Fue como un
crujido. Ocurrió en una jugada que algunos, ignorantes de la trascendencia que
a la presión se otorga en el Atleti, calificarían de intrascendente. La memoria
histórica del fútbol está llena de jugadas nimias que han alcanzado el nivel de
leyendas en nuestras mentes. Al cierre de estas líneas todavía no se ha podido
constatar si el crujido se oyó o no, pero todos lo sentimos. Crujió la tibia de
Tiago aunque no crujiera más que en sentido figurado. Tal vez fue un chasquido,
tal vez solo una explosión de dolor, pero pareció un crujido al que siguió un
estruendoso silencio. La afición, consciente de la importancia del portugués en
el equipo, notó muy dentro un crujido helador, cerca de donde debe estar el
alma. Crujió el ánimo de la grada y crujieron los cimientos del Calderón de una
manera que hizo pensar si aquella aluminosis de la que se curó nuestro estadio
no se hubiera reproducido. Se han recogido testimonios de conductores que
transitaban por la M30, justo en su discurrir al lado del estadio, que aseguraron
notar un crujido sordo que les obligó a sujetar el volante más fuertemente para
no perder el control de sus vehículos. Más tarde el Instituto Geográfico
Nacional, tras consultar las mediciones sismológicas de la zona, corroboró las
versiones de los testigos localizando el crujido en la parcela central del
campo, puntualizando que más que epicentro, en este caso debería hablarse de
mediocentro del seísmo.
Evacuaron a
Tiago en camilla entre los aplausos del público asistente y, desde ese punto,
anduvo el equipo con la cabeza en otro sitio. Intentándose convencer de que
habría vida tras el crujido. No es fácil asumir la pérdida del timón, de uno de
los líderes. Tiago se rompía, crujido mediante, justo cuando estaba haciendo la
mejor temporada de las muchas buenas que hizo junto a nosotros. Llegó el Atleti
destemplado al descanso y en la grada se podían escuchar los crujidos del pan
de los bocadillos mordisqueados desganadamente. El silencio y la preocupación
seguían siendo dueños de la tarde desde el crujido. Ya en la segunda parte el
partido se dejó ir, respetuoso con las circunstancias. Tampoco puso en mayores
aprietos el Español, por si alguien pudiera afearle poca solidaridad con los
afectados por el crujido. Demandaba el aficionado partes médicos esperanzadores,
no crónicas de lo que pasaba en el césped.
Terminado
el encuentro, el diagnóstico del alcance de la lesión hizo revivir el crujido.
Crujieron entonces las esperanzas. Muchos notaron crujir todas las ilusiones
depositadas en la temporada. Hubo quien notó crujir a un tiempo Liga, Copa y
Champions. Se dice que crujió el cuero dolorido de los balones que fueron, son
y serán, sabiendo que pasará tiempo hasta que alguien en el Calderón los vuelva
a tratar con el respeto que lo hacía el luso. Todavía en shock por el crujido,
es necesario remontar y no dejarse llevar por la desesperación. La capital baja
de Tiago deberá ser suplida como tantas otras veces solventó este Atleti las
adversidades: desde lo colectivo. Thomas, Saúl, Koke, la llegada de Kranevitter,
Gabi, siempre Gabi, deberán sobreponerse al crujido inmediatamente y sumar las
condiciones de cada uno para poder sustituir al mediocentro con mayor dominio
posicional que uno recuerda. Ése que fue el sábado con todo para presionar al jugador
rival intentando evitar un contraataque del equipo contrario. Un segundo
después, solo había crujido.
“La capital baja de Tiago deberá ser suplida como tantas otras veces solventó este Atleti las adversidades: desde lo colectivo”. Así será.
ResponderEliminarConmovedor ver el domingo a buena parte de ese colectivo que cita yendo a visitar a su compañero. Colectivo dentro y fuera de la cancha, porque lo uno no vale nada sin lo otro.
Un abrazo y muchas gracias.
Cierto. El valor del grupo es lo más reseñable de este equipo, pero lo de Tiago da un poquito de cangüelo, no me lo negará...
ResponderEliminarResistiremos pase lo que pase.
Un abrazo
Buenos días, Maestro.
ResponderEliminar¿Va a haber crónica del Cádiz-$iervo$? Sus fieles esperamos con ansia.
Un abrazo.
¡FORZA ATLETI SIEMPRE!
Hay ciertos episodios cuyo surrealismo es imposible de superar....
ResponderEliminarVeremos hoy si la justicia es igual para todos...
Un abrazo