– Pero
Leocadia, ¿cómo quieres que le eche aceite de girasol extra al coche? ¡Si me
dijo el del concesionario que no bajara del semisintético! ¡Que me va a perder
reprís!
– Pues ya
me contarás que hacemos con los doscientos veintisiete litros que tenemos
en la alacena….Y tú niño, ¡cómete el medio quintal de magdalenas que te tocan,
que caducan pasado mañana!
Se dirigía
la afición al estadio hablando todavía de la segunda unidad, pero no de esa
segunda unidad que transita por las ofertas que los hipermercados, siempre tan
atentos a las necesidades del cliente, ponen a nuestra disposición para que
acaparemos lo que no necesitamos a mitad de precio. Nada de eso. Se hablaba de
la segunda unidad del Atleti y su desempeño en tierras hebreas. Se analizaba la
tranquilidad que otorga eso de tener por fin a un delantero suplente o casi ya
titular para cuando a Falcao se le corte la digestión. Se comentaba con alivio
lo que ha tardado un técnico en darse cuenta de que Raúl García tiene de
mediocentro lo que de chato de nariz. Se especulaba sobre la posibilidad de que
Emre haya dado más pases largos con sentido en el partido de Tel Aviv que la
suma de todos los dados por los mediocentros habidos en el oscuro periodo conocido por
la masa atlética como el Sanchezflorismo sensitivo e ilustrado. Se recogían
firmas para presentar un recurso por si la UEFA pudiera extender de manera
cautelar la sanción a Tiago en competición europea, doméstica e incluso
amistosa vista su aportación. Se hablaba de casi de todo pero con buen ánimo,
con ese poso agradable que el debate futbolístico ha tomado desde que el Cholo
cogió las riendas de nuestra pizarra
táctica y, a la vez, de nuestros corazones.
Puso
Simeone en liza a la primera unidad, a esos titulares que no pueden dormirse en
los laureles viendo lo visto entre semana. Puso también a Tiago, ese
prejubilado del sector del mediocentro que aparece inexplicablemente presente
en convocatorias y alineaciones y dejó a Mario en el banquillo. El resto, los
habituales. Bueno, los habituales más Diego Costa, que le ha comido la tostada
a base de entrega, tropezón y rechace ventajoso a un Adrián que sigue mostrando
episodios de déficit de atención de cara al gol. Dominaba el Atleti en los
primeros compases más por inercia que por juego y el ataque, comandado por
Costa, se contagiaba de esas maneras tan suyas de pisar el área como un concursante de
Humor Amarillo para mostrarse trastabillado y atropellado. Solamente cuando el balón caía,
menos veces de las debidas, a Koke y a Arda se abrían claros de sol
futbolístico en la nublada creación rojiblanca. Aún así, llegaron ocasiones,
principalmente por mediación de un Falcao destemplado en el remate y sin esa
chispa en los ojos de las primeras fechas del curso.
Salpicaba
la grada las acciones del partido con comentarios sobre variantes que el
banquillo pudiera ofrecer ante el poco juego ofertado cuando Godín abandonó sus
posiciones inesperadamente. Arrancó generoso, algo alocado y también cargado de
hombros, como él suele hacerlo. Pillo al Valladolid algo descolocado o
posiblemente distraído con tanto runrún sobre lo profundo que parecía el
banquillo del rival.
– Acabo de
pasar al lado del banquillo del Atleti para un saque de banda y me han dado
ganas de echar una moneda de espaldas y pedir un deseo de lo profundo que
parece –se oyó decir a un interior pucelano en una interrupción del juego.
Total, que
ganaba Godín metros en su sprint y se apoyó en Koke, una vez más uno de los
mejores, que le devolvió el balón en el momento preciso para que éste tuviera
tiempo de encarar al portero contrario y finalizar esa jugada con tintes de
otros tiempos con una picada brillante. Fue tal el alarde, que se alzaron voces
entre el respetable que aseguraban haber visto cómo crecía un incipiente bigote
en el labio superior de Godín a medida que se iba acercando al área rival y
que, cuando éste remató sutilmente a las mallas, ya tenía volúmenes de mostacho
épico. Se puso el Atleti por delante de manera natural. Sin demasiado buen
juego pero sin pasar apuros. Sin brillantez pero con oficio. Con la primera
unidad pero también con algo de la segunda. No tardó en ensanchar la ventaja la
escuadra rojiblanca tras penalti tonto del que fue objeto Diego Costa que
ejecutó Falcao y nos fuimos al descanso con esa sensación de superioridad
conocida en los últimos tiempos tras años de incertezas y con un punto de decepción
al ver que, tras golpe en la cabeza debidamente regado con agua milagrosa, el
pelo de Arda seguía igual de lacio que la semana pasada.
Quedó
Falcao en la caseta tras el asueto de la media parte y salió Adrián, lo que
provocó encendidos debates de si éste pertenece ya a la segunda unidad o puede
considerarse miembro de la primera aún. Empezó a jarrear sobre el estadio y el
partido discurría por vías secundarias que le dirigían al final sin demasiado
esfuerzo. Hete aquí, que en un tiro flojo, tonto y con forma de churro
azucarado, ese becario belga que le estamos formando al Chelsea se metió uno de
los goles más tontos que uno recuerda, lo que hizo aflorar preguntas en la
popular sobre la necesidad que se tiene de tener tantísima paciencia con unos y
tan poca con otros como Joel, portero también joven y pecaminosamente nuestro
del que se dice que pertenece a la cuarta o quinta unidad, siendo benevolentes
con su situación.
Sirvió el
gol para que el Atleti dudara de esa superioridad natural de la que dispuso
hasta entonces y se echara atrás, algo temeroso. Bajó también el equipo
físicamente, lo que ya se había percibido en anteriores envites que dibujaron
una línea entre los que están en la primera unidad o en la segunda unidad de
los estados de forma y se hacían chanzas sobre si Tiago puede considerarse
miembro de algún grupo que tenga que ver aunque sea colateralmente con algún
tipo de estado de forma. Se hizo el equipo pucelano con el control del juego
aunque sin demostrar peligro y se llegó a temer algo por el resultado pero con
esa confianza de que casi nada puede torcerse que el Cholo ha insuflado en
todos nosotros desde ese momento hasta el final.
Terminado
el partido, la afición volvía a casa comentando que si bien los últimos minutos
ante el Rayo pudieran considerarse accidente, los de ayer pudieran considerarse
peligrosa reincidencia. Se habló también de posibles permutaciones entre
elementos de la primera y la segunda unidad. Se preguntó por la mascarilla capilar antiencrespamiento de Turan y se sopesó si el bagaje de juego está a la altura del
bagaje de puntos, no alcanzándose unanimidad en el diagnostico. Hubo también
quien dijo que el calendario ha sido excesivamente benévolo en este arranque y
hasta hubo alguien que sacó de una mochila enorme treinta y cinco bolsas de
pistachos que había adquirido, como no podía ser de otra manera, aprovechando
una oferta de la segunda unidad a mitad de precio en una gran superficie. Cosas
de la segunda unidad y sus circunstancias….
D. Emilio, no sabe usted la que me esperaba en mi retorno de vacaciones a la ciudad del Pisuerga. Mismamente cual si fuera seguidor del otro equipo grande de la capital. Por lo de las ayudas arbitrales, digo. Y a eso, súmele un polémico (este al parecer, si) partido de Balonmano Asobal que gano Cuenca (por primera vez en la historia de estos enfrentamientos). Que mañanita llevo porque, además, todavía me quedan las marcas de un revolcón de una vaquilla de encaste Santa Coloma, que me hizo dar un paseo por el adoquinado de la Plaza Mayor de Cuenca, en graciosa croqueta, que me ha dejado magullado y dolorido, durante las fiestas que pregonó el entrenador del Mallorca, mi querido Caparrós. No estamos ya para estos trotes, D. Emilio, lo que yo le diga...
ResponderEliminarLa primera parte del partido no la vi porque no había llegado a casa por el viaje. Pero lo comentado era la solvencia con la que se despacharon esos 45 minutos. Me acomodé para ver los segundos 45 minutos pero, ciertamente, no estaba muy cómodo. Cantadita del erasmus y recuerdos varios a la madre que parió a la concentración mental de alguno de los nuestros. Voy a pensar que el Cholo (WE TRUST)les mete tanta caña que, cuando se ven cómodos, ahorran desgaste físico y mental. Como pasó con el Rayo. Porque si no lo veo asi, no me lo explico. O mejor dicho, la explicación que le veo no es muy halagüeña. Algo como que estan rindiendo por encima de la realidad...
En fin, D. Emilio. Todo es cuestión de tiempo, que será el que nos marque nuestro sitio.
Reciba usted un cordial saludo. Buenos dias, que no he comido todavía.
Ya somos dos los que no nos explicamos lo del Tiago el vago, Don Emilio. Yo es que no le veo absolutamente nada, y menos comparado con lo que tiene en el banquillo.
ResponderEliminarTras el partidazo que hizo el jueves, considero que Raúl García debería de haber salido como jugador número 12, pero, bueno, no es más plan tampoco intentar recuperar la mejor versión de Adrián, especialmente en su versión goleadora, que en la pelotera propiamente dicha el chaval sigue dejándonos detallazos.
Un abrazo.
Yo creo que todo se basa en temas físicos y los famosos picos en las cargas de trabajo. Por poner ejemplos claros, a Juanfran y a Falcao ayer se les vio algo pesados, sin esa chispa que suelen tener y necesitan para destacar. Gabi también lo notó, por cierto.
ResponderEliminarEvidentemente Tiago no lo nota, porque cualquier referencia a trabajo que haga en un contexto en el que él esté presente le provoca urticaria e hinchazón de zonas blandas.
Raúl tendrá oportunidades, habrá que confiar como dice Don Carlos.
PS: ¿Una vaquilla de encaste Santa Coloma? Se confirma que los de Cuenca están hechos de una pasta especial....
Buenas tardes, que no solo ya he comido sino que he declarado abierta la temporada invernal con un plato de lentejas como es debido...
Pues yo a Juanfran le vi bastante bien, la verdad. No lo he mentado en mi crónica, pero le vi superconcentrado y aunque solamente sea por la ocasión que le quitó a un pucelano pegándose una carrera salvaje cruzando todo el campo en la primera parte, salvando una ocasión pintiparada, ya le teníamos que haber destacado, Don Emilio.
ResponderEliminarAún así creo que su estado de forma dista de el del final de la temporada pasad. Todo es normal. Esas cuestiones las tienen muy medidas los preparadores físicos y las programan de acuerdo al calendario, por lo que parece adecuado buscar un pico ahora...
ResponderEliminar¡¡¡YO TAMBIÉN PENSÉ EN LO DEL BIGOTE!!!
ResponderEliminarCon permiso, muy de acuerdo en que el equipo parece un poco pesadete, pero a mi lo de volver a los dos puntas y alejar a Koke del centro del campo me parece que no le va bien al equipo.
ResponderEliminarAl final Costa se junta con Falcao y nos falta un centrocampista. Ayer estuve en el campo y me pareció que al menos Arda o Koke deben jugar de organizadores. Aunque aqui lo que diga el Cholo va a misa, si el lo quiere asi sus razones tendrá.
Saludos varios
Lo de los dos puntas da una alternativa más, que no es poco, pero es cierto que aleja a Falcao del área.
ResponderEliminarKoke está haciendo tales partidos este año que nos alegra verle en el equipo aunque esté algo desplazado. Si lo viéramos en el mediocentro probablemente nos gustaría más....
PD: Hablando del bigote, mire usted la foto y verá en el labio superior de Godín una sombra sospechosa...
Y, desde luego, esta versión LuisGarcía-KeanuReaves-fashionstar de ahora a mí no me gusta nada en comparación con el look Chico-Harpo-fontanero.
ResponderEliminar¿Y quién puede llamarse atlético y no alcordarse del bigote?
Lo del alisado es casi imperdonable....en vez de oriundo de Estambul, pareciera oriundo de esos de los que venían en los 80. Los que decían que tenían un abuelo nacido en Osasuna...
ResponderEliminarCuando iba Godín a mitad de carrera se oyó en el fondo norte una voz que puso los pelos de punta: ¡Aplasta....!
A mí también me inquietó ver al Atleti durante tantos minutos perseguir el balón. Tiago no está para este equipo, bueno ni para el nuestro ni para el de nadie. Habrá que probar otras soluciones, don Cholo, le diría si pudiera. Da un poco de repelús ver que el Atleti no domina el partido al Valladolid.
ResponderEliminarY con Adrián, tendremos paciencia, volverá, don Emilio, volverá.
Abrazos.
Permítanme insistir con Emre....probablemente no esté para jugar jueves y domingo, pero al lado de Tiago parece Usain Bolt (¿quién no?)
ResponderEliminarSí, con Adrián habrá que tener paciencia porque lo más importante, la clase, la tiene. Habrá que esperar a que el físico y, sobre todo, el mental se alineen..
Un abrazo