“Se buscan
valientes”, es el tema de moda que canta uno que es muy del Atleti, El Langui,
para sensibilizar sobre el acoso escolar. Sobre el abuso del matón poderoso hacia
el débil y anima a no callarse, a hacer frente, a no rendirse. Valentía
requería ayer el partido y el Atleti regó con ella el terreno de juego del Camp Nou. Los
primeros treinta minutos del choque se convirtieron en un canto a la osadía del
que normalmente no alza la voz. No le quedaba otra al adversario que acularse y
capear el temporal, privado del oxígeno que el balón supone para ellos. Gozaron
los nuestros de varias oportunidades claras que no llegaron a dinamitar la
eliminatoria por el nimio detalle de la falta de gol rojiblanco. Tal vez
hubiera que encontrar valientes entre los medios para no dejar de poner el foco
en el palco y preguntarse dónde está el gol que pidió Simeone en verano. Se
cuenta que anda por la zona oeste de Londres, añorando la ribera del Manzanares.
Se buscaban
valientes y el árbitro no fue uno de ellos. Gil Manzano, trencilla que aúna en
sus apellidos aromas de oscuridad para la causa rojiblanca, se anunció cobarde
mirando para otro lado ante un penalti tonto, pero penalti al fin y al cabo, a
Torres en el primer acto. Su actuación medrosa se coronó con un gol legal anulado
a Griezmann y un par de expulsiones al equipo local que deberían haberse
producido un buen puñado de minutos antes. Como es costumbre en ciertos
escenarios, el encargado de impartir justicia guardó silencio connivente. Perdemos
horas a lo largo de la temporada en debatir sobre estilos, sobre alineaciones y
sobre variantes aun a sabiendas de que hay algo que no varía nunca: el estilo
de los que se siempre se alinean al lado del fuerte. El Cholo habló claro
finalizado el partido. Anduvo valiente al señalar cómo funcionan las cosas en
las competiciones locales e hizo un guiño a la Champions, que anda suelta
todavía.
Se buscaban
mediocentros de guardia ante lesiones y sanciones y Koke y Saúl despacharon un
partido memorable. Se buscaba contundencia y la defensa la tuvo pese a correr
más riesgos. Se buscaba un plus en la vanguardia y los de arriba lo intentaron
hasta la extenuación. Se buscaban valientes que encajaran los golpes sin
parecer acusarlos. Se buscaba osadía para no tirar nunca la toalla. Se buscaba
audacia para empequeñecer a uno de los rivales más serios que puede uno
encontrarse en el camino. Se buscaba arrojo para creer y seguir haciéndonos creer.
Se buscaba decisión para mantener nuestros corazones en un puño hasta el pitido
final. Se buscaba templanza para calcular las posibilidades de una empresa casi
imposible. Se buscaba valor y al Atleti le sobró. Cuando los acontecimientos
suceden así, no queda otra que enorgullecerse y olvidarse de los resultados
como se olvidan las traiciones de los amores de una noche.
Se buscan
valientes y los hemos encontrado. Visten todos de rojo y blanco.
amén, don Emilio, amén
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