Hay sitios y sensaciones que los más jóvenes ya no conocerán. Sitios con una atmósfera entre atrayente y peligrosa que a muchos de los que hoy procuramos llevar siempre camiseta interior porque las corrientes son muy malas nos fascinaba. Un ambiente cargado de provisionalidad, de tristezas y alegrías mezcladas a partes iguales, de maletas de cartón y cajas atadas con cuerdas donde reposaban los chorizos de la última matanza, de petates y uniformes. Un paisaje cargado de humo y de hollín, en el que la niebla se sumaba como un tercer invitado no esperado. Un escenario de película en blanco y negro al que te veías trasladado con sólo acercarte a Atocha, a la del Norte, o a cualquiera de las muchas diseminadas por nuestra geografía. Viejas estaciones, lugares proclives a la conspiración y a las rupturas. A los nacimientos de amores o de revoluciones. Ese, ese es el tipo de lugar que quiero que imaginen.
Ese es el tipo de lugar dónde nuestro equipo compró un billete en una taquilla de esas en las que te tienes que agachar mucho para que te oigan. El sitio desde donde partía el último tren. El último viaje posible para reeditar glorias pasadas en esta temporada. Daba igual que el trayecto fuera corto, solo de la Ribera del Manzanares a la Castellana. Daba igual que la estación de destino fuera la que más desagrada a los nuestros, un punto de término del que solemos volver con el saco lleno de injusticias sufridas. Una plaza en la que la soberbia y la prepotencia han instaurado su reino. Todo daba igual. Había que hacer el viaje para reengancharse al tren de las ilusiones. Se trataba de un viaje para reencontrarse con la Copa, esa jovencita esquiva que el año pasado nos dio calabazas en el último momento, cuando ya casi nos veíamos paseando con ella del brazo. Y todos lo sabíamos, o deberíamos haberlo sabido.
Nuestro viajero afrontó el inicio del viaje escondiendo su billete de tercera clase en el bolsillo de la chaqueta de paño, intentando no verse afectado por las miraditas por encima del hombro de ese otro turista que suele ocupar plaza en los vagones de primera. Plaza que suele compartir con un solo vecino de asiento más, porque han de saber ustedes que hay muchos interesados en que, en este tren de nuestro fútbol, sólo dos se acomoden en compartimentos de zona noble.
A muchos nos recordó el inicio a otro viaje del que guardamos un recuerdo dulce, el de este verano a Mónaco. De hecho todos nos frotamos las manos cuando nos pusimos por delante nada más comenzar. A partir de ahí, el tipo que viaja en cabina de lujo se dio cuenta de que no solo tenemos un billete en vagón con asientos corridos, sino que tal vez no queramos jugar a sacarnos otro tipo de título de viaje, dado el desprecio que mostramos por el balón. Mucho aguante, mucho posicionamiento, muchas líneas juntas, muchas ayudas y presiones en banda, en fin mucha pizarra y, sobre todo, un mozalbete rubio de pelo encrespado que permitió durante toda la primera parte que el tren no se escapase definitivamente. También poca ambición, sobre todo cuando ya íbamos por detrás en el marcador y el otro viajero empezaba a dar cabezadas por el traqueteo, poca sensación de equipo grande, poca calidad en la zona de creación.
Mención especial merece Agüero, un emigrante que ha mamado lo que hay en juego en este tipo de partidos e incluso en los otros, los menos relevantes, los que menos focos atraen. Un pasajero que, por su talento, recibe patadas en las espinillas que duelen mucho y que, gracias a un revisor como el de ayer demasiado permisivo, no suelen tener castigo. Un chaval que debería con toda justicia pedir al Ministerio de Asuntos Sociales una paga vitalicia por la ley de Dependencia, porque ahora no hay casi nada más allá de él, no se engañen.
Otra cosa que queda clara es que nuestro guía de viaje, el señor Sánchez Flores, no va a renunciar a su idea de distribución de vagones en 4-4-2, aunque haya trayectos en los que el asiento que nos den sea de tres personas en el medio. Da igual que viajemos en un cercanías o en un regional. Ese empecinamiento suyo hizo debutar al nuevo en la expedición, que casi sin tiempo para echar lo indispensable en la maleta dejó cositas. Algún detalle de calidad, algún despiste defensivo, cara de dormir de día y vivir de noche, pero poco para emitir un veredicto todavía.
Hete aquí que cuando ya se aminoraba la velocidad por la proximidad de la estación de la esperanza para el partido de vuelta, el convoy frenó bruscamente provocando la caída sobre la cabeza de nuestro viajante de dos neceseres y una sombrerera, revuelo que fue aprovechado por un carterista de ojos saltones y acusado parecido a Peter Lorre para robarnos un gran trozo de la misma (de la esperanza, digo), y nos quedamos con cara de tontos. Y al apearnos del tren, nos tuvimos que quedar diez minutos parados en el andén. Con ese mal cuerpo que se te queda en estas ocasiones, sin saber si el viaje había estado bien o mal, sin saber si en los noventa minutos de trayecto se podría haber hecho más. Pero como somos viajeros rojiblancos agarramos nuestras maletas viejas y fuimos a la taquilla de nuevo para agacharnos a pedir un pasaje de vuelta en el tren que tiene prevista su salida la semana que viene. Y ya volvemos a tener la ilusión de que esta vez será uno de los viajes de nuestra vida. Ya sé que me dirán los más pesimistas que el viaje será complicado, que habrá que comprar Biodramina a granel para superar el mareo que provoca el mal juego que se brinda con más asiduidad de la deseable. Pero tenemos que creer que se puede. Pasaremos la semana pensando en la hora a la que tendremos que poner el despertador para llegar con tiempo a la estación porque este viaje de vuelta puede ser uno de los mejores que hagamos y tenemos que luchar para recordarlo dentro de unos años como tal.
Mágnifico,Don Emilio.
ResponderEliminarAh! Que añoranza de aquellos viajes sobre raíles.25 años,más o menos,debe hacer que no piso una estación.Casi los mismos que dura el secuestro de nuestro querido club.
Y que añoranza,también,de aquel Atleti,respetado,admirado,e incluso temido por todos,incluso por los soberbios viajeros de 1ª clase.
No estaría mal pedirle la fórmula,a aquel profesor chiflado(¿como se llamaba?),con la que llevar a cabo un viaje al pasado(cual Michael J.Fox),durante la próxima semana,y por unas pocas horas.
Muy entrañable su artículo, don Emilio.
ResponderEliminarEntrañable y melancólico. Nada nuevo bajo el sol del Atleti. Ni quieren, ni pueden y lo saben. No me gustó nada el equipo, sin presión, sin defensa. Enganchados sólo a las genialidades de De Gea y del Kun, lo demás prácticamente inservible.
El nuevo, es que se presentó 28 horas antes de comenzar el partido y ya estaba jugando. Un entrenamiento y a jugar. Prueba definitiva de cómo está nuestro querido club.
Lo dicho, entrañable y triste.
Un abrazo.
Don Emilio, aparte de aplaudirle, una vez más, su exquisito gusto y originalidad en su forma de escribir, no me pregunte usted el por qué, porque no tengo ni idea ni fundamento alguno para así creerlo ... pero también pienso sacar mi billete de vuelta, porque opino como usted, podemos y se va a convertir en uno de los viajes de nuestra vida.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Caballeros, gracias a todos y en especial a Hércules que se estrena con picadores. Sepa que tiene aquí su casa.
ResponderEliminarHoy me pedía el cuerpo pintar algo optimista dentro del negro panorama que reflejan las estadísticas y las sensaciones que deja el equipo.
Lo cierto es que el equipo se ha creído que es un viajero low cost. Las señales emitidas tanto desde el palco como desde el banquillo han hecho mella en toda la familia rojiblanca, pero intentemos ver la botella medio llena (como seguro que hará Don Fran, tal vez el último optimista compulsivo).
La temporada pasada en el momento de mayor bache, la remontada contra el Recreativo hizo que volvieran a creer en ellos. Esta vez hay que volver a remontar y además contra el enemigo con mayúsculas. Ojalá haya alguien en ese vestuario, vista de chandal o de traje que lo haga ver, que dé un puñetazo en la mesa y haga ver que lo del jueves que viene es EL partido. No hay nada más allá. Y si se sale desairado de allí, ninguno deberíamos dejar que todo siguiera igual.
Felicitándole por el artículo… lamento discrepar. Yo voy con el Atleti las veces que haga falta y a dónde haga falta pero… ¿esto es el Atleti? ¿Esto representa lo que de verdad es el Atleti?
ResponderEliminarA mí una derrota en el Bernabéu no me quita la ilusión ni las ganas de sacar pecho ni las ganas de mandar a paseo con argumentos dialécticos a los merengues de enfrente, no. A mí lo que me quita las ganas de todo eso es ver la camiseta del Atlético de Madrid metida dentro de su área 90 minutos, con miedo, con estupor, dando pelotazos y bajando la mirada ante el adversario.
A mí me han enseñado a poner la cara SIEMPRE y a vender cara la derrota SIEMPRE. O el Atleti sale a todos los campos del mundo con la mirada al frente y jugando de tú a tú (ganar o no es otra cosa que depende de otros muchos factores) o esto no es el Atleti. Así por lo menos lo siento yo.
Un abrazo y enhorabuena por el blog.
Antes que nada, gracias Don Ennio y bienvenido, siéntase usted en su casa.
ResponderEliminarCreo que en el fondo no discrepamos tanto, a mí también me cuesta reconocer a este Atleti. Desde la instauración del Gilismo (el pretérito más o menos ilusionante y este último absolutamente podrido) todo son excusas. Que si no se puede competir de igual a igual con los grandes, que si los derechos de las televisiones, que si mira que malos son los árbitros...paladas de tierra que entierran la realidad de un proyecto deportivo (que es lo que importa en definitiva) agotado en el mejor de los casos.
Sume usted un técnico con debilidad por las palabras esdrújulas y los jerseys menguantes que ha dado el salto a un equipo grande sin dejar atrás su etiqueta de entrenador pequeño.
No olvidemos la venta de jugadores en las rebajas, da igual cuando sean y el agujero que dejen, lo importante es la pela.
Y como resultado tiene usted el Atleti actual. Timorato, sin fútbol que ofrecer en su plantilla salvo excepciones puntuales.
Asumiendo todo eso, mi alegato va más hacia los que ayer nos fuimos a la cama con mala leche, los que se preguntan qué va a pasar si nos eliminan, los que solo ven señales de desmantelamiento allá por donde miran. Y creo que tenemos que aferrarnos a esa última esperanza.
Como bien decía usted en sus artículos sobre Leyendas, a la afición nos han convertido en atrezzo del Calderón, en una molestia puntual con la que verse cada 15 días, lo importante es el de la tele o el asiático.
Pero esos muñecos de atrezzo son los que sufren por este equipo, a los que les duele el Atleti como bien dice hoy Santi Riesco. Y necesitamos creer durante esta semana.
Un abrazo.
Haciendo una larga cambiada, quiero comenzar comentando lo que disfruté, con los comentarios de Don Charly, Don Tomi y Don Emilio sobre Galicia. Incluso aunque yo proceda de una provincia tan poco atlética como Ourense, que sólo ha aportado (que yo sepa y/o recuerde) a Rodolfo Dapena (apellidado de segundo Dapena, aunque parezca mentira) y al triunfal técnico de modestos Luis Cid Carriega, que se cayó con todo el equipo en el Atleti de Cabeza, post y pre García Traid.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de ayer ... obviamente, sacar la Eliminatoria en la Vuelta sería homérico.
Vengo observando, por los comentarios que vengo cruzando con excelente atléticos en otro blog, que hablamos mucho de actitud, de éste y de aquél Atleti ... y que sí, que en éste no hay Arteches ni Ovejeros, ni siquiera Simeones o Tomases (que defendieron los colores, incluso ya en pleno gilismo); pero que, si nos quejamos amargamente de cómo este fútbol ("odio eterno al fútbol moderno") le pone las cosas a ese otro Club de Madrid, como se las ponían a Felipe II (¿o era a Fernando VII?) en todo: en dinero, en atención, en protección, en inpunidad ...
... Pues no sé; que igual luego somos un poco cachondos, pidiéndole a los nuestros (unos supervivientes natos, al fin y al cabo) que "sean el Atleti" cuando, los rivales, son incomparablemente superiores en todo.
Yo ayer no vi un partido espectacular del Atleti, por supuesto, pero eso de falta de actitud ... pues tampoco, oigan.
A mí lo que me pasa, más que nada, es que veo una directiva que no entra en clasificación alguna, un secretario técnico de tercera regional, gente alrededor que no sabe/no contesta, un entrenador que ha perdido el oremus y, enmedio de todo ello, un equipo que ha sido capaz de enlazar dos clasificaciones a Champions y dos Títulos.
Me cuesta, me cuesta meterme mucho, con un grupo de jugadores que, con todas sus limitaciones, rachas, defectos, aptitudes y actitudes, han hecho que el Atleti esté donde esté ahora; que es muy, pero muy por encima de lo que, por su direcciones directiva y técnica, merece.
Parece triste Don Fran, pero ahora que acaba de mencionar al Dr. Cabeza, le recuerdo con nostalgia comparándolo con la actual situación, aunque tengo que decir que era muy joven.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, el equipo ha obtenido mejores resultados en los últimos tiempos que los que le corresponderían por configuración de plantilla y ¿proyecto deportivo?
Estos resultados tal vez engañosos que se han sustentado principalmente en Torres en un primer momento y en Forlán y Kun más tarde, han tapado las tropelías de los delincuentes habituales.
Y aunque pueda parecer repetitivo, creo que el mensaje que se ha creído la plantilla y una buena parte de la afición es que no podemos ir a competir a campos como el de ayer.
Con todo, ¡creamos en la Odisea del próximo jueves, Don Fran!
¡¡Creamos!!.
ResponderEliminarLo que dice del Doctor Cabeza ... estaba y está como una cabra, habría venido bien que alguien le encerrara y/o le pusiera una mordaza, etc, etc ...
Pero que imaginen o recuerden (según su edad) el el ambiente y la mentalidad que tenía que existir en el Atleti de esa época para que, con un equipo base formado por Aguinaga, Marcelino, Julio Alberto, Balbino, Arteche, Ruiz, Quique, Dirceu, Rubén Cano, Marcos y Rubio; rozáramos la Liga aquella que nos robaron.
Siete de ellos, o eran canteranos, o se les fichó en edad juvenil, y ocho fueron internacionales. Y con cuatro duros. Y al año siguiente, llegó un crack mundial a quien, con la mano en el corazón, no quiero nombrar. Planificación, mentalidad de Grande, talento ...
Pues claro que se recuerda aquel equipo,Don Fran.
ResponderEliminarCreo que fue el año del secuestro de Quini.El Atleti,líder holgado toda la temporada.Al final,y con arbitrajes extraños de por medio,el equipo se derrumbó y se perdió una ligada que estaba en la mano.
Un par de extranjeros buenos,gente de la casa y Gª Traid en el banquillo.Qué equipo,qué tiempos!
Excelente Don Emilio.Sólo un pero:necesito un poco más`,para el jueves,de esa optimismina que receta ud.La que me ha enviado aún resulta insuficiente,lo siento.
Otra de las grandes medias verdades de nuestro cluzz, ¿cómo puede ser una plantilla competitiva si en el momento en el que el fútbol español está en el cenit, hace tiempo que no hay ningún jugador del Atleti?
ResponderEliminarHace poco lo escribió Rubén Uría, no es normal que ninguno de los Silva, Mata, Javi Martínez, Cazorla, etc..vista la rojiblanca.
Parecía que Dominguez iba a ser llamado pronto, pero con eso de sus bloqueos y sus entornos.
Intentaré recetar más dosis de Optimismina, Don Charly, pero sepa usted que en casos como este la automedicación es más que recomendable, incluso imprescindible.
Kun diez días de baja. Don Fran, ya solo queda usted para poder animarnos.
ResponderEliminarEs la hora de Borja señores, en situaciones así se forjan las leyendas.
Pues,se nos caen las pocas esperanzas que pudieran quedar.
ResponderEliminarCreo que Borjita aún no está para demasiados trotes,Don Emilio,sigue renqueante de sus problemas de rodillas.
Lo triste del asunto es que ,esto es en lo que se ha convertido nuestro equipo: un once con total dependencia de un sólo jugador.
Mientras,resulta que antes hay partido de liga.¿El lunes,no?.Porque al final es el lunes,a pesar de las bravatas del productor de cine.
Alguien tendrá que recordarles a los jugadores que,nos espera el Mallorca,pasadomañana.Porque me da a mí que como nos agarremos a la liga(y un posible 4º puesto),este año no habrá nada más que rascar.
Esa es la única variable que podría entender para no dar la alternativa a Borja, Don Hercules, los problemas físicos.
ResponderEliminarSí, es el lunes, a pesar de las amenazas y juramentos a la hora de la partida de mus de nuestro mandatario. Y sí, tiene usted razón, como no se gane al Mallorca vamos a tener serios problemas.
Nos cargamos al Liverpool sin el Kun; aunque en Anfield salió un rato.
ResponderEliminarQué curioso, ¿verdad?. Han pasado unos siete meses y, teniendo en cuenta el cambio que ha dado el equipo, es como si hubiesen pasado siete años.
A Borja le tiene que pasar algo, porque tampoco ha estado en la convocatoria del "B" durante este fin de semana. Ojalá sea simple prudencia, pero está claro que no es "el" hombre del jueves.
Sólo se me ocurre Forlán -a quien últimamente se falta al respeto de manera inaceptable- y, como máximo apoyo, que Elías haga honor a su origen brasileño, y rememore el debut de Leivinha.
Ya sabía yo que sólo usted podría alentar el ánimo decaído de las masas.
ResponderEliminarEn el tema Forlán lamento disentir, pero creo que todo lo que se ha dicho, evidentemente corregido y aumentado por la prensa, lo ha generado él. Sus declaraciones, no tan graves por otra parte, pecan sobre todo de inoportunas. Y eso sumado a su aparente abulia en el campo hace que crezca cada día el número de detractores.
Ojalá Elías se parezca solo un poco al tío del mediocentro red. Estaría bien verle hoy unos minutos.
Pero es que, Don Emilio, uno se puede desayunar un domingo, con el tal Iñako atreviéndose a escribir: "Porque sin el argentino, este Atleti no es nadie. No hay otro equipo en Primera en que la diferencia entre su mejor futbolista y el segundo sea tan grande, como la que existe entre Kun y el siguiente, sea De Gea o sea Reyes".
ResponderEliminarHay que tenerlo cuadrados, para atreverse a colocar a Reyes ... ¡¡a Reyes!! ... por encima de Forlán. Y hacerlo adrede, además, porque el objetivo es desacreditar al uruguayo como sea.
En cuanto a las declaraciones, en fin, inoportuno ha sido alguna vez, de acuerdo, pero me sé de uno que constantemente se ha declarado públicamente como "un profesional", que "no es nada sentimental y ni siquiera guarda recuerdo alguno" y que se siente "tan agradecido al Atleti, como a los demás equipos en los que ha trabajado" y que, sin embargo, consideramos (y hacemos bien, claro) como un Prohombre del Rojiblanquismo: Don Luis Aragonés.
También han existido algún otro que, mientras declaraba su profundísimo amor por el Atleti, o renovaba con la Lazio, o fichaba por el Inter, para acabar volviendo, años después, fuera de forma y, sin embargo ... ¿sería justo dudar de Simeone?.
Con Diego Forlán -y yo el primero, desde luego, enfadándome más de una vez con él- creo que somos víctimas de una manipulación increíble.
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ResponderEliminarEfectivamente hay un interes más que sospechoso para que el heroe de la temporada pasada se convierta en villano, pero insisto en que él ha interiorizado el papel y lo ha hecho suyo.
ResponderEliminarTomemos como ejemplo el caso de Simao. En su marcha (rodeada del despropósito típico de esta chusma, en forma de "no me he enterado de que la oferta de renovación era tal y cual") se han respetado los tiempos lógicos: despedida de la afición, rueda de prensa diciendo que siempre será atlético, etc... pero el hecho es que él ha sido el que ha elegido marcharse a Estambul (con todas las facilidades del palco y ante su mala gestión del tema, claro) pero la gente guardará un buen recuerdo de él. Pues resulta que sin haber dicho públicamente que quiere irse Forlán es uno de los delincuentes más buscados por la grada. Y es que sumando la mala memoria del respetable con el mal medir del charrúa esto es lo que tenemos.
Creo que ya hablamos en alguna ocasión anterior de cosas como el compromiso, de los besaescudos y de los mercenarios, pero teniendo claro que el pueblo no siempre es soberano, no tiene sentido comprar boletos uno mismo para su público lapidamiento.