Estimado
Sr. Marqués,
Espero que
cuando reciba usted esta misiva tenga la sensación de que el tiempo de los
últimos días ha discurrido de manera exasperantemente lenta. Más allá de ese deseo por los disgustos que nos ha brindado en una semana, vaya por delante
mi falta de acritud hacia su persona. Me consta su bonhomía y que solo le
separan seis grados de un mozalbete que aparece en el anuncio de una compañía
de seguros, pero vaya también por delante mi reproche por no haber utilizado
estos días, los que han mediado desde el partido ante Chile hasta el simulacro
de amistoso que casi ninguno veremos esta tarde, para marcharse. Alguno dirá
que cómo oso siquiera a insinuar que debiera usted coger la puerta y largarse
con el agradecimiento de todos por los servicios prestados y uno está tan
convencido de ello que lo refrendaría donde hiciera falta y ante quien fuera,
sin pensar en las posibles consecuencias que traería que un plebeyo como el que
suscribe se atreviera a afearle el gesto a un noble de azulada sangre.
Cree
servidor de usted, señor Marqués, que su tiempo al frente de la selección ha
terminado. Creo también que de justicia es reconocer el trabajo realizado: la
tarea que se le encomendó, la de continuar con lo creado años atrás por un Sabio
de gafa gruesa, patillas pobladas y mucha peor prensa que usted, la ha sabido
llevar a cabo pese a ciertas manías suyas que exasperan a unos cuantos, léase
la acumulación de mediocentros sobre el campo o la tendencia a falsear a los
nueves. Es por ello, por honestidad hacia usted y hacia lo que ha logrado, por
lo que uno cree que ha dejado transcurrir unos días preciosos para haber cogido
la maleta y haberse despedido de manera elegante y atinada. Pudiera ser,
queriendo ser bien pensado, que esté usted esperando a que termine el partido
de hoy para despedirse a la australiana y que no lo haya hecho antes para no
desestabilizar lo ya desestabilizado, hecho que uno no entendería que pero que
puede llegar a asumir. Los más malpensados opinan que no se ha marchado todavía
porque no tiene usted ninguna intención de marcharse y, con la mano en el
corazón, creo que estaría cometiendo un error mayúsculo agarrándose a la poltrona,
convirtiéndose en un aforado en su puesto, por muy de moda que esté esa
práctica en todos los estamentos patrios.
Llegan tiempos
de renovación al combinado nacional, tiempos en los que sobran porteros sin
portería, falsos nueves falsos, consortes de cabareteras, jubilados sin
subsidio y faltos de hambre en la mirada. Y usted, querido señor Marqués, no
está ya para esos trotes. Nunca fue usted abanderado de revoluciones y sí
maestro en la equidistancia, en el no discutir y en el si por esto dice usted
que no será, será porque no es por esto. Habla usted de que cada uno va a lo
suyo y lo dice como pidiendo perdón, como echando la bronca a un adolescente
que le tiene acobardado mientras divulga dónde jugará este o aquel la próxima
temporada. Descubre usted que en su ausencia los niños han hecho fiesta y
convoca una huelga de brazos caídos no vaya a agitarse el gallinero. Abronca
usted por su pasividad al nueve mentiroso y se imagina uno la misma imagen con
aquel del que les hablaba antes, al Sabio, y pagaría dinero por ver cómo agarra
de la pechera al delantero carente de remate. Sinceramente, uno cree que le queda
grande la tarea, grande no por incapacidad y sí por carácter, el que tal vez le
haya faltado en alguna que otra ocasión. Probablemente estará usted pergeñando
la idea en las últimas horas y se deja mecer por los cantos de sirena de la
prensa lacaya que acusa a los que piden su dimisión de desmemoriados. No les
haga caso, por favor. Los que así le hablan no miran el interés balompédico y sí
el suyo personal. Quieren seguir ahítos de macutazo y entrevistas facilonas y
hasta allí llegan, se quedan en la superficie de un problema que en su núcleo
pide una profunda limpieza y alguien que prefiera encerrarse a ensayar jugadas
de estrategia hasta la extenuación a asistir a actos en los que le regalan su
peso en miel de la Alcarria.
Poco más
queda por añadir, estimado señor Marqués, espero que a usted le vaya bien, pero
que le vaya bien un poco más lejos. Alejado del banquillo de la selección y de
la falta de exigencia llena de autocomplacencia que uno ha ido notando en los
últimos tiempos. Que este grupo y usted a la cabeza nos hayan dado mucho no debería
eximirles de buscar nuevos retos y de trazar nuevas metas. Que parte de este
grupo y usted a la cabeza han vivido tiempos mejores lo saben en China y sobre
todo en Amsterdam y Santiago de Chile, y por ello le ruego que no se haga el
remolón. Que antes o después del solteros contra casados de hoy ponga usted el
cargo a disposición del pueblo o de los leones, lo que prefiera. Elija
licenciarse con honores, ahora que todavía le quedan y no se aferre, como decía
la Pantoja, no se aferre. Sepa que por menos, algunos tuvieron que irse por la
puerta chica sin merecerlo, solo por no bailar aguas y tener forjado un
carácter indomable. Al Sabio me refiero, claro.
Atentamente.
Buenos días Don Emilio, espero que no le haya molestado que suba su escrito a La Vida en Rojiblanco. Le tengo ya por asiduo colaborador sin llegar a conocerle personalmente y estos días llevaba dando vueltas a escribir algo sobre el combiando nacional y su debacle.
ResponderEliminarEn breve, lo haré para opinar sobre el periodismo bufandero de este país que cuando gana son de España y cuando pierde defienden a sus equipos y poner a parir a los jugadores que no son del mismo. Ya sabe usted "Españistán" me gusta decir je je je.
Quería agradecerle de forma cariñosa su colaboración con nuestra web. Estoy hablando con el creador de la misma para añadir nuevas secciones y reformarla. Hacerla más visible, etc. Espero poder seguir contando con sus artículos, siempre que usted lo vea bien. Son impresionantes y durante este verano recordaré algunos de los mejores para amenizar la espera hasta la Liga. No sin antes recordarle que de los más grandes fue "los merodeadores" que risas.
Un abrazo rojiblanco inmenso.
Fernando Altarejos
p.d: por motivos laborales me he visto forzado a usar un tuiter donde pueda expresarme libremente. Así que sigo en @ferklix pero de forma más activa en @tasunkawitko14 . Significa Toro Sentado en indio, el número es por mi ídolo Gabi.
Ya sabe usted, Don Fernando, que no es necesario ni tan siquiera que pida permiso, uno está encantado de colaborar con ustedes siempre que pueda. También tengo mucho que agradecer a La Vida en Rojiblanco por haberme permitido llegar a más lectores.
ResponderEliminarLo de Españistán está en el ADN de este país. Somos cainitas, ventajistas y bastante demagogos, nada nuevo desde tiempos de celtas e íberos, me temo. Espero ansioso su análisis y siento no poder estar más activo en las redes y en el blog últimamente, la falta de tiempo se está convirtiendo en una enfermedad crónica en mi caso.
Un abrazo enorme
Amén!
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ResponderEliminarBuenos días, D. Emilio,
ResponderEliminar¡Qué grata sorpresa nos ha proporcionado con sus siempre bien escogidas líneas! Ya ve, a sus fieles lectores nos da, de cuando en cuando, por entrar en esta su casa por si acaso ha habido algún suceso en el balompié patrio que haya atraido su atención e incluso merecido su opinión y hoy, con un par de días de retraso, me he podido tomar el café con una sonrisa en los labios leyéndole y comprobando, una vez más, que coincidimos totalmente en el asunto tratado, a la vez que aprovechando la visita a su página para recordar, en este largo estío lleno de presuntas fugas y llegadas poco estimulantes, las enormes alegrías compartidas en la pasada - lástima que acabara- temporada.
Un cordial saludo y que no pase demasiado calor los próximos meses...
¡Fíjese cómo es la cosa! Hoy a servidor de usted el café de hoy le ha sabido a agrio por leer la mayúscula patochada de que "el Sr. Marqués liderará una revolución suave pero implacable en el combinado patrio". Ninguna de las palabras vertidas con semejante ligereza en el entrecomillado se ajustan al carácter del (in)noble más que suave y probablemente combinado. Combinado, o más bien combinados, que por otra parte ha debido tomar el periodista que ha parido al titular....
ResponderEliminarLe da a uno que las fugas serán menos de las que parecían pero bastantes más de las que la prudencia aconsejaría. Uno solo espera que los directivos no les empujen a marcharse, lo que en el caso de nuestro equipo y su malhechora gerencia no es moco de pavo...
Saludos