.

    La temporada que viene no le va a quedar otra, a nada que se confirmen rumores y temores (si hasta parece que el propio Mario Suárez podría ir a medirse con Fellaini; eso sí, no se oye nada de duras pugnas o declaraciones cruzadas entre los rivales de Manchester por hacerse con los servicios de cierto llegador privilegiado).

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  5. Sí, decepcionante, pero nada nuevo, por otra parte.

    Kokes y Pulidos sí, aunque más Koke por tener la suficiente clase y temperamento, Pulido está aún por catar, pero desgraciadamente en cuanto uno saca un poco la cabeza, ahí están los de la chequera para venderlo en el nombre de la proverbial deuda.

    El experto llegador da para jugar en el Brighton como revulsivo, ¿se imagina? El Sabas de nariz grande de la costa sur del United Kingdom....

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