Cuando uno
lee ciertas noticias no puede evitar pensar en las imágenes que de manera
recurrente se captan el día de la lotería de navidad. Ciudadanos en la puerta
de administraciones de barrio sosteniendo improvisadas copas de una sidra El
Gaitero medio tibia por recién comprada. La repetida imagen que todos tenemos
en la retina ha sufrido pocos cambios desde que era uno un mozalbete, si acaso
la inclusión en el bodegón del pintoresco señor de la administración de Sort al
que ya le crece el bigote con vetas de oro gracias a la dorada bruja y su
azarosa circunstancia. Lo que no ha cambiado son las coletillas que aderezan el
momento: “Muy repartido” y “Entre gente trabajadora”. Dado que encontrar gente
trabajadora o más bien gente que tenga un trabajo empieza a tomar tintes de
búsqueda arqueológica, debe centrar uno su análisis en lo repartido que está
siempre el premio. El premio y otras cosas, claro.
En la misma
semana en la que Diego Costa posa en la web del Chelsea con cara de púber dispuesto a tomar la
comunión de manos del Padre Yosé, en la que Adrián se
marcha al Oporto con nocturnidad y en la que Filipe Luis I, el parco en
palabras, anuncia su marcha al mismo club que el delantero de Lagarto por cosas
que no tienen que ver con el vil metal ni tan siquiera, o ni tan Siqueira vayan
a saber, colateralmente, a uno le vienen casi sin querer esas imágenes de las
que les hablaba antes. Las del muy repartido como mantra y las de la muchachada
enfervorecida. Les contaré el por qué: resulta que el coste de la operación de
Costa asciende a 38 millones como 38 soles (uno se entera de esto porque los
ingleses son unos indiscretos de aúpa, que si fuera por nuestro club pareciera
que lo hemos cambiado por una quincena en una multipropiedad en la costa, valga
la redundancia), Adrián se marcha del todo tras trocear sus derechos futbolísticos como el lomo de una ternera retinta en capítulos anteriores y
parece que 20 millones han hecho que Filipe se mude a Londres gracias a un episodio de
clausulitis menguante, un mal que aqueja a nuestra gerencia cada verano cuando oye
tintinear la saca del negociador contrario entre sus refajos.
Tomando como
ejemplo la transacción en la que se ha visto envuelto el punta hispanobrasileño,
dicen los que saben a pesar de que no interese que se sepa que el montante se
despieza con precisión de matarife y obtienen su parte del
pastel fondos de inversión, representantes de traje almidonado, el Valladolid, el Celta, el Braga y un viajante de fajas de Albacete que pasaba
por allí y compró una participación del fichaje porque ya es una tradición en
su familia comprar participaciones en cada sitio en el que para a tomarse un
sol y sombra. Lo que les decía yo, muy repartido.
Reflexiona
uno sobre las peregrinas razones por las que las operaciones financieras que se
producen con el Atleti de fondo se vuelven nebulosas y se pregunta por qué los
números tienden a no cuadrar como aconsejarían el sentido común y la propiedad
conmutativa de la suma, lección que ya aprenden los niños de ocho años en sus
primeras clases de matemáticas pero parece ajena a veterinarios no ejercientes
y productores con pelucón. Servidor de ustedes lleva unos cuantos años sin
obtener respuesta pero eso sí, es llegar el verano, los rumores de fichajes y los
brotes esquizoides de Manoletes y otras hierbas y a uno se le forma casi sin
querer aquella manida imagen de los agraciados con ese premio tan repartido.
Repartido y punto, claro. La gente trabajadora no tiene absolutamente nada que
ver con estos pájaros.
Buenos días, D. Emilio;
ResponderEliminarObservo con placer cómo los rigores caniculares no le han menguado un ápice su certera pluma. Como cualquier buen atlético de los veteranos suscribo al 100% -sin fondos de inversión por medio- sus palabras, como no podía ser de otra forma.
Reciba un cordial saludo y recuerde poner a salvo sus meninges en estas fechas, que le necesitamos afilado para el curso venidero.
Dichoso usted que puede suscribir al 100% palabras suyas o de otros. Si fuera un jugador de nuestro equipo podría suscribir como mucho un 70% de las palabras de quien sea, el resto se lo quedaría Mendes y sus circunstancias.
EliminarPasen ustedes un buen verano, esperemos que sin muchos sobresaltos en lo que a lo deportivo se refiere.
Un abrazo
Muy buenas D. Emilio.
ResponderEliminarMuy acertado, como siempre. Pero que no le lean mucho estos "magos" de la ingeniería financiera, no se vayan a quedar con un %.
¡Que pasé un buen verano!
Le deseo lo mismo Don Alberto, y que cuando volvamos de las inmerecidas vacaciones nos encontremos un plantel con menos pinta de haber sido agujereado por las polillas que ponen el cazo en el patrimonio del club...
ResponderEliminarAbrazos variados...
Buenos días Don Emilio, una vez más acierta y apunta al centro de la diana. Cuando otros lo que haces es dedicarse a dar vueltas a la misma. Esta temporada pasada (como las anteriores) un pleno con sus artículos.
ResponderEliminarAsí que si no le parece mal a usted, seguiré entrando por este blog y cultivando mi sentir crítico rojiblanco. Halabando lo bien hecho (poco en el caso del Club) y lo bien dicho (mucho en su caso).
Sin más reciba usted mi cordial abrazo rojiblanco y lo subo a un sitio donde todo seguidor rojiblanco que se precie, guste de leer.
Gracias.
Fernando Altarejos
Gracias por los piropos Don Fernando, me ha hecho sentir como una joven minifaldera al pasar por una obra de las de antes....
ResponderEliminarUn abrazo y que pase buenas vacaciones