Servido
está el bombardeo mediático y suena a canción conocida, a vamos a preparar el terreno por lo que pueda pasar. Otra vez las cartas marcadas, otra vez la vaselina
previa. Salen los veteranos diciendo que es el mejor candidato. Salen afamados
estudiosos del hecho diferencial balompédico y aseguran que es casi la única
elección por precio y por no necesitar adaptación a la liga. Salen sus vecinos
de portal y dicen que el zagal es una delicia, que saluda siempre en el
ascensor aunque sea por la mañana muy temprano y que separa con mimo los envases de plástico y metal para depositarlos en el contenedor amarillo. Sale todo
el mundo de debajo de las piedras y dice que es el novio ideal, un marido solícito,
que tiene a su madre muy bien atendida y que agarra a los ciegos del brazo para
cruzarles la calle, pero no se escucha casi nada de Doyen, que algo tendrá que
ver en la cosa. A Negredo me refiero, oigan.
Si acaso
alguien desconfía, allí está la maquinaria de propaganda para expandir la duda
y el miedo en el descreído: bueno, pues que sepáis que si le ponéis pegas a
Negredo lo mismo viene Soldado. Susto o muerte. ¿Y no habría manera de que el
que venga no tenga pasado blanco zanussi? Si no es mucho pedir, claro. Hombre,
hay otras opciones, pero es que no llegamos, ya sabe usted cómo está la
economía del club, pero, ¿qué le voy a contar si ya ve usted cómo tenemos los
baños del estadio? No hay un duro, oiga. Ya, ya, dice comprensivo el aficionado
conocedor de que a su hijo el mediano le tenía terminantemente prohibido ir a
los aseos del Calderón hasta que no supiera nadar sin manguitos. Además, como
éste no va a ser tan caro, ya nos traemos a Diego con todas las de la ley, que
en otro caso no va a poder ser. ¿Y el dinero de la Champions? ¿Y cómo si no hay
dinero sí que lo hay para Pizzi? Mire, lo de Pizzi era una cuestión
humanitaria. Entenderá usted que un muchacho con esa mirada mitad Cristopher
Lambert mitad Fernando Trueba lo ha debido pasar muy mal en la vida…¡Ah!
Más allá de
las aptitudes del delantero y de su capacidad a la hora de marcar goles, uno
desconfía de serie de todo lo que viene servido en este tipo de bandejas, será porque
las antiguas experiencias nos han dejado ese poso de descreimiento. Servidor no
pretende que estas líneas sirvan para denostar o descalificar al futuro nueve
de la plantilla, contra el que no tiene nada salvo su procedencia, sino al lacito con el que se nos presenta. Ese lacito que tantas
veces hemos visto pegado al envoltorio de regalos infumables y de muy mal
gusto. Vendrán otros iguales o mejores, ya saben…
Entonces
¿qué? Nos lo quedamos, ¿no? Y lo de Benteke, ¿no es posible? ¡Uy!, Benteke
parecía bueno pero, ¿le ha visto usted los dientes? Los tiene separadísimos y
eso es una garantía de lesiones futuras. Lo que nos ahorráramos ahora lo íbamos
a pagar en ortodoncias e implantes en los años venideros. Mala inversión lo de
Benteke, muy mala…Pues nada, visto lo visto, nos quedamos con Negredo, que por
lo menos tiene una dentadura admirable.